-Comencemos con algo suave -habló una chica sentada al frente suyo.
-¡Anthony! -exclamó Christal y le tocó el brazo haciendo que regrese a verla -pregunté que qué juego vamos a jugar -dijo seria.
-No te preocupes, Chris, solo se va a tomar -regresó la mirada al resto.
-No estoy convencida de hacerlo -susurró para sí porque sabía que si hablaba fuerte nadie le prestaría atención. Intentó evitar seguir mirando a Alejandro y aun así sentía claramente sus ojos sobre ella. ¿Por qué se sentía tan intimidada y atraída hacia él?
Anthony separó las cartas ágilmente sobre la mesa y Christal, siguiéndole la corriente a los demás, agarró una.
-Tengo un as -exclamó sonriente Alejandro al resto.
-Yo una k -exclamó alguien más.
-Yo igual tengo un as -dijo Christal casi en un susurro y todas las miradas se centraron en ella.
-¡Wuuu! -se oyeron gritos de emoción por parte de todo el grupo.
¿Por qué actúan como locos?
Comenzaba a pensar seriamente en que las fiestas nos eran para ella.
-¿Qué ocurre? -preguntó.
-Ocurre que tendrás que besarlo -exclamó alguien en el grupo.
-¡Cierto! -Dijo Anthony pasándose la mano por la cabeza -Lo lamento, Chris -la miró -, me falto decir que las personas que saquen el mismo número tienen que besarse.
-¿¡Qué!? -exclamó de manera exasperada.
Vio a Alejandro y su mirada intimidadora había desaparecido. Ahora sus mejillas rosadas se habían puesto de color intenso, casi rojas.
-Yo creo que...
-Anthony, por favor -lo cortó alguien más del grupo al darse cuenta que intentaba evitar que pase algo -. No entiendo por qué se exaltan tanto, solo es un beso.
Christal miró a Alejandro y éste se levantó de su puesto, dio un par de pasos hacia ella y se sentó a su lado.
-A-a-al-e... -intentó pronunciar su nombre pero no podía hacerlo correctamente, ya para ese entonces sus mejillas estaban ardiendo y por lo que podía observar, las de Alejandro también.
Él la rodeo con el brazo por el hombro.
-Creo que tenemos que hacerlo -le susurró y vio sus labios.
-Pero... -paró de hablar cuando notó que se comenzó a acercar hacia ella e iba cerrando los ojos.
¿¡Ahora qué hago!?
Ese mismo instante tenía dos opciones; o lo separaba y se iba corriendo, o lo besaba y hacía de ese momento el más vergonzoso de su vida.
Al momento que los labios de Alejandro tocaron los suyos, ella aún seguía en shock y tratando de elegir una opción.
Pero ya era muy tarde para tomar las primera así que se decidió por la segunda.
Todo pasó en cámara lenta, sus labios se movían ágilmente y ella intentaba seguirle el paso con exactitud. Notó que eran más suaves de lo que parecían y sentía una extraña mescla de alcohol y menta en ellos.
Él puso la otra mano en la barbilla de Christal y la alzó un poco para besarla mejor mientras la sostenía con firmeza y aumentaba de a poco la intensidad.
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Juntos, pero no tanto ©
عاطفيةEsta es solo una triste y nada popular historia perdida entre tantas, quizá sea buena, quizá no. Él no era popular, tampoco practicaba baseball ni mucho menos era el capitán de algún equipo deportivo. Ella no era una nerd, tampoco era la chica más...