Capitulo 48

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-espera...- después de que él tocara sus labios en un beso dulce, Katniss se apartó pero no lo hiso demasiado, solo lo suficiente para mirar sus ojos- esto se nos está saliendo de control, ¿Qué se supone...

-no necesitas tener todo bajo control siempre- interrumpió Peeta acariciando los labios rosados de su esposa con su pulgar, el cálido aliento solo lograba despertar su fuego interno- ¿recuerdas que te mencione que podíamos tener más? Uno del otro- ella asintió, él acaricio la marcada cintura con su otra mano- alguna vez...-miro los ojos grises- te has preguntado ¿Cómo se sentiría acariciarnos sin la ropa puesta?

-¡¿Qué?!- ella casi se atraganta al hablar, todo su cuerpo se estremeció al oír esa pregunta. Claro que no lo había echo...

¿Importaba que lo estuviese imaginando ahora? No... nunca lo hubiera pensado si él no lo mencionaba.

-me oíste...- susurro Peeta besando la delicada piel del cuello de esa mujer, sus manos empezaron a moverse, una de ellas acaricio las caderas y las acerco sutilmente a su creciente erección, el suspiro de ella lo alentó a seguir- la ropa que llevamos puesta ahora mismo, está de más...

-Peeta...-trago con dificultad, tomo aire exageradamente, sus manos en vez de apartarlo, se cerraron con fuerza sobre la camisa que cubría el vasto pecho.

-¿Cómo te sentiste... cuando me viste desnudo?- pregunto aquel hombre, necesitaba encenderla, él ya estaba más que estimulado acariciando el redondo trasero, la tela que ella llevaba encima era demasiado fina, casi podía sentir la piel.

-eres... hermoso-admitió la joven sin poder contenerse, sintiendo las fuertes manos sobre su cuerpo, aventurando las suyas a la piel que podía tocar de él, la piel de su cuello, mientras se besaban intensamente...

-logrará que me sonroje señorita Everdeen- menciono el señor Mellark separando los labios, distrayendo su boca en una amplia sonrisa de satisfacción. Katniss escondió su rostro entre las manos, él rápidamente las tomo y las aparto mirando el tierno rostro de la mujer que amaba, la mujer que quería amar hasta quedarse sin aliento- deja que te amé...- pidió, manteniendo fija la vista en unos ojos brillantes de deseo e inexperiencia- permíteme hacerte el amor... permítenos hacer el amor...

-¿Qué?-volvió a repetir ella en un susurro, ¿hacer... no sabía lo que era eso, nunca lo había escuchado y sonaba tan... fuerte, tan... no sabía que pensar- no se...

-déjame mostrarte, todo lo que puedo darte...- suplico él acariciando la sonrosada mejilla- consiente que nuestras almas puedan tocarse, te prometo que no te arrepentirás, solo tienes que dejar de pensar y sentirlo mi flor... solo tienes que sentirlo...-le repitió mientras se acercaba precavido a besar los tiernos labios, ella dejo que la besara y él podía sentir las ansias de mujer alentándola. Era una dama tan apasionada, se lo había demostrado los últimos meses. La manera en la que su cuerpo se movía naturalmente, podía tentar a cualquier hombre, aunque su mente no conocía lo que hacía, su cuerpo joven le pedía dejarse llevar.

-no...-Katniss miro directamente los ojos azules, sus manos sintiendo la piel caliente debajo de la ropa de su mejor amigo- ...me lastimes, por favor...-pidió.

En su interior se libraba una guerra enorme.

Una parte gritaba que se apartara de él, por miedo a que lo peor en Peeta pudiera liberarse ahora que ella se encontraba tan vulnerable, quizá la estaba engañando, quizá...

La otra parte, la más poderosa hasta el momento, le aseguraba que el dueño de ese cuarto nunca la lastimaría, le rogaba que lo besara y acariciara, que se entregara al momento.

Libertad (FINALIZADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora