Libertad (FINALIZADA)

Capitulo 40

Peeta pensó que se estaba volviendo loco cuando escucho risas en el comedor; su sonrisa creció inmediatamente cuando se percató de que las voces de las niñas no estaban en su imaginación.

Las bienvenidas nunca habían sido las mismas desde que ellas se marcharon, era horrible volver a casa para el almuerzo y tener que comer en esa mesa solo, ese día sabía que sería especial, ese y todos los días en los que las tuviera.

-¿Katniss está en su habitación?-pregunto a Sae cuando ella entro al salón trayendo la comida junto con Mags.

-no señor, fue a la ciudad- él se sintió confundido de que luego de un largo viaje como el de regreso, ella aun tuviera energías y disposición como para emprender otro viaje de horas.

-¿paso algo con la librería?- le pregunto a la mujer quizá pensando que por esa única razón ella había vuelto, no porque hubiera sentido que lo necesitaba, como él lo hacía.

-no, me dijo que iría a la casa de sus tíos.

-¿recibió alguna carta? ¿Sabes si paso algo con mi tío?- se alarmo al pensar en la posibilidad, pero también pensó que Katniss le avisaría si algo ocurría.

-no señor Mellark- lo tranquilizo ella mientras le servía la comida, hablo bajo lo próximo para que solo él la escuchará- ella se veía un tanto intranquila, pero estoy segura de que si algo grave hubiera pasado se lo habría informado antes de irse.

Peeta asintió creyendo en Sae, después de todo, ella conocía muy bien a Katniss.

-dices que estaba intranquila- repitió, la mujer mayor asintió.

-no es mi intención preocuparlo, pero pienso que debería saberlo, ella no me explico muy bien porque iría a la ciudad, solo me pidió que cuidara a las niñas, y le informara a donde fue si usted preguntaba.

Peeta no pidió más explicaciones, quizá nada andaba mal, quiso creer en ello, pero aun así quería saber porque su esposa estaría tan perturbada, luego de comer en una mesa decente por primera vez en días, lo averiguaría por sí mismo.

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La mayor de las Everdeen no pudo ocultar su decepción cuando llego a su antigua casa de la ciudad y su tía Effie la recibió.

Había deseado con todo su corazón en el camino que ella no estuviera en casa, de esa manera podría hablar con su tío sin interrupciones.

Delante de Effie no podía armar un escándalo, sabía que ella no soportaría saber todo lo que su mente guardaba, todos los secretos y mentiras que habían estado escondidos en un libro y en la conciencia de su tío.

-la maternidad te ha sentado bien- la halago su tía tocando su mejilla maternalmente luego de abrazarla con fuerza.

Katniss miro los hermosos ojos de esa mujer sintiendo lastima por ella, sintiéndose culpable de no decirle la verdad ahí mismo, ella merecía saber, merecía saber todo...

-¿así que ya podre conocer a la famosa Rose?- pregunto Haymitch bajando por las escaleras, Katniss tuvo que recurrir a todo su autocontrol para no alejarlo cuando se acercó a besar su mejilla- ¿y las niñas?-pregunto mirando el carruaje en la entrada.

-querían estar con Peeta- mintió Katniss.

-¿y no podían estar con Peeta y contigo?- la mayor de las Everdeen quiso gritarle, porque él siempre tenía algo que alegar a lo que decía, se preguntó si después de que él supiera que ella sabía la verdad, aun le reclamaría todo el tiempo las equivocaciones que cometía, sería muy hipócrita de su parte.

-eso no importa- salto Effie a interrumpir una posible confrontación- lo importante es que estas aquí Katniss- se acercó a abrazarla nuevamente, la mayor de las Everdeen podía sentir su interior retorcerse de la culpa- te hemos extrañado muchísimo estos días...