Capítulo 59

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Estaba siendo llevada lejos de todo lo que verdaderamente amaba, introducida dentro de una oscuridad que helaba hasta los huesos, y solo podía escuchar la tenebrosa voz de ese hombre.

-quiero matarlo antes de irnos- había insistido Seneca Crane a Snow.

Katniss solo podía sentir su corazón golpeándola a toda velocidad en su pecho, deseaba que Peeta estuviera muy lejos de ellos, lo quería a salvo.

-¿aun dudas que nos esté siguiendo?- inquirió el viejo despreciable, y sin pensarlo dos veces tomo la mano de su prisionera, misma mano que había sido dañada antes y corto la piel con un cuchillo.

Lágrimas de dolor brotaron de los ojos de ella cuando su herida fue restregada contra la áspera superficie de un árbol, se soltó lo más rápido que pudo del agarre de ese anciano que parecía divertido por la situación y lo miro con odio, directamente a los fríos ojos, ya que no podía gritarle.

-¿Quién lo diría? Callada se ve aún más hermosa- Snow trato de tocar el rostro de la mayor de las Everdeen, pero esta se apartó ante sus intenciones…

Miro como Cinna y Peeta llegaban a su encuentro y no pudo sentir más que desesperación porque estuvieran tan cerca de alguien tan ruin como Snow, grito sus nombres por dentro, tan fuerte, pero ellos no podían escucharla…

***

-¡Cinna! ¡Peeta!- cuando volvía de a poco a la realidad, pudo escuchar su voz.

-tranquila, tranquila- repitió Peeta mientras la abrazaba a su cuerpo-estoy aquí Katniss- de inmediato la escucho sollozar en su pecho, con tanto dolor que le dolió a él también. Cerro los ojos con fuerza tratando de contener las lágrimas, pero estas lo vencieron cuando volvió a abrirlos.

Habían pasado semanas, las pesadillas la habían perseguido cada noche.

-dime que solo fue una pesadilla- imploro Katniss aferrando sus manos a la camisa de él- dime que Cinna está conmigo Peeta, dime que está cerca- las manos de su esposo le acariciaron la espalda una y otra vez. Cuando no escucho lo que esperaba solo pudo vivir aquel dolor como si fuera reciente, como si esa misma noche hubiera perdido a su mejor amigo, aunque habían pasado días de lo sucedido…

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-Mags te ha preparado todo lo que te gusta- anuncio el señor de la casa entrando al cuarto con una bandeja repleta de comida- Katniss…-la llamo cuando la observo mirar algún punto en el suelo, como hacía días. Aunque el sol ya se encontraba muy alto, nada había podido levantarla de la cama, dejo la comida y se acercó, le acaricio la cabeza- Katniss…-repitió pero ella no lo miro.

Se sintió tan abatido por los últimos días, había querido ser fuerte, no hundirse, por ella, por su familia, pero no podía seguir observando como su mujer se desmoronaba, como la perdía cada día, cada segundo…

Katniss solo lo miro cuando se dio cuenta de que lloraba, miro sus hermosos ojos nublados por las lágrimas, noto su tristeza y parpadeó lentamente cuando se percató de que él sufría con ella.

-yo…no…-tomo la mano de Peeta entre las suyas y la acerco a sus labios besándola- no puedo…-confeso con angustia, negó- no puedo seguir sin él.

-me tienes a mí, tienes a nuestra familia- le recordó él llevando sus manos juntas hasta el vientre de ella- tienes a nuestra bebé- las lágrimas nublaron los ojos grises de su esposa- hazlo por ella…

-lo intento- Katniss sujeto con fuerza la mano de Peeta, una vez más, como aquella noche, casi podía sentir que todo le recordaría a Cinna todo el tiempo- pero no puedo…-no dijo más cuando él se acercó, cuando en una de sus manos sostuvo su mejilla y la miro a los ojos, se aproximó y la beso delicadamente en los labios, y ante la sensación ella pudo olvidar por un momento el dolor.

Libertad (FINALIZADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora