Christal tampoco podía creerse lo que había pasado. Jamás se le hubiese podido pasar por la cabeza que sus amigos se acostaran uno con otro. Pero la declaración de Alisson no la podía hacer volver atrás.
—Eh... —comenzó a hablar mientras movía sus manos de un lado a otro —Esto es un mal entendido —se giró por completo hacia ellos y sonrió muy nerviosa —. Lo que pasó en realidad fue que Ryan había fumado demasiado el día de ayer y entonces se pasó a mi cama sin saber lo que hacía y nos... —negó con la cabeza corrigiéndose —y se acostó a mi lado. Pero yo me levanté muy temprano hoy y supongo que nadie me vio. Ryan también se despertó y salimos por algo de comida pero no ha parado de molestarme todo este tiempo con esas bromas —dijo finalmente con un aliento de alivio al haber sabido decir algo antes de que se enteren que se acostó con su amigo.
Anthony, tras varios segundos de un silencio que nadie sabía cómo interpretarlo, soltó una carcajada y dio palmadas sobre el mesón, era obvio que él no se creía el cuento de su compañera y amiga. El resto seguía quieto, solo mirando como Anthony parecía fallecer de tanto reír.
—Está bien, Alisson —dijo enjugándose una lagrima —. Solo quiero que se alisten porque saldremos al medio día. Este momento pediré comida para todos.
Se levantó de donde se encontraba y caminó hacia las habitaciones de los chicos. Estando a punto de cruzar la puerta, ve a alguien saliendo a través de ésta en una bata. Era Emily.
—Hola, chicos —dijo con la sonrisa más falsa que Christal jamás haya visto. Se recogió el cabello hacia un lado y le mostró su dentadura perfecta a todos los del lugar —. Anthony, mil disculpas por quedarme.
—No te preocupes —dijo por amabilidad. Luego de enterarse de la clase de persona que era, veía muy difícil que realmente le caiga bien algún rato —, pero ya todos deben cambiarse porque saldremos en un par de horas —dijo finalmente y la rodeó para entrar al resto de habitaciones y despertar a sus amigos.
—Iré a cambiarme —dijo Alisson bajando la cabeza y yéndose del lugar. Ryan la siguió sin decir nada.
Entonces Emily y Christal quedaron solas en el living. Christal podía sentir perfectamente cómo Emily la miraba con maldad aunque ella no la esté viendo. Pronto se sintió incomoda de aquella situación. No iba a permitir que intente humillarla por segunda vez. Se levantó del asiento dispuesta a ir a su habitación pero entonces Emily la plantó de golpe.
—Christal —dijo en un tono suave, impropio de ella y comenzó a acercarse, tan lento que le hacía sentir pánico —, quería hablar contigo —dijo seria.
—Está bien —intentó sonreírle.
—Sé que no nos hemos llevado muy bien últimamente por lo que ha ocurrido con mi Christian —las últimas palabras entraron como un puñal en el corazón —, pero quiero decirte que él y yo estaremos bien. Tendremos un hijo —se tocó el vientre y Christal recordó cuán mentirosa era —, entonces no sirve de nada que no me lleve con sus conocidas.
La miró por unos segundos, intentando contener todas las ganas que tenia de revelar lo que sabía de ella y su supuesto embarazo. Pero solo respiró hondo e intentó relajarse.
—Podrás engañar a Christal, pero a mí no —soltó de golpe y Emily se mostró sorprendida. Estaba a punto de decir algo pero Christal volvió a hablar —. Sé que no estás embarazada.
—¿Ah sí? —dijo de inmediato mirando a los lados —No sé de dónde sacaste esa idea tan absurda pero permíteme decir que si lo que estás intentado es hacer que Christian y yo rompamos, no lo vas a conseguir. Él y yo estaremos por siempre, a pesar de cualquier circunstancia. Y nadie —la fulminó con la mirada —, absolutamente nadie, podrá separarnos.
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Juntos, pero no tanto ©
RomanceEsta es solo una triste y nada popular historia perdida entre tantas, quizá sea buena, quizá no. Él no era popular, tampoco practicaba baseball ni mucho menos era el capitán de algún equipo deportivo. Ella no era una nerd, tampoco era la chica más...