Cuando llegaron a casa de los tíos, no lo hicieron solas como fue planeado desde un principio, sino que el señor Mellark las acompaño. Katniss no dijo nada en todo el camino y no planeaba hablar muy pronto, quizá ese día solo serviría para observar todo a su alrededor, observar lo que no pudo ver por estar demasiado preocupada porque las cosas resultaran mal.
Fueron recibidos por su eufórica tía Effie, que apenas bajaron del carruaje abrazo a cada uno con mucho amor, incluso a Katniss que pensó que no querrían verla y que la echarían por su pasada actitud.
Al parecer ese episodio había quedado sepultado en el pasado, porque cuando entro a la casa su tío Haymitch se acercó, la abrazo como la había abrazado siempre, beso su coronilla y se separó de ella para sonreírle un momento...
Era inevitable no sentirse culpable, la mayor de las Everdeen no sabía cómo reaccionar con respecto a cómo la recibieron. Se había esperado que quizá al menos por educación la saludaran como a una visita más, ya que en teoría esa ya no era su casa, pero el afecto con el que trataron sus tíos, como no recordando nada de lo que había pasado, como si hubiesen pasado meses desde su discusión, como si de verdad la hubieran extrañado, era extremadamente sorpresivo.
-¡Katniss!-escucho el grito al unísono de sus hermanas arriba de las escaleras, bajaron apresuradas y se acercaron lo más pronto para abrazarla y no la soltaron, se aferraron a ella.
Katniss Everdeen tampoco tenía intenciones de soltarlas, nunca habían estado separadas por tanto tiempo, y solo había pasado una semana...
Una semana en la que se escribieron casi todos los días, porque las niñas que habían crecido sin que ella lo percibiera siempre tenían algún chisme nuevo que contar, sin embargo la recién casada no dedicaba su atención a todo el contenido, sino a algo persistente, siempre terminaban de la misma manera..
"te amamos, vuelve pronto"
En un pasado la actual señora Mellark no sabía si podría enfrentarse a su tío de nuevo alguna vez, pero en ese mismo instante no se arrepentía de haber vuelto.
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-¿y cómo se ha comportado?-pregunto Haymitch mientras le servía un vaso de whisky después del almuerzo, Peeta ya intuía que por esa razón lo había arrastrado hasta ahí.
-me lo preguntas como si ella fuera un niña a mi cargo, no sé qué quieres que te diga, es mi esposa, se ha comportado como eso-le contesto desganado a la vez que el hombre más maduro tomaba un poco de su vaso sentándose en el sillón de la biblioteca, e invitándolo a sentarse en frente.
-sabes a qué me refiero Peeta-lo miro con seriedad- estoy seguro que después de que dejaras que hiciera lo que quisiera yéndose de aquí huyendo, las cosas no han cambiado mucho en tu casa y de seguro ella hace lo que quiere.
-no tengo porque obligarla a hacer algo que no quiere-le contesto irritado su sobrino.
-ese es el problema, no sabes lo que tienes que hacer con ella-le indico su tío como si el tuviera el secreto para lidiar con aquella joven.
Por un momento Peeta empezó a entender a Katniss ¿Por qué necesitaba ser controlada? Admitía que los arrebatos de aquella muchacha algunas veces eran desesperantes, pero eran pasajeros y ella terminaba por calmarse, a pesar de solo haberla conocido hacía pocos meses conocía eso, solo tenían que dejarla en paz...
-no necesito que me aconsejes en cómo tratar a mi esposa tío-insistió el más joven tratando de fulminar el tema y sintiéndose extraño al llamar a esa mujer su esposa.
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Libertad (FINALIZADA)
RomanceSiglo XVIII, ¿puede existir una mujer llena en iguales cantidades de odio y amor? ¿Puede un terrible temor llenarte de prejuicios? ¿Puedes vivir desconfiando y a la vez entregarte por completo? ¿Puedes tener sueños diferentes a los que te han impues...