Capítulo 74

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Ambos caminaron hacia la cama sin separarse el uno del otro. Christian se la arregló con la muleta que aún llevaba a su lado. Cuando él estuvo encima de ella, se separó y la vio un poco extrañado. No sabía exactamente qué pretendía Christal, pero él no haría nada de lo que ella no quisiera.

-¿Quisieras hacerlo? -le preguntó de forma directa.

-No -dijo sin estar segura de sus palabras y giró el rostro, avergonzada.

-Está bien -le sonrió de forma tierna y arrimó su frente a la de ella. Se acomodó a su lado y la abrazó.

Christal amaba estar pegada a su pecho. Cerró los ojos y se concentró en su aroma, en aquel perfume que siempre había usado y el cual le hacía recordar buenos momentos. Decir que se sentía bien, era poco. Quería estar así para siempre, sin exagerar.

Él comenzó a acariciar su cabello. Se le hacía irónico que al principio se haya burlado de éste. Se separó un poco y besó su frente para luego seguir con las suaves caricias.

-Quédate conmigo, Christal -le susurró luego de un par de minutos, pero ella ya se había dormido.

~

El sonido de llamadas de su celular hizo que Christal se sobresalte un poco. Se restregó los ojos y lo buscó por un par de segundos a su lado. Sin revisar quién era, contestó.

-¿Sí? -dijo semidormida.

-Hola, Chris... -era Alejandro -¿Aún dormías?

-Sí, no te preocupes, ya me debía levantar -dijo sentándose sobre la cama.

Lo escuchó soltar una pequeña risita.

-Quería invitarte a salir hoy. Hay una convención de artes cerca de donde vivo. Ya sabes, para que despejes tu mente.

-Eh... Alejandro, no sé si... -alguien tocó a la puerta, haciendo que Christal pare.

-¿Estás con alguien? -preguntó desde el otro lado de la línea.

-Espérame un rato -tapó el celular con su mano y se apresuró a abrir la puerta.

-Hola -sonrió Christian -, ¿cómo dormiste?

-Bien -dijo un poco nerviosa, tapando un poco más el audífono de su celular.

-Mis padres se fueron.

-¿A dónde?

-A recoger a mi hermana. Te prepararon el desayuno. ¿Bajas?

-Sí -asintió rápidamente y Christal notó que escondía el celular en sus manos.

-¿Ocurre algo, Chris? -dijo mirando el celular.

-No -dijo tomándolo con más tranquilidad. Lo vio de reojo y Alejandro seguía en línea -. Es mi mamá -mintió y supo que Christian no se lo iba a creer.

-Bueno -resopló. No quería que las cosas se pongan raras, menos en ese día -. Te espero abajo -dijo serio y comenzó a marcharse.

Una vez que Christian se fue, Christal se apresuró a volver a cerrar la puerta y hablar otra vez.

-Alej...

-¿Qué haces con él, Christal? ¿No me escuchaste cuando te dije que no es bueno para ti? ¡En qué andas pensando! -sonaba realmente enojado. Jamás lo había escuchado de esa forma.

-Alejandro, yo solo intentaba ayudarlo. Me sentía culpable por todo lo que le hice -se excusó.

No tenía ni la más mínima idea que Christian estaba escuchando al otro lado de la puerta.

Juntos, pero no tanto ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora