Capítulo 7

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-déjalo así Sae, ya... ya no importa-dejo suelto su cabello ese día, porque en realidad no tenía ganas de arreglarse, quizá si no la veían bonita no querrían visitarla más, sería el día más feliz y más horrible de esa semana seguramente.

La kermes... estaba segura de que en ese mismo lugar encontraría a cada uno de los hombres que habían ido a visitarla, se lo prometieron, cada uno, pero esperaba no tener que hacer algo más que saludarlos.

"13 de mayo 17...

Es un día hermoso y soleado, un perfecto día para disfrutar de una kermes, pero... a la vez hay nubes que oscurecen todo en mí, es como si poco a poco algo dentro de mí muriera y no sé qué es exactamente.

Solo ha pasado una semana, en la que me han obligado más que nunca a actuar como la persona que no quiero ser, y lo peor es que sé que no va a acabar pronto.

Algunas veces me gustaría poder decirles en voz alta que no me interesa nada de lo que me están diciendo. Mientras me cuentan de sus interminables aventuras o cómo les va en sus negocios, en mi cabeza solo se puede reproducir las líneas de mis libros o las melodías del piano, ¿es acaso eso correcto? sé que no lo es, pero ellos me tienen en frente y no logran verlo, no logran ver lo que siento en realidad, solo observan una chica tonta que pretenden tener como esposa.

Todos en mi familia están felices por mí, piensan que he cambiado y que terminare por aceptar a alguno, lo cual es totalmente improbable... odio a cada uno, su manera de hablar, de moverse, de referirse a mí, los libra de siquiera una pizca de individualidad.

Puedo imaginármelos en la noche, todos juntos en el mismo burdel, aunque pretendan llamarlo casino, gastando su dinero en vicios y mujeres, ninguno se podría llamar diferente, y están en un constante duelo por ser el esposo que creen que espero.

Sin embargo lo que más me lastima, no es tener que recibir esas sonrisas falsas o halagos exagerados, lo que de verdad duele es que mis seres queridos se regocijen de mi infelicidad. Ellos que pensé que me amaban, saben que esto no me gusta, saben que preferiría quedarme como estoy y pretenden olvidarlo... sé que lo saben, cubren toda esa culpa que seguro sienten pensando que esto es algo bueno para mí, que soy yo la que estaba equivocada.

No lo estoy... sé cómo son en realidad, lo puedo ver en sus ojos, no veo amor... sino deseo, deseo de obtener algo que parece inalcanzable. Una vez que me tuvieran en sus manos harían lo que quisieran conmigo, porque no sería su esposa, sino que ocuparía el mismo lugar que uno de sus caballos, o cuadros... no sería una persona, sería una cosa, un accesorio, un ser sin emociones que viviría para hacerlos felices...

La idea me causa repulsión, y estoy segura de que tú has sentido lo mismo... te has sentido tan preso que la única manera de sentirte libre es huyendo hacia lo más profundo de tu alma, en busca de esa última luz de esperanza... explotando tu cerebro para que piense en alguna solución, y no solo sentir por un instante, que quizá podrías ser dueño de ti mismo... sino vivirlo, ser tu propio dueño.

Aunque yo no lo logre, espero que tu si, y que tu destino logre llevarte hasta lo que hemos deseado desde el día en que nos dimos cuenta de nuestra situación, de diferente manera, pero esclavos al fin..."

Podía volver a brillar solo con dos personas... las niñas que sabía, no estaba enteradas de su infierno, y que creían en los cuentos de príncipes y princesas. Pensaban que ella pronto encontraría a ese héroe de cuentos con el que viviría feliz para siempre.

Verlas bailar al ritmo de las melodías que interpretaba en el piano era tan hipnotizante, ver su pureza, su ingenuidad, su felicidad, se puso a pensar en si en algún momento de su vida habrá reflejado lo mismo.

Libertad (FINALIZADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora