Tenía diecinueve años cuando llegó quien se convertiría en mi alma gemela, esa persona que dicen que se complemente totalmente a uno, y quien nos hace no pensar en nadie más.Como si de una película se tratase, cruzamos miradas y luego de unos meses ya nos amábamos. Y no fue tan simple, claramente hubo varias etapas por las que pasamos, pero cada una de éstas nos llevó a donde estábamos en este momento.
Siempre me he considerado una persona emocionalmente estable, segura de lo que quiere y busca, por eso mis relaciones fracasaban normalmente. Tenía una especie de imán que solo atraía idiotas. Chicos que esperaban mucho más de mí. Chicos que querían que fuera más tierna, más cariñosa con ellos, incluso que los cele un poco.
Ralamente nunca entendí la necesidad de que alguien esté a lado de otra persona todo el tiempo. Para mí el amor era simple; sin complicaciones de por medio, sin desconfianza, sin celos absurdos y sin posesión, porque, como siempre he dicho; el amor da, no quita. Y eso era algo que mis anteriores relaciones no podían entender.
El no dar el espacio suficiente para seguir con la vida que uno llevaba antes, no solo no estaba bien, sino que era toxico y dañino. De todas maneras jamás me preocupé por eso, no me daba miedo estar sola. Tenía a mis amigos y familia y sobre todo, me tenía a mí.
Ahora que lo pienso bien, me doy cuenta que desde el principio sentí algo por él, no exactamente fuerte, pero sí era ese cosquilleo en el estómago que no me dejaba estar tranquila y que intentaba pasarlo desapercibido.
El comienzo de nuestra historia se dio sin muchas complicaciones. No éramos muy interesados en uno con el otro. Salíamos de vez en cuando y cada quien se daba su espacio.
Comenzó de una manera casual, sin esperar mucho del otro. Pero las cosas comenzaron a cambiar cuando nos involucramos más con el mundo de cada uno. Él conoció a mi familia y yo a la suya, al igual con nuestros amigos. Comenzamos a pasar más noches juntos, comenzamos a contarnos nuestros secretos y también a compartir nuestros hobbies.
Antes de darnos cuenta, nos estábamos mudando a otro país para convivir como una pareja estable, y yo lo sentía como lo mejor que me pudo haber pasado. Sabía que con él no iba a tener problemas mayores de ningún tipo.
Estoy segura de que él también me ama. Aquello lo demostraba con los actos, aunque nunca hayamos sido los más cariñosos del mundo. Una cena, un ramo de rosas y un hombro donde llorar valían más que un “te quiero” o un “me importas”.
Actualmente estoy atravesando una nueva etapa de mi vida; la etapa en donde me convierto en alguien independiente. En donde estudiaré y daré lo mejor de mí como persona, novia y amiga.
Sé que nuestra historia apenas comienza, aún se viene las mejor parte, y voy a vivirla con quien amo en serio.
![](https://img.wattpad.com/cover/66868711-288-k178555.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Juntos, pero no tanto ©
RomanceEsta es solo una triste y nada popular historia perdida entre tantas, quizá sea buena, quizá no. Él no era popular, tampoco practicaba baseball ni mucho menos era el capitán de algún equipo deportivo. Ella no era una nerd, tampoco era la chica más...