Capitulo 36

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Algo desconocido para él recorrió su cuerpo cuando ella le sonrió de esa manera, fue como una sensación de calma que invadía cada rincón de su piel, como si de cierta manera la verdad liberara su alma.

¿Lo entendía? ¿Ella entendía lo que su promesa escondía? Por un momento aquel hombre tuvo miedo, quizá si su esposa lo comprendía lo alejaría, pero si no lo hacía...

-yo...-soltó Katniss casi en un susurro, quería preguntarle ¿que significaban sus palabras? pero pensó que si lo hacia estaría dando demasiada importancia al asunto...él no había dicho nada más, quizá solo tenía intención de reconfortarla, ¿Por qué siquiera estaba dándole la relevancia que no se merecía? lo había dicho solo para consolarla, estaba segura...- siento de nuevo haberme dormido aquí- dejo de ver los ojos azules de él, para intentar levantarse de la cama, se sorprendió cuando sintió la mano de él tomando la suya con más fuerza, evitándoselo.

-¿A dónde va?-pregunto Peeta cuando tuvo su atención de nuevo, sonó mas decepcionado de lo que hubiera querido, pero al darse cuenta de que ella ni siquiera sospechaba lo que sentía, volvió a invadirlo ese vacío que ya estaba siendo habitual en él.

-a mi cuarto...-Katniss recordó en un segundo que los niños ocupaban su cama- digo, al cuarto de invitados- la situación era cada vez más incómoda, a pesar de su respuesta Peeta no la soltó.

-puede quedarse-propuso él con voz suave.

-¿Qué?... no-la voz de ella sonó como si eso le horrorizara, y lo hacía, pero no quería que él lo supiera, era muy perceptivo y de seguro le preguntaría porque la idea la alarmaba tanto, pero ¿Cómo no podría? ¿Ellos en la misma cama? No quería que Peeta le propusiera eso, no quería sospechar que él quería hacerle daño, confirmo que no eran sus intenciones cuando lo escucho hablar de nuevo.

-puede dormir aquí, dormiré en la habitación de invitados, aquí no se siente tanto el frio- Peeta no supo si sus palabras tenían un doble sentido, desde que los dos se encontraban en la misma habitación no había percibido el frio de la noche ¿ella también se sentiría tan cálida?

-es que...-ella pensó que era cierto, pero aun así- esta es su habitación, no tiene que irse, de verdad.

-quiero hacerlo-su determinación lo sorprendió y al parecer a ella también, la verdad era que él sabía que no iba a poder dormir en esa cama extrañando la presencia de aquella mujer, ahora que tenía una imagen de ella entre las sabanas, supo que no podría olvidarlo nunca, definitivamente que Katniss se fuera dejando su perfume a flores impregnado a su alrededor iba a ser una tortura- además la cama de la habitación de invitados es más cómoda-bromeo tratando de suavizar la tensión que parecía crecer entre los dos, supo que lo logro cuando ella volvió a sonreír y asintió.

Él se levantó de la cama y se puso los zapatos tan lento que ella empezó a arrepentirse de haber cedido, ¿pero que le pasaba? ¿Es que acaso quería que volviera? ¡No! Tuvo que convencer a su absurda mente... eso sería, seria...

Su corazón bombardeo sus oídos cuando él puso una de sus manos en el costado de su cuello y se acercó, ella alzo un poco la barbilla involuntariamente, para luego sentir como Peeta besaba su mejilla...

¡POR DIOS! ¿Qué le ocurría? ¿Había pensado que él iba a besarla en los labios? Vio en la cara del señor Mellark confusión cuando estuvieron frente a frente de nuevo.

"buenas noches Katniss" le dijo mientras ella trataba de recomponer su respiración...

El frio se volvió a sentir cuando lo vio atravesar la puerta, se acostó nuevamente mirándola aun, tratando de castigarse a sí misma por lo que su cuerpo hacia sin su autorización. Casi sentía que podía odiar a su corazón y a sus pulmones que siempre la delataban cuando estaba nerviosa, o que podría cortarse las manos cuando vio como ellas tomaron la almohada del lado de la cama de Peeta.

Libertad (FINALIZADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora