Capitulo 15

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Narra Irina

Cuatro semanas pasaron muy rápido, y empezaba a encontrarme extraña.

Lo curioso era que se intensificaba el dolor cada vez que tenía a Ash cerca de mi, así que decidí hablar con Elisabeth de ello en un lugar en el que nadie nos pudiese molestar, la biblioteca.

-Y eso es lo que me pasa.- terminé mi explicación.

-Eso no es una enfermadad.- dijo antes de darle un sorbo a su bebida.
-¿Y entonces que puede ser?- pregunté alibiada.

-Estas enamorada.- argumentó ella.

-¿Que es eso? ¿Es malo?- parece ser que mi comentario impactó a Elisabeth , ya que escupió parte de su bebida.

-¿¡Que quieres decir con eso!? ¿¡No sabes que es el amor!?- preguntó limpiandose la camisa.

Yo no dije nada, me levanté y me fui a una de las estanterías de libros, cogí uno en concreto llamado Diccionario, Catarina me habia dicho que era para buscar el significado de las palabras que no lograse entender.

Busque por la "A", seguí con la "M" hasta llegar a la definición de "Amor".

"Sentimiento de intensa atracción emocional y sexual hacia una persona con la que se desea compartir una vida en común."

Me sonrojé, siempre estaba pensando en Ash, deseaba juntar nuestros labios, besarla, abrazarla... Incluso llegué a pensar en hacer cosas con su cuerpo mientras ella estaba desnuda...

-¿Sabes ya como funciona?- una mano se poso sobre mi hombro, a lo que me sobresalte.- ¡Tranquila Irina, soy yo, Cata!- me giré y pude ver a Catarina detras de mi, era su mano la que estaba encima de mi hombro.- Joder, cualquiera diria que eres prima de un tomate.- dijo señalando mi cara.

Puse mis manos sobre mis mejillas y estaban ardiendo, se notaba más debido a que tenía las manos frias.

-¿Soy yo o estabas pensando algo pervertido?- sugirió.

Mi cara volvió a arder, jamas la habia notado tan caliente en mi vida.

-Estabamos hablando del Amor, hasta que ha venido a buscar su definición en un diccionario.- Elisabeth se acercó a nosotras.

-Y ha pensado en algo con la doctora Hansen Junior.- dijo mirandome.

He de corregir, si se puede estar mas roja de lo que estaba, pude notar que mi cara pasó de un rojo carmesi a un rojo escarlata en menos de un segundo, lo único que pude hacer, fue negar con la cabeza, cosa que no sirvió de mucho.

-¿Como que no? Aqui huele a feromonas, y no de las que desprende Elisabeth cada vez que me ve.- comentó antes de que Elisabeth le diese un golpe con el libro que llevaba.

-Callate, idiota.- dijo tras dejar el libro en la estantería.

-¿Que tendría que hacer ahora?- conseguí articular.

-Dile a Ash lo que sientes.- comentó Elisabeth.

-¿Pero y si no siente lo mismo?- pregunté.

-Eso diselo a sus feromonas cada vez que está contigo, podrian olerse a un kilómetro.- dijo tapandose la nariz antes se que Elisabeth le di

-¿Que es eso de las feromonas?- dije curiosa.

-Es una especie de olor que emite tu cuerpo cuando estas excitada o asustada.- comentó Catarina.

Me sonrojé de nuevo, no sabía que decir.

-Dejando ese tema de lado.- salto Elisabeth.- Creo que lo que tendrías que hacer es decirle lo que sientes.

-Gracias por la ayuda, pensare como decirlo.- dije despidiendome.

Salí de la biblioteca mientras Elisabeth y Catarina discutian entre susurros todo lo que la alta habia comentado hacia un par de minutos.

Iba pensando como decirle a Ash lo que siento, cuando aparece ella sin previo aviso y me abraza suavemente por la espalda.

-Hola solitaria, ¿que haces que no estas estudiando?- comentó.

Salí repentintinamente de sus brazos con un salto hacia delante, me giré y la vi, un tanto perpleja.

-Yo... Pues, veras... Estaba...- las palabras no querian salir de mi boca, estaba nerviosa a mas no poder.

-¿Y esa reacción? Parece que quieras evitarme.- se acercó mas a mi, a lo que to retrocedi.- En serio, ¿Te pasa algo?

Me quedé pensando en como decirlo, como decirle que estaba enamorada de ella, como decirle que queria abrazarla, acariciarla, besarla... Como decirle que queria hacerla mía.

Pero enseguida se cruzaron por mi mente pensamientos desagradables; ¿y si ella no me quiere a mi?, ¿y si solo quiere ser mi amiga?, ¿y si se aleja de mí cuando se lo diga?, ¿y si no soy nada mas que un hibrido al que trata bien por ser diferente?

El ultimo pensamiento fue la gota que colmó el vaso, no se me ocurrió nada que pudiese hacer, por mi mejilla noté como se resbalaba una lágrima hasta llegar a la comisura de mis labios, llenando mi boca de un salado sabor.

Hice lo primero que se pasó por mi cabeza. Correr.

Corri hasta mi habitación, encerrandome entre lágrimas.

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