—Acabo de conseguir este muñeco y es perfecto para salir de viaje —dijo emocionado y con una sonrisa tan grande que Christal no sabía que tenía tantos dientes —estaba pensando en que... como es el cumpleaños de Christal, es viernes y no es semana de pruebas, todos podríamos ir y pasarla bien en un hotel cinco estrellas que tiene un tío y que de seguro nos dejara quedar por el tiempo que queramos. Así que, ¿quién viene?
Todos se quedaron callados un par de segundos por la sorpresa que Anthony les había causado.
—¡Yo! Obvio... —Ryan fue el primero en alzar la mano y comenzar a caminar hacia el carro.
—Yo igual —sonrió Jake y Christian le echó una mirada asesina —. Y Christian también —dijo sin voltear a verlo.
—Yo creo que... —comenzó a decir pero antes de que pueda negarse, Jake lo tomó por el hombro y lo jaló.
—No quiero ir —le susurró con enojo.
—Sí quieres porque irá Christal —dijo dejándolo en completo silencio.
—Yo también —dijo Noa y junto con Charlotte caminaron hasta el carro. Alisson y Rose las siguieron.
—Oigan... yo creo que... —comenzó a decir Christal, no estaba segura de qué hacer. ¿Esa era su sorpresa? ¿Debía estar emocionada? No lo estaba, estaba asustada —Chicos, no puedo faltar a clases.
—Ay... por favor, Chris —dijeron en coro Ryan y Anthony antes de bajarse del carro y tomar a Christal por los brazos.
—¿Qué? —dijo histérica al notar las intenciones de sus amigos —No, no. Chicos no podemos.
—Pero si no tenemos nada pendiente —dijeron pero ni uno se detuvo.
—¡No, por favor, no, por favor! —gritó de manera dramática y levantó los pies del suelo haciendo que Anthony y Ryan puedan ingresarla al carro con más facilidad.
La dejaron en el asiento de copiloto y ella, algo exaltada, se arregló el cabello que se le había alborotado en el reciente forcejeo.
—¡Charlie! ¿¡Qué pasará con Charlie!? —dijo e intentó bajarse del carro pero tenía seguro.
—Llamaré a alguien para que la deje en mi casa —dijo de lo más tranquilo Anthony.
—¡Y Pilar! —buscó otra excusa —No me voy sin Pilar —volvió a repetir la acción anterior.
—Eh... Yo ya entré —la miró y sonrió puro diente.
—¡Valeria! Ella también tiene que venir.
—Olvídalo, Chris, apenas ha venido en toda la semana y está de viaje con su novio.
—Entonces... sin más pretextos, señorita Christal; ¿Estás lista para el mejor cumpleaños número diecinueve de la historia?
Al ya no encontrar más opciones por la cual no ir, decidió que lo mejor sería aceptar la propuesta de su amigo. Sabía que quizá sería una mala idea pero quería arriesgarse esa vez.
—Está bien —sonrió y por dentro se dio ánimos para no volverse loca antes de tiempo.
Entonces todos festejaron y Anthony arrancó.
~
Evidentemente el camino a recorrer era muy largo, y los ánimos se los levantaban con buena música y al ritmo de All Star Smash Mouth. Anthony comenzó cantando la voz principal, pronto Christal se le unió en la segunda estrofa acompañándolo con risas y ya para el coro todos cantaron e incluso improvisaron una coreografía con los brazos. Veía a Anthony desenvolverse con la letra y mover las manos al ritmo de la canción. Todos alzaban un brazo y lo movían hacia un lado de forma sincronizada, pronto hacia otro movimiento y seguido giraban ligeramente la cabeza conforme a lo que la canción decía. Todos sonreirán, menos uno. Aquel que apenas los acompañó con palmas en toda la canción; Christian.
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Juntos, pero no tanto ©
RomanceEsta es solo una triste y nada popular historia perdida entre tantas, quizá sea buena, quizá no. Él no era popular, tampoco practicaba baseball ni mucho menos era el capitán de algún equipo deportivo. Ella no era una nerd, tampoco era la chica más...