Capítulo 64

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Luego de cortar la llamada, respiró hondo e intentó relajarse sobre su asiento. No sabía si la situación se iría a agravar más. Christian aún estaba en el quirófano reparando su pierna y esperaba que no haya ocurrido nada con su columna, no quería que quede parapléjico como en aquella película de romance.

De pronto su imaginación retorcida imaginó un mundo paralelo en donde perdía la movilidad de todo su cuerpo y ambos vivían una historia de amor parecida a la película que vio y tanto le gustaba.

Sus pensamientos fueron interrumpidos de repente por la vibración de un celular. Casi por inercia y costumbre, lo desbloqueó y vio que era un mensaje de Jake. Ya cuando entró en éste, cayó en cuenta que ese no era su celular y no tenía por qué estar revisando cosas ajenas. Pero aun así no pudo apartar su mirada de él. Leyó lo que le había escrito.

—¿Y? ¿Qué ocurrió? —decía. Sin querer leyó los mensajes anteriores.

—No sé qué hacer, acaba de decirme que Emily miente sobre su embarazo —leyó

—¿Qué? conozco a Christal y no creo que sea capaz de mentir con respecto a algo tan delicado.

—Lo sé, pero últimamente ya no sé qué pensar de ella.

—Deberías hablar y dejar en claro todo.

—¿Entonces? Ya se fue corriendo.

—Ve a alcanzarla, príncipe. Y dile que te diga todo lo que sabe.

Luego de eso vino el último mensaje y salió de inmediato de la aplicación. Ahora que tenía su celular en la mano, la invadió una extraña sensación por saber qué nomás tenía. Con las manos algo sudorosas de los nervios, abrió su galería. No tenía muchas carpetas, abrió la de fotos tomadas con el celular y al principio solo vio unas cuantas de él. A medida que bajaba se topaba con paisajes, fotos familiares las cuales se detuvo a ver un momento y, muy abajo, fotos de ella.

Abrió los ojos a más no poder y las revisó, era un aproximado de quince fotos tomadas al azar y sin darse cuenta de cada vez que se vieron. Siguió bajando más y en cada cierta parte, había más fotos de ella.

La primera que había tomado fue cuando fue a ver su moto a casa de Anthony, sin saber que Christian ya estaba ahí: el mismo día que pasó en casa de él. Ella estaba para con cara de pocos amigos frente a Christian. En otra se encontraba en la clase poniendo atención, otra ella mirándolo de reojo, otra con un ojo abierto y otro cerrado. También le había tomado fotos de cuando ella durmió en su casa, tenía una mano debajo de su cabeza y casi todo el cabello cubriendo su cara, no le encontró nada atractivo a la mayoría de sus imágenes pero no las iba a eliminar por respeto.

Sin embargo, aquel acto la sorprendió mucho e incluso hizo que se sonroja un poco. Jamás se había dado cuenta que él le tomaba fotos, ahora que lo sabe, intentará controlar sus expresiones faciales para no salir con cara de zombi. Suspiró y recordó cada momento con él, como los sentimientos se ponía a flor de piel con tan solo estar a su lado.

Siempre se preguntará cuánto él la quiso.

Y es probable que nunca sepa que él la amó.

~

Se había quedado dormida en la silla de espera cuando de pronto alguien tocó su hombro.

—Christal —dijo su amiga Pilar mientras ella se incorporaba en el asiento —. ¿Estás bien?

—Pilar —se restregó un poco los ojos —¿Hace cuánto llegaste?

—Hace unos segundos. Te escribí pero no me contestaste.

Juntos, pero no tanto ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora