-Katniss...- Effie se acercó a su sobrina y acaricio su mejilla contemplando sus ojos cristalinos- ¿Qué paso?- pregunto preocupada.
La mayor de las Everdeen negó y solo la abrazo, no pudo evitar derramar más lágrimas cuando se encontró con su tía ¿Cómo le explicaría? ¿Cómo le explicaría a todo el mundo su error?
-vamos a jugar- alentó Finch a Rue y Rose viendo el estado en el que llegaba su hermana, recibió por parte de esta una mirada de agradecimiento...
Cuando estuvieron solas, Katniss y Effie se dirigieron a la sala, la primera se decidió a ser honesta y le conto a su tía lo sucedido, todo lo que había pasado los últimos meses, incluyendo su acuerdo de matrimonio...
-se que es horrible que haya echo cosas como esas- pensó en el acuerdo que tenía fin cuando su tío muriera- y es hoy que lo estoy pagando con creces- menciono a su tía que sujeto con fuerza sus manos.
-desde el principio me pareció extraño que se hubieran elegido, pero estaba tan feliz, no quise ver lo que estaba pasando en realidad-admitió apenada la mujer- perdóname, por no haber estado ahí, no sabía...
-es mi culpa- recalcó Katniss- no tendría que haber vuelto con él, tendría que haberme mantenido alejada como lo acordamos desde un principio, pero...-seco una de sus mejillas.
-¿no hay posibilidades de que... quizá Peeta pueda hacer algo para...- a Effie le dolía que el matrimonio de sus sobrinos atravesara por tales circunstancias, porque...- ustedes se aman- Katniss negó de inmediato.
-él nunca me amo- dijo convencida y aun dolida, pensó que el dolor de la verdad nunca se iría, y quizá era un castigo, por haber sido la culpable de la muerte de su padre y de su tío- y yo ya no lo amo-expreso con voz temblorosa, las palabras dolieron al salir y parecieron irreales.
-¿qué pasará con...- al ver la tristeza de su sobrina no quiso abrumarla con más preguntas, aunque quería saber que seria dele bebé que Katniss llevaba en su vientre.
-entenderé si... no me puedes recibir aquí, después de todo él es mas familia tuya... yo- se obligó a pensar a donde iría si su tía no podía acogerla, la realidad era que no tenía a donde más ir.
-está es tu casa- Effie sonrió con tristeza, no le gustaba ver tan abatida a su sobrina y si en sus manos estaba librarla de algunos problemas lo haría, todavía mantenía la ilusión de que sus jóvenes sobrinos se reconciliarán- ¿quieres comer algo? ¿Necesitas algo?- la joven Everdeen negó.
-solo, iré a recostarme un momento...- se levantó del sillón sumamente cansada, una de sus manos fue a su cintura porque le dolía, debió recordarse que sus malestares tenían una razón, pero lo cierto era que prefería imaginar que no llevaba un niño de ese hombre adentro, aun la noticia parecía irreal, ficticia, ¿hasta cuando podría ocultar su estado de los demás? No quería que la gente lo supiera, le avergonzaría tanto...
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-¿un hermanito?- pregunto Prim al lado de su padre remplazando ligeramente su tristeza por ilusión- entonces... ¿Por qué mamá se ha ido?
-es por algo que hice mal- vio a su hija fruncir el ceño, y aunque ella podía entenderlo él no podía explicárselo.
-pero...- la mayor de las Mellark miro el suelo de un lado a otro, tratando de buscar una solución, pensando en cómo su familia podría estar nuevamente junta- quizá... ¿le has pedido perdón?- su padre asintió aún mirando el suelo, ella nunca lo había visto tan triste.
-quiero que vayas con ella, tu la necesitas mas de lo que me necesitas a mi- dijo el señor Mellark acariciando la mejilla de Prim, le dolería aún más no tenerla, pero pensaba en la tristeza que había sentido su esposa al tener que dejarla, y si alguien debía sufrir por lo que había pasado no era nadie más que él mismo, estaba convencido de ello.
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Libertad (FINALIZADA)
RomanceSiglo XVIII, ¿puede existir una mujer llena en iguales cantidades de odio y amor? ¿Puede un terrible temor llenarte de prejuicios? ¿Puedes vivir desconfiando y a la vez entregarte por completo? ¿Puedes tener sueños diferentes a los que te han impues...