Corre por tu vida.

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Querido diario: Desperté muy tarde, mi madre no me dejó salir de la casa. Me vigilaba para todo, hasta para ir al baño, me siento en una prisión. Son las 18hs. A las 22:30hs es cuándo empieza la fiesta... Sigo dudando si me llamará Alex o no.

Estoy en mi habitación merodeando de un lado a otro, con mi celular en mano. Veo la pantalla a cada segundo, voy corriendo a mi puerta para espiar a mi madre. Ella sigue mirando su serie en el sofá, no creo que nadie la mueva de allí.

Me pongo un poco de sombra de ojos, me aliso el pelo. Busco un vestido rojo pegado y me lo pongo. Siento que todo esto no valdrá la pena pero vale intentarlo.

Llamo varias veces a Alex, a la cuarta llamada me atiende.

Sam: ¿Alex?
Alex: Hola. Estaba..
Sam: ¿Vendrás a por mi?
Alex: Si, pero recién son las.. -Para unos segundos. -19hs.

Respiro y contesto.

Sam: Pero sabes que mientras más temprano mejor.
Alex: Si quieres paso por tu casa. -Dice con voz ronca.
Sam: Ayúdame a salir de aquí.

*Corto*

Estoy nerviosa y a la vez ansiosa. Quiero salir, bailar y emborracharme! Escuchar esos rock and roll de papá, disfrutar...

Pasaron ya tres horas desde aquella llamada. El me dijo que vendrá enseguida, son las 22hs.

Escucho alguien diciendo "Shh" por la ventana. Me asomo a la ventana pequeña del baño de mi habitación.

Sam: ¿Tienes un plan?
Alex: No tengo un plan.

Miro para los dos lados y luego miro el suelo.

Sam: Podría intentar pasar por aquí.
Alex: Eres flaca, pero no un palo. -Ríe.

Me cruzo de brazos mirando a mi alrededor. Tiro mis tacones por aquella ventanita del baño.

Alex: ¡Casi me das en un ojo!

Río imaginándome eso.

Sam: No lo sé.
Alex: Iré a explicarle a tu madre.
Sam: ¡No! Es peor.
Alex: Entonces... -Mira todo el alrededor. -Me subiré allí.

Mira mi balcón y me quedo confundida.

Sam: ¡Pero está cerrada!
Alex: Te rescataré del monstruo de tu madre. -Hace una pose heroica.

Voy corriendo intentando forzajear la puerta de vidrio, levanto las persianas y escucho los zapatos de mi madre viniendo a mi habitación. Hago señas con las manos de un lado a otro y hago que se caiga Alex de espalda al ver a mi madre por el cristal.

Mamá: ¿Qué hacés? Duérmete.
Sam: Quería ver la noche que me perdía, almenos desde mi ventana.

Ella se pasa la mano por su cabello y cierra la puerta, escucho la llave.

Levanto el pulgar derecho y Alex se levanta.

El se acerca a la ventana.

Sam: ¡Es mala idea!

Me muestra una piedra en su mano.

Alex: Córrete.
Sam: No, ya no quiero ir. Iremos otro dia.

Me doy media vuelta para agarrar mi celular.

Escucho los pedazos de vidrios caerse alado de mis pies descalzos. Alex se acerca a mi esquivando los cristales rotos. Escucho a mi madre venir corriendo con pisadas fuertes.

Samantha, Querido Diario.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora