—¿Irás mañana a la fiesta? —preguntó Anthony dando un gran bocado al sanduche que había comprado en la cafetería.
—No lo sé aún. Estaba planeando quedarme en la tranquilidad de mi casa —dijo Christal con la boca llena.
—Aburrido. Seguro estarás viendo películas tristes y comiendo helado, mejor anda y así te diviertes un poco. Necesitas comenzar a salir de esa rutina, necesitar vivir la vida, la vida loca.
Christal rio un poco.
—No sé si quiero que mi vida se convierta en un caos —miró su plato y reflexionó lo que acababa de decir. Casi siempre se había quejado que en su vida no ocurría absolutamente nada interesante y ahora que había entrado de vuelta a la universidad las cosas se estaban dando de una manera a la que no estaba acostumbrada. No había comenzado una historia de amor, pero las cosas estaban cambiando y tenía medio salir de su zona de confort.
—Sé que en tu interior lo deseas con toda tu alma —dio otro bocado —. Vendrás —afirmó.
—No sé...
—La pasarás bien, lo prometo.
Christal miró a los lados, estaba dudando acerca de si ir o no, pero tampoco le gustaba que alguien le ruegue.
—Está bien —sonrió dándose por vencida.
—¿Quieres ir a algún lado ahora? —se limpió la boca con la servilleta.
—A mi casa, mi gata ha de tener hambre.
Anthony asintió.
—Está bien, yo tengo una cita ahora.
—¿Iras a romper corazones? —dio un último mordisco a su sanduche.
—Claro que no, solo es una cita —alzó las cejas repetidamente y Christal logró interpretar el mensaje.
—Pues que la pases de lo mejor en tu encuentro amoroso —se acercó a él para despedirse —¿Te llevo hasta la salida?
—Claro —sonrió y juntos caminaron hasta la moto de Christal. Solo era un par de minutos hasta salir por una calle del lado lateral de la universidad.
Se volvieron a despedir y Christal volvió a arrancar, ahora, hacia su casa.
~
Era viernes y Christian no tenía planeado nada para esa noche. No iba a ir a la fiesta del fin de semana en casa de Anthony y tampoco iba a contestar ni una de las llamadas de su novia. Últimamente había estado frustrado por la noticia repentina de ser padre. Quería quedarse en su departamento y reflexionar (más de lo que había hecho ya) de lo que estaba ocurriendo en su vida.
No había comido en todo el día y no puso atención a las clases ni a sus compañeros por el estrés causado.
Estaba en el sala viendo con pocas ganas una serie de televisión estadounidense cuando su teléfono volvió a timbrar.
Lo sacó ágilmente de sus pantalones y seguido de eso vio el número del remitente. "Jake" Dudó un momento en contestar. ¿Y si Emily se contactó con él para que así ella pueda llamarlo?
Con dudas, deslizó el dedo en el panel táctil para contestar la llamada.
—... ¿Hola?
—Christian —dijo una voz masculina y la sangre regresó a su cuerpo —, necesito que me hagas un favor —habló rápidamente y antes de que Christian pueda decir algo, volvió a hablar —¿recuerdas a la chica con la que estoy saliendo ya hace un par de semanas? Pues resulta que en verdad me ha gustado y me di cuenta antes de joder todo.
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Juntos, pero no tanto ©
RomanceEsta es solo una triste y nada popular historia perdida entre tantas, quizá sea buena, quizá no. Él no era popular, tampoco practicaba baseball ni mucho menos era el capitán de algún equipo deportivo. Ella no era una nerd, tampoco era la chica más...