Capitulo 37

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Narra Ash

Desperté cerca de las cuatro de la mañana, notando que no habia nadie en la cama.

Me senté al borde de la cama y abrí los ojos, espere a que se acostumbraran a la oscuridad y comencé a buscar a Irina con la mirada.

No había rastro de ella por ninguna parte, entré en el baño y tampoco estaba allí, cuando salí de el, vi una sombra flotante en el techo.

Pensé que era mi imaginación, hasta que encendí la luz del baño y pude ver a Irina, dormida, flotando en el techo.

Me pellizque la mejilla para saber si era un sueño pero no, el pellizco me dolió e Irina seguía flotando.

Subí a la cama y la agarré del pie, estiré hacia abajo para que descendiese, pero en cuanto la solté volvió a subir hacia el techo, estaba realmente cansada así que hice lo primero que el sueño me permitió pensar.

Cogí tres de mis sudaderas y les quité los cordones de las caperuzas, uno de ellos lo use para atar sus pies y atarla a la parte baja de la cama, con los otros dos até sus muñecas y las amarré al cabecero de la cama.

Me volví a tumbar y abracé a Irina, por si acaso alguna de las cuerdas se soltaba. Quedé dormida al instante, increíblemente Irina no se despertó durante todo el proceso, tenía el sueño muy profundo al parecer.

Narra Irina

Abrí los ojos y me di cuenta de que estaba atada a la cama, intenté deshacer los nudos pero me fué imposible, estaban hechos torpemente pero no lograba zafarme de las cuerdas. Lo último que recordaba sobre la noche anterior era que estaba haciendo cosas de adultos con Ash, luego de eso nos quedamos dormidas.

-¡Ash! -la llamé intentando que despertase. 

Ella no hizo caso a mis gritos y se acomodó más.

-¡ASH! -grité

-¡Que! -se sobresaltó.

-¿Hicimos algo anoche de lo que no me acuerde? -dije moviendo las manos.

-No. -respondió. -Pero a partir de ahora creo que vamos a tener que dormir así.

-¿¡Porqué!?

-Bueno, me desperté a las cuatro de la mañana y adivina, ¿Quién crees que estaba dormida mientras volaba por encima de la cama? -preguntó sarcástica.

No dije nada, la respuesta era obvia.

-Exacto, ahora si me disculpas son las 9 de la mañana y habíamos quedado en jugar con Alexey. -se levantó de la cama y fue al armario.

-¡Oye, que yo sigo atada! 

-Después de la ducha me pensaré si te dejo libre o te quedas así. -cogió algo de ropa y entró al baño.

-¡No puedes dejarme así! ¡Tengo mis derechos! ¡Exijo un abogado! -grité. -¡Pienso vengarme!

Tras la puerta del baño se escucharon risas, después empezó a correr el agua.

Saqué mis garras y corté los cordones, primero liberé mi mano diestra y luego la zurda, después seguí con los pies. 

 -Algunas veces la venganza llega más rápido de lo que uno espera. -pensé.  

Me levanté y fuí directa al baño, para mi suerte no habia hechado cerrojo y pude entrar, había un espeso vapor que no dejaba apenas ver, pero la silueta del perfecto cuerpo de Ash era inconfundible.

Entré en la ducha y la abracé por detrás, ella se sobresaltó; resbaló y caímos al suelo, ella encima mio.

-¿¡Irina!? -gritó asustada.

-Te dije que me vengaría. -susurré a su oído.

Su cara estaba colorada, la agarré por las muñecas y la pegué a la pared, comencé a lamerle el cuello lentamente, mientras el agua mojaba mi ropa, Ash soltaba intensos gemidos.

ADVERTENCIA: Las escenas que vienen a continuación son para mayores de 18 años, como medida para menores pasaremos a un escenario mas adecuado.

Salimos de la ducha, con la placentera venganza ya concluida dieron las diez y media, nos vestimos y salimos de la habitación para ir a buscar a Alexey, por el camino nos encontramos con Elisabeth y Catarina.

-¡Hey! -saludó la pelirroja a su manera.

-¿A donde vais chicas? -preguntó Elisabeth.

-Vamos a buscar al admirador de Irina. -dijo Ash.

-¿Admirador? -comentaron las dos al unísono.

-¿Podemos ir? -preguntó Catarina, despues de que ella y Elisabeth compartieran miradas.

-No creo que haya problema. -les hice un gesto y comenzaron a seguirnos.

Nos seguian a una distancia considerable, susurraban y se reian, parecian dos niñas pequeñas, se llevarían bien con Alexey.


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