Capitulo 49

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Se retiró de su esposa cuando supo que no podría contenerse más, no sin antes asegurarse de que ella llegara al orgasmo prometido por sus caricias. Su semilla se derramo sobre el suave abdomen de aquella joven con la respiración acelerada, los cabellos revueltos en la almohada y las mejillas sonrosadas. Suspiro de alivio, porque tuvo la fortaleza para culminar fuera de ella y de esa manera protegerla de un no esperado embarazo. La miro con los ojos cerrados y tratando de re normalizar su respiración, la hermosa imagen de una muchacha que acababa de convertirse en mujer, tuvo la certeza de que tenía que encontrar el valor para hablar con Katniss sobre el tema, no podía seguir postergándolo...

A la mayor de las Everdeen los parpados le pesaban, quiso abrir los ojos cuando sintió a Peeta moverse en la cama, pero no tenía fuerzas, solo quería tenerlo a su lado para dormir luego de lo que habían vivido, lo sentía como una parte más de ella ahora, no quería tenerlo lejos.

-¿Qué haces?-pregunto adormilada, mientras él pasaba con esmero alguna ropa por sobre su vientre.

-limpiándote- contesto Peeta usando su camisa para apartar de ella cualquier rastro de su encuentro, no pudo evitar besar el vientre y pensar..."algún día" quizá algún día ya no tendrían que cuidarse y podrían concebir el hijo que imaginaba con ella. Ahora que estaban así de unidos y felices, empezó a imaginar un futuro juntos, uno en el que él removería las sabanas de la cama y la cobijaría entre sus brazos, justo como ahora. Se le antojo que todos los días que le quedaban de vida fueran como esa noche.

Cuando él volvió a su lado, ella lo abrazo para sujetarlo y que nunca más se marchara, apoyo su cabeza en su almohada personal, el extenso pecho, y sintió un beso en su cabeza antes de dormirse profundamente...

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La luz del sol inundaba tenuemente la habitación cuando Katniss abrió los ojos lentamente la mañana siguiente. Trato de recordar en que momento había cubierto con las sabanas su desnudez, pero no lo recordaba, estar desnuda en una cama era ya suficientemente increíble.

Luego de unos minutos se acordó claramente lo que había pasado tan solo hacia unas horas atrás, las penumbras le daban un toque irreal a lo sucedido, como si todo lo que hubiese ocurrido fuera un sueño, pero el día volvía todo más real, incluso al hombre que descansaba a su lado.

Sintió la tibia mano de Peeta sobre su cintura y observo la otra cubriendo la suya sobre el pecho de él, juntas, ellos estaban juntos, sonrió ligeramente al pensar cuanto significado tenía esa palabra ahora.

Rememoro todos los besos que recibió su piel, todas las caricias que su cuerpo necesitaba y no descubrió hasta la noche anterior, y lo miro, tan tranquilo entre sueños, tan suyo...

Nunca creyó en que una persona podría pertenecerle a otra, pero tampoco había conocido de lo que el amor era capaz...

-buenos días- el señor de esa casa entreabrió los ojos comprobando como una intensa mirada se clavaba en él. Medio consiente, aun podía percatarse de ella prestándole toda su atención.

-buenos días- respondió Katniss divertida por lo perezoso del despertar de uno de sus mejores amigos, lo vio parpadear unas cuantas veces y después al parecer quedarse dormido nuevamente. Estiro la mano y acaricio su cabello rubio tratando de que volviera a mostrarle su hermoso iris azul.

-¿Cómo has dormido?-pregunto Peeta abriendo levemente los ojos. Acaricio el antebrazo de la mano con la que ella lo estaba consintiendo, beso la tierna piel y disimuladamente observo los vellos en esa parte de su cuerpo erizarse, noto como en su costado los pequeños pezones empezaban a despertar por sus besos también, le encanto y tuvo que contener una sonrisa.

Libertad (FINALIZADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora