Capítulo 5

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 —Emily, tengo que hablar contigo —dijo Christian a través del teléfono con tranquilidad. El momento que había decidido llamarla no fue por otro motivo sino el que su amiga, Alisson, le recordó lo idiota que se veía al hacer sufrir a una chica. Lo analizó bien y supo que tenía que cambiar, no por ella, sino por él mismo.

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—¿Entonces qué se supone que debería hacer? Me tenía harto —había dicho mientras Alisson lo regañaba.

—Al menos pudiste ser menos duro cuando le terminaste —susurró en medio de la clase.

—Pues lo hecho está hecho y estoy seguro de que ya se le ha de haber pasado.

—Apenas es martes y le terminaste el sábado, claro que aún no se le pasa —hizo una pausa —. Debes llamarla.

—¿Qué? —volteó a verla con brusquedad.

—Debes hacerlo —dijo seria.

—No lo haré —dijo con la misma expresión, pero antes de darse cuenta, ella había tomado su teléfono y ya estaba marcando el número de Emily.

—¿Te has vuelto loca? —susurró fuerte intentando quitarle el teléfono mientras el profesor se volteó del pizarrón y los miró para que hiciera silencio.

Para su suerte, la llamada nunca fue contestada, pero para el final de la clase, Alisson había convencido a su amigo de llamarla y si se daba la oportunidad, de regresar, a lo que él no estuvo muy contento pero lo hizo solo para disminuir la culpabilidad que tenía por hacer sufrir a una chica.

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—Pues habla rápido porque estoy por salir —dijo seria.

—¿Segura? Lo que tengo que decir no debe ser dicho por teléfono.

Oyó un suspiro al otro lado del teléfono.

—¿Qué quieres, Parks?

—Quiero que arreglemos las cosas entre los dos.

Por la manera en la que ella se quedó callada supuso que se encontraba intrigada, quizá se esperaría cualquier cosa menos que le pidiera arreglar las cosas entre ellos.

—Ven a mi casa, te estaré esperando —dijo y colgó.

Arrancó su auto pensando en lo que ocurriría luego de su reconciliación.

Debía ir al supermercado por preservativos, usualmente no acostumbraba a llevarlos en el auto ya que la acción siempre ocurría en su casa, pero sería necesario para ese día.

Entró y se dirigió a la sección de artículos personales, de lejos los vio y comenzó a acercarse con rapidez, pero de pronto se detuvo al ver a aquella chica que había acompañado el día anterior a Anthony, estaba en la siguiente sección, al otro lado del pasillo ojeando un libro.

Volvió a emprender su camino hacia su objetivo y luego se marchó, no sin antes coger algunos snacks para pasar desapercibido.

*

Christal había decidido hacer las comprar de la semana en la hora que tenía antes de ir a inscribirse en algún deporte, había visto a Christian entrar y dirigirse por el mismo pasillo en el que ella estaba. Algo exaltada tomó el primer libro que tuvo y fingió leerlo, luego de reojo vio lo que tomaba del estante aquel chico que aún no sabía de su existencia para luego girar e irse por donde vino. Cerró el libro ya con más tranquilidad mientras se preguntaba a dónde iría con aquel paquete de preservativos.

Juntos, pero no tanto ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora