Jokes And Sugar (Fred Weasley)

Capítulo 18

Han pasado cuatro meses... Y la prueba final se acerca. Todos los alumnos están deseosos de que llegue el día, para saber qué escuela se alzará con la victoria... aunque obviamente a mí no me hace tanta ilusión:

-No te preocupes, ya sabes cómo es Cedric, pasará por esto sin problemas.

Brooke me lleva calmando dos semanas, no consigo dormir:

-Lo sé, pero ya sabes que es imposible que no me preocupe por él...

-Te entiendo...

Me da un gran abrazo, obligándome a ir al gran salón, donde todos ya están desayunando.

Entramos por las enormes puertas de madera y caminamos tranquilas, cruzando por todas las mesas. Veo a mi novio comiendo una tostada mientras lee "El profeta". En cuanto se da cuenta de nuestra presencia sonríe y nos saluda con la mano.

Curiosamente él es quien más tranquilo está por todo lo que viene estos días:

-Otra entrevista a los campeones llena de mentiras.-se queja.

-¿Qué han dicho esta vez?-pregunta Brooke.

Se aclara la garganta y empieza a leer:

-El sábado pasado tuve la oportunidad de intercambiar unas palabras con los campeones del Torneo de los Tres Magos acerca de la última prueba.

Los cuatro están al borde del ataque. Al fin de al cabo, van a arriesgar sus vidas por última vez este año.

Sin embargo, el que más asustado está es el joven Harry Potter, que con miedo en los ojos admitió que no piensa que pueda sobrevivir esta vez.

Cedric Diggory, por otra parte, está pensando en si hay posibilidades de abandonar, ya que hay cierta persona que se ha colado en su vida... digamos que no es una simple amiga. No quiere tenerla preocupada.

Fleur y Víktor, llenos de celos, lucharán con uñas y dientes para conseguir la victoria, ya que tienen esperanzas a pesar de todo lo ocurrido.

¿Se ha cruzado la línea de lo moral?

-Lo que le faltaba a Harry...

-Pues es lo más normal que ha escrito...-exclama mi amiga.

-¿Perdona?-saltamos Cedric y yo.

-No ha dicho nada fuera del otro mundo, no causará demasiado revuelo... comparado con otras veces.

Pensándolo bien, tiene bastante razón:

-Aún así, ¿cómo se ha enterado de lo nuestro?-dice Ced.

-Si te soy sincera, prefiero no saberlo.

(...)

-¡Harry! ¡Harry espera!

El pelo azabache se gira, para regalarme una gran sonrisa nada más verme:

-¿Puedo pasar un rato contigo?

-Claro.

-¿Emocionado por mañana?

-No precisamente...

-Yo tampoco... Y ni siquiera concurso.

-Pero una persona muy importante para ti va a participar.

-Dos.

-¿Qué?

-Dos personas que me importan participarán mañana.

Lo que acabo de decir hace que su sonrisa se haga incluso más grande.