La primera semana pasó rápido, igual que el año anterior. Asistieron a las primeras clases de los profesores y se inscribieron para tomar algún otro idioma extra que daban cada año y así tener conocimientos básicos de éstos. La clase de francés le tocó con su compañera Pilar e italiano tenía con Valeria.
Su carrera estaba enfocada en la traducción, ya sea de libros, revistas o relatos, o la interpretación personal. Christal amaba las lenguas, le gustaba lo que éstas implicaban; el conocer una cultura distinta a la suya, distintas tradiciones, formas de vida y de pensamiento. Por eso al momento de escoger qué carrera seguir, lo hizo sin dudarlo dos veces.
Su clase adicional de chino le tocó con Charlotte y Noa.
Valeria era muy social, el tipo de persona que no se siente nerviosa ni intimidada al momento de conocer gente nueva. Era divertida y el alma de la fiesta. Por eso fue que no le sorprendió cuando notó cómo entablaba una conversación con los estudiantes de primero, en donde estaba incluido aquel chico que casi atropella su moto, al final de la clase del día miércoles.
*
Para Christian, la primera semana no estuvo nada mal. El día martes conoció a Jake, un chico castaño que se sentó tras él y luego le preguntó por los horarios. Luego, ese mismo día conoció a Alisson, una chica de su misma clase que simplemente se acercó a hablares. Notó que a pesar de su apariencia bastante tierna, era muy poco femenina por cómo se expresaba y podía hablar con Christian y Jake como si de uno de ellos se tratase.
Para el día viernes algunos de sus compañeros de clase se llevaban y hablaban entretenidamente de qué hacer aquel fin de semana a modo de inauguración de su ingreso a la Universidad.
Anthony, un chico con ojos verdes, cabello claro y piel pálida, se ofreció a prestar su casa para la "inauguración de clases".
—¿En serio?—preguntó Rose, amiga de Alisson desde el día jueves, de piel morena y cabello rizado. Parecía algo tímida y reservada, o quizá aún le faltaba adaptarse —¿Tus padres estarán de acuerdo?
—Vivo solo —dijo y a nadie le sorprendió. Era lo que a menudo los estudiantes hacían para poder estudiar allí. Debían dejar su ciudad y mudarse lejos de sus familias. Claro que aquello traía consecuencias positivas, cada uno de los que vivían solos tenían el control casi absoluto de sus vidas.
Todos sonrieron en grupo mientras se miraban con entusiasmo.
—Genial, entonces; hoy hay fiesta en la casa de Anthony —dijo celebrando Ryan, un chico de cabello corto y ojos negros.
—Oigan —dijo Jake —¿Puedo invitar a un grupo de chicas que conocí en otro curso?
—Claro —dijo sin preocupación Anthony —, es más, mientras más a gente inviten, mejor. Y no se preocupen por el espacio, podría entrar toda la carrera si fuera posible.
Alisson y Rose lo miraron con una clara expresión de estar pensando en lo presumido que era.
*
A las cuatro de la tarde del día viernes Christal se encontraba viajando hacia su ciudad para visitar a su familia, había acomodado su maleta en la parte trasera de su moto, se aseguró de dejar comida suficiente para su gata y luego de eso, partió.
Sus compañeras la invitaron a salir por el fin de semana, pero no podía, tenía que viajar antes de que el sol se oculte y... bueno, tampoco quería. Se dio cuenta que iban a salir con el grupo de chicos de primero. No es que los odiara, pero prefería mantener distancia con la clase de personas que acababa de conocerse y van a hacer una fiesta en la casa de alguien en donde quien sabe que ocurrirá.
ESTÁS LEYENDO
Juntos, pero no tanto ©
Roman d'amourEsta es solo una triste y nada popular historia perdida entre tantas, quizá sea buena, quizá no. Él no era popular, tampoco practicaba baseball ni mucho menos era el capitán de algún equipo deportivo. Ella no era una nerd, tampoco era la chica más...