Ambos caminaron hacia la cama sin separarse el uno del otro. Christian se la arregló con la muleta que aún llevaba a su lado. Cuando él estuvo encima de ella, se separó y la vio un poco extrañado. No sabía exactamente qué pretendía Christal, pero él no haría nada de lo que ella no quisiera.
-¿Quisieras hacerlo? -le preguntó de forma directa.
-No -dijo sin estar segura de sus palabras y giró el rostro, avergonzada.
-Está bien -le sonrió de forma tierna y arrimó su frente a la de ella. Se acomodó a su lado y la abrazó.
Christal amaba estar pegada a su pecho. Cerró los ojos y se concentró en su aroma, en aquel perfume que siempre había usado y el cual le hacía recordar buenos momentos. Decir que se sentía bien, era poco. Quería estar así para siempre, sin exagerar.
Él comenzó a acariciar su cabello. Se le hacía irónico que al principio se haya burlado de éste. Se separó un poco y besó su frente para luego seguir con las suaves caricias.
-Quédate conmigo, Christal -le susurró luego de un par de minutos, pero ella ya se había dormido.
~
El sonido de llamadas de su celular hizo que Christal se sobresalte un poco. Se restregó los ojos y lo buscó por un par de segundos a su lado. Sin revisar quién era, contestó.
-¿Sí? -dijo semidormida.
-Hola, Chris... -era Alejandro -¿Aún dormías?
-Sí, no te preocupes, ya me debía levantar -dijo sentándose sobre la cama.
Lo escuchó soltar una pequeña risita.
-Quería invitarte a salir hoy. Hay una convención de artes cerca de donde vivo. Ya sabes, para que despejes tu mente.
-Eh... Alejandro, no sé si... -alguien tocó a la puerta, haciendo que Christal pare.
-¿Estás con alguien? -preguntó desde el otro lado de la línea.
-Espérame un rato -tapó el celular con su mano y se apresuró a abrir la puerta.
-Hola -sonrió Christian -, ¿cómo dormiste?
-Bien -dijo un poco nerviosa, tapando un poco más el audífono de su celular.
-Mis padres se fueron.
-¿A dónde?
-A recoger a mi hermana. Te prepararon el desayuno. ¿Bajas?
-Sí -asintió rápidamente y Christal notó que escondía el celular en sus manos.
-¿Ocurre algo, Chris? -dijo mirando el celular.
-No -dijo tomándolo con más tranquilidad. Lo vio de reojo y Alejandro seguía en línea -. Es mi mamá -mintió y supo que Christian no se lo iba a creer.
-Bueno -resopló. No quería que las cosas se pongan raras, menos en ese día -. Te espero abajo -dijo serio y comenzó a marcharse.
Una vez que Christian se fue, Christal se apresuró a volver a cerrar la puerta y hablar otra vez.
-Alej...
-¿Qué haces con él, Christal? ¿No me escuchaste cuando te dije que no es bueno para ti? ¡En qué andas pensando! -sonaba realmente enojado. Jamás lo había escuchado de esa forma.
-Alejandro, yo solo intentaba ayudarlo. Me sentía culpable por todo lo que le hice -se excusó.
No tenía ni la más mínima idea que Christian estaba escuchando al otro lado de la puerta.
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Juntos, pero no tanto ©
RomanceEsta es solo una triste y nada popular historia perdida entre tantas, quizá sea buena, quizá no. Él no era popular, tampoco practicaba baseball ni mucho menos era el capitán de algún equipo deportivo. Ella no era una nerd, tampoco era la chica más...