Libertad (FINALIZADA)

Capítulo 15

-Katniss- podía oír su nombre pero lejos- Katniss-esta vez lo escucho más cerca, y además sentía las manos de alguien tratando de levantarla, no quería abrir los ojos.

-unos minutos más Sae-pidió dando una vuelta sobre la cama, aun con los ojos cerrados, tratando de volver a la inconciencia.

-ya pasa de mediodía-señalo su dama de compañía en un tono divertido, la joven al instante abrió los ojos y recordó que no estaba en su cuarto. Debería de haber despertado hacia horas, nunca se quedaba hasta tan tarde en la cama, nunca podía.

-¿Qué?-pregunto dando una vuelta de nuevo y viendo a la mujer al lado de la cama sonriendo, las cortinas estaban abiertas y un sol ya muy alto entraba por la ventana.

-¿Cómo has dormido?-le pregunto Sae acariciando el límite entre su frente y su cabello, la mayor de las Everdeen miro a los pies de la cama. La ropa del señor Mellark ya no estaba ahí, solo su bata rosa estaba tendida.

-bien-contesto simplemente, aunque había dormido como hace mucho no lo hacía, no tuvo ninguna pesadilla, no se despertó en medio de la noche, fue como si unos minutos atrás hubiera cerrado los ojos, pero se sentía muy descansada-¿tu acomodaste la ropa del señor Mellark?- le pregunto mientras con ambas manos apretaba el cubrecamas que hasta el momento solo había cubierto su torso.

-no-le contesto ella mirando confundida hacia donde miraba Katniss- el suele acomodar su propia ropa, no deja que ninguna de las muchachas de la casa lo haga, pero quizá deberías empezar a hacerlo tú-le sugirió mientras arreglaba un vestido que había traído para ayudarla a cambiarse, definitivamente seria lo que una esposa debería hacer- lo vi salir temprano de la habitación, empezó a llevar las cosas a la casa de campo...

-¿de esta habitación?-la interrumpió inquieta Katniss.

-¿de dónde más?-le pregunto Sae divertida, pero la joven no emanaba ni una pizca de diversión. Si ese señor salió de esa habitación, era porque había estado adentro, Katniss no sabía cuánto tiempo, mientras ella estaba dormida en su cama, con solo un camisón cubriéndola, y ni siquiera sabía si el cobertor habría estado cubriendo su cuerpo hace horas, se sintió demasiado inquieta, tanto que quería salir corriendo de ahí, se paró de la cama y empezó a tomar su ropa para que Sae la ayudase a vestirse-no has sangrado-dijo sorprendida la mujer sacando las sabanas de la cama y después girándose para ver a su señora.

-¿sangrar?-Katniss negó- no, todavía no- había sangrado solo hace una semana, no tenía que volver a sangrar en unas semanas más.

-no, por eso no-le aclaro Sae, mientras le ayudaba a ponerse las enaguas, le explico mientras le ajustaba el corseé- la primera vez que una mujer duerme con un hombre, suele sangrar, pero al parecer tu no lo has hecho-resolvió sorprendida pero no hondo demasiado en el tema, le empezó a comentar sobre como las niñas estaban emocionadas por conocer los viñedos.

Era evidente que si ella no había dormido con el señor Mellark nada iba a pasar, pero de eso nadie debía enterarse. Definitivamente si eso pasaba en el momento en que una mujer le pertenecía a un hombre, ella no quería vivirlo, nunca dejaría que la lastimaran, no si podía evitarlo.

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Después de almorzar, lo único que quedaba era esperar, el señor Mellark llegaría en cualquier momento para que ellas fueran las próximas en conocer la casa de campo, sus cosas ya estaban allá, y Katniss no veía la hora de ser la próxima.

No entendía porque ahora que estaban en uno de los salones, ella leyendo un libro y sus hermanas mayores y tía Effie bordando cerca, cuchicheaban entre si mirándola y riendo.

-¿Qué pasa?-les pregunto irritada, dejando el libro abierto sobre su regazo- ¿Clove?-insistió a una de sus hermanas cuando ninguna contestaba.

-nada-le contesto ella con una sonrisa volviendo a su tarea- solo que... pensábamos que nuestro padre tenía razón... si necesitabas un esposo-finalizo y las tres rieron histéricamente.