Las depresivas también amamos.

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Querido diario: Me desperté y Julia estaba en el baño. Me cambié y revisé mi celular.

Mensaje de Kyle.

Kyle: Quieren venir a mi casa estoy solo.
Sam: Claro ven a buscarnos no sabemos donde es tu casa.
Kyle: Dentro de un rato estoy allí.

Genial Julia se va a poner contenta. Julia tarda mucho en el baño fui a la cocina para preguntarle a su tía pero no está.

Toco la puerta a Julia. Se oye un no habrás por favor.

Sacó su cabeza.

Julia: Pensaba que ibas a dormir más.

Miro a los alrededores.

Sam: Estas bien?
Julia: Si porque?
Sam: Te apetece ir a la casa de Kyle?
Julia: Claro!

Me cierra la puerta.

Desayuné unos cereales que me dijo Julia que agarrara y ella todavía no sale del baño espío por la cerradura y la veo asustada intentando parar la sangre de su muñeca.

Sam: Julia va todo bien?

Entro a el baño.

Sam: Julia!

La veo metida en la bañera y una toalla en su muñeca.

Julia: Lo siento, lo siento.
Sam: Porque lo hiciste?
Julia: Mi tía se levantó de muy mal humor y..
Sam: Tranquila.

La ayudo a levantarse y a lavarse las heridas.

Llaman a la puerta no puedo dejar que la vean así, le tiro la ropa que me dijo y le cerré la puerta para que se cambie.

Abro la puerta.

Kyle: Vamos?
Sam: Si, Julia se está cambiando.
Kyle: Bueno entonces espero afuera?
Sam: Si quedémonos aquí hasta que ella venga ja.

Me puse muy nerviosa.

Julia: Ya estoy!

La miro y se puso una remera manga larga blanca y un jeans.
Yo me puse un vestido manga larga.

Nos fuimos las dos agarradas de las manos siento que es mi hermana menor.

Kyle: Esta es mi casa.

Era una casa enorme como es que puede tener una casa tan linda.

Entramos y era mas grande que como se ve por afuera hay miles de habitaciones. Kyle nos llevó por un laberinto de habitaciones y un pasillo enorme.

Kyle: Entren a mi habitación.
Julia: Wow, deben vivir mucha gente aquí.
Kyle: No en realidad no, solo son dos señores mayores mi hermana y yo.

Las dos nos miramos sorprendidas.

Kyle: Bueno siéntense no sabia que hacer así que la señora nos hizo todo esto le dije que era mucho pero bueno.

Nos señaló un montón de comida.

Kyle ve a Julia sorprendido.

Kyle: Qué es esto?
Preguntó mientras agarraba su brazo.

Julia se olvido de ponerse un vendaje para que no traspase la sangre a su remera blanca.

Julia: Son cicatrices de guerra.

Dijo ella tratando de alejarse.

Kyle: Una guerra? Contra quién?
Julia: Contra mí misma.

Entonces la vio bajar la mirada y lo comprendió, ahí estaba esa chica que todos los días la gente criticaba, en silencio, en palabras fuertes y duras. Le costo creerlo, ¿cómo es que esa chica se hacía tal daño? Había leído sobre aquello, pero seguramente no lo comprendió en ese momento, ¿ahora lo hacía?

La miro de nuevo impresionado de lo que ahora tenía enfrente, ya no era una simple chica, ya no era la chica rara. Ahora era algo más, una guerrera, hermosa y única, con un pasado y un presente que él quería conocer. Acercó la misma mano que sostenía hasta su pecho, suspirando ella levanto la mirada, aun el cabello caía por su rostro, él le sonrió y ella lo intento.

Kyle: No son como las tuyas.

dijo mirándola.

Julia: De qué hablas?
Kyle: Yo también tengo cicatrices, solo que las mías no se ven.

Ella se acercó a él, temerosa, con miedo, dudando de hacerlo, pero se atrevió.

Llevo las manos a su cuello, escondió la cara en su pecho y comenzó a soltar lágrimas, aquellas que por primera vez confiaba a alguien.

Él cerro los ojos y por primera vez en su vida se sintió protegido, se sintió querido.

Yo cerré la puerta y me fui sin decir una palabra solo queria que ella estuviera con él.

Samantha, Querido Diario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora