Jokes And Sugar (Fred Weasley)

~Capítulo 2~

La luz del Sol que se cuela por la ventana hace que me despierte. Me quito las legañas de los ojos y me incorporo. Miro a mi alrededor, dándome cuenta de que todas mis compañeras de cuarto siguen dormidas.

Menos mal que hoy es sábado, tengo todo el día para caminar por los pasillos.

Así que sin pensarlo mucho, me pongo unos vaqueros y una camiseta roja en la que pone "Love me harder", y salgo del cuarto.

Antes de ir a desayunar me siento un momento en la sala común, pero al no haber nadie en seguida me marcho, encontrándome con Dobby nada más en la entrada (al fin de al cabo, estamos al lado de las cocinas):

-¡Hola Dobby!

-¿Cómo está señorita Dunne?

-Genial, que tengas un buen día.

Ahora el pequeño elfo tiene una sonrisa en la cara. Adoro hablar con los elfos domésticos, la mayoría de los que hay en Hogwarts son muy amables.

Una vez en el comedor, me doy cuenta de que en mi mesa no hay casi nadie... si que los tejones tienen el sueño profundo, pero veo a Cedric, así que me siento a su lado:

-Hola Cedric.

-¡Hola!

-Ya tenía ganas de volver a desayunar aquí.

-Yo también.

Sin decir nada más, me pongo a engullir unas cuantas tostadas y bollos que hay encima de la mesa. En cuanto estoy llena, me levanto y camino hacia la mesa de Gryffindor, donde todos los Wealseys ya están reunidos.

Ninguno de ellos se ha dado cuenta de mi presencia, así que me sitúo a espaldas de los gemelos, y a la vez que les toco el hombro, pego un grito:

-¡¿¡¿PERO QUE...?!?! -chillan los dos a la vez-. ¡¡¡¡¡EMILY!!!!!

Todos nos empezamos a reír:

-¿Acaso no aguantáis una pequeña broma? -les saco la lengua.

-Nos vamos -dice George.

-A vengar -continúa Fred.

-Y lo sabes -sueltan a la vez.

-Correré el riesgo. ¿Qué vais a hacer hoy?

-Yo quiero ponerme al día con todo. En el último mes no he podido practicar nada -dice Hermione, que acaba de llegar, dejando una gran pila de libros sobre la mesa.

-¿Ponerte al día? ¡Si ni siquiera hemos empezado! -dice Ron.

-Cierto, deberías relajarte. Aprovecha que hemos empezado en fin de semana y tómate el día tranquilo -digo.

Ella se gira hacia nosotros con una expresión horrorizada, como si hubiéramos dicho el insulto más ofensivo posible:

-Bueno, pues cuando lleguen los exámenes ya veremos quién saca extraordinarios, y quién insatisfactorios.

-Pues está claro ¿no? Yo sacaré extraordinarios -digo fardando un poco.

-Ya ya...

Alzo una ceja, y sonrío. ¿No me cree? Pues le daremos pruebas:

-Hey, George, ¿quién te ayuda en estudios muggles por ser la mejor de la clase?

-Tú.

-Y Fred, ¿quién te da los esquemas de transformaciones por las mismas razones?

-Tú, o gran profesora Emily, gracias a la cual aprobé el año pasado -dice haciendo una reverencia.

-¿Ves? Relájate un poco.

Al principio me mira mal, pero luego se lo piensa. Sin embargo sacude la cabeza y dice que no. Yo ruedo los ojos, esta chica no tiene remedio:

-¿Y bien? ¿Cuáles son los planes del resto?

-Yo quiero intentar entrar en el equipo de quidditch, así que estaré practicando.

-Vaya Ginny, no sabía que te gustaba jugar.

Se encoge de hombros:

-Y ustedes dos, les recuerdo que me tienen que decir algo.

-Cierto... No se le ha olvidado ¿eh Fred?

-A ella no se le olvidan estas cosas nunca, George.

Se miran entre ellos y sueltan un suspiro:

-Ve a la Laguna negra en media hora.

Sonrío y vuelvo con Cedric. El resto de los presentes ya ni siquiera preguntan qué está pasando. En estos seis años no nos hemos quitado la manía de hablar de secretos en la mesa.

(...)

-Tan puntuales como siempre. Al grano, ¿qué es eso que sabíais ayer?

-Acompañanos, si eres tan amable.

A mucha gente le fastidia que hablen a la vez, pero a mí me parece hasta adorable.

Comenzamos a caminar en dirección del bosque prohibido. Ni siquiera me inmuto, adoramos explorar por allí. El único año que no hemos entrado, ha sido el pasado. Con tanto dementor rondando los terrenos, apenas íbamos al baño.

Al rato veo unas llamaradas cruzar peligrosamente cerca de los árboles. Instintivamente me paro:

-¿Qué narices es eso?

Se limitan a sonreír. Me cogen del brazo y me arrastran unos metros más, por lo que ahora tengo a la vista a tres dragones enormes, que a duras penas se mantienen en el sitio.

Entonces, veo a lo lejos a cierto pelirrojo. Charlie, el hermano de los gemelos. Siempre lleva el pelo largo que tiene recogido en una coleta, y algo de barba es presente, pero eso no quita para que no resalten sus ojos azules. Cuando está trabajando (como ahora mismo) está embutido en un traje de cuero, aunque nunca le he preguntado la razón.

Al darse cuenta de que estamos aquí, sonríe y se nos acerca. Ya nos conocemos bastante, al fin de al cabo, es el hermano mayor de los gemelos, y yo he pasado en la Madriguera muchas semanas de vacaciones:

-¡Hola chicos!

-¿Qué haces aquí, Charlie? -pregunto.

-¿Dumbledore no se lo ha contado todavía?

Los chicos niegan, pero no sé de qué están hablando:

-¿Contar el qué?

-Este año en Hogwarts va a haber una competición muy especial. Incluso van a venir otras escuelas -explica Fred.

-Es el torneo de los tres magos. Gloria eterna para el ganador -aclara George.

-Vale, muy bien, pero eso no explica qué narices hace Charlie aquí con tres dragones.

-La primera prueba será luchar contra dragones -dice Fred.

-¿Y cuando será?

-A finales de este mes. Las escuelas llegarán el lunes.

-Eso sí, esto es información secreta, sólo lo sabemos los Weasley y los profesores, así que no digas nada -me dice George.

-¿Entonces se puede saber por qué ahora lo sé yo también?

-Primero, nos hubieras matado si te enterabas de que ya lo sabíamos. Segundo, ¿tanto tiempo y sigues sin considerarte como de la familia?

Sonrío y me encojo de hombros. Nos despedimos de Charlie y caminamos de vuelta al colegio:

-Creo que nunca había visto a un dragón adulto. Son impresionantes...

-No son tan bonitos cuando no tienen las cadenas puestas. Al menos no ha traído al colacuerno húngaro ¿verdad George?

-Tienes razón Fred, es el bicho con más malas pulgas que hemos conocido. Aparte de Snape, claro está.

Río ante el pequeño chiste:

-Bueno, todavía tenemos yo el día libre, ¿cuál es el plan?

-Nosotros íbamos a trabajar en algunos productos para nuestras bromas. ¿Te unes? -dicen a la vez.

-¿Desde cuándo no me apunto a alguna travesura?