~Capítulo 9~

14.7K 1.1K 427
                                    

-¿¡Cómo que todavía no lo has descubierto!? ¡¡Han pasado tres meses!!

-Lo sé, lo sé, no me eches la bronca... -dice Cedric.

Suspiro, también entiendo que los exámenes han sido agotadores, y no creo que su mayor preocupación haya sido resolver el enigma:

-¿Volverás a casa para Navidad? -pregunto, cambiando de tema.

Él niega con la cabeza:

-¿No te has enterado?

-¿De qué?

-Este año no nos van a dejar volver a casa hasta el verano.

-¿Por qué?

-Todavía no se sabe. Se supone que nos lo dirán mañana en la hora de DCAO.

-¿No tendremos clase con Moody? Que asco... No podíamos saltarnos la clase de Snape, ¿verdad?

Moody es mi profesor favorito. Está muy mal de la cabeza, pero da las clases de maravilla.

(...)

Las mesas del gran salón han sido apartadas, y las chicas estamos sentadas a un lado, los chicos están en frente y la profesora McGonagall nos empieza a explicar.

Estamos separados por casas, pero todas las casas están presentes. Los Slytherin me miran y se ríen, mientras parecen decir "sangre sucia". En seguida aparto la mirada y me fijo en la profesora:

-Muy bien alumnos, la razón por la que están aquí, es porque como es tradición en el torneo de los tres magos, el día de Nochebuena habrá un baile.

Ah, así que por eso no podemos volver por Navidad, ahora tiene sentido:

-Y como es normal en un baile, tiene que saber bailar, así que todos los días a esta hora recibirán clases.

Los chicos se quejan, pero las chicas se limitan a sonreír. Ron hace un comentario que no llego a oír, aunque la profesora parece haberse enterado:

-Ronald Weasley, venga aquí.

Dubitativo se levanta, y se pone en frente de McGonagall:

-Coja mi mano.

Ron le hace caso:

-Ahora agarre mi cintura.

-¿Su qué? -dice horrorizado.

-Mi cintura, señor Weasley.

Ron no lo hace, pero la profesora coge su mano y la coloca. Puedo ver que los gemelos se empiezan a reír. No se lo van a olvidar en la vida.

Una música empieza a sonar, y ellos dos bailan al compás, aunque Ron no para de pisar a McGonagall. Entonces ella, sin inmutarse dice:

-Bien, ahora ustedes.

Las chicas nos levantamos, pero los chicos se agachan en sus asientos, sin atreverse. Entonces Neville invita a bailar a una de las leonas, y poco a poco más chicos empiezan a levantarse.

Yo agacho la cabeza, no creo que nadie me lo pida...

Tengo la mirada fija en el centro de la sala, donde ya muchos alumnos danzan agarrados unos a otros. Entonces, una voz me saca de mis pensamientos:

-¿Me concedes este baile?

Levanto la vista, y veo a Fred con una mano dirigida hacia mí.

Creo que mi corazón no ha latido tan rápido nunca, además siento un cosquilleo por todo el cuerpo:

-Claro.

Cojo su mano y me levanto:

-Me encanta cuando te sonrojas.

Soy consciente de que se me nota bastante, pero oírlo de esa manera se me hace tan... tierno. Cuando pone su mano en mi cintura, una sensación me invade, y mi estómago se llena de mariposas.

Es como si no hubiera nadie a nuestro alrededor, como si todos hubieran desaparecido y sólo estuviéramos él y yo. No puedo evitar perderme en sus ojos azules por más de un momento.

Casi maldigo en alto cuando para la música, ha sido demasiado... perfecto. Al notar que me he quedado embobada aparto la vista:

-Gracias por sacarme.

-De nada -sonríe.

(...)

-Cuenta, cuenta.

-Brooke, eres una cotilla.

-Oh vamos, ¡has bailado con Fred! Tengo que saberlo todo.

-Ha sido muy bonito...

-Ese suspiro me da a entender que "No existía nadie más" -dice con tono risueño.

-No te burles de mí...

-¿Pero a que es verdad?

-... Si.

Ella se limita a mirarme con una sonrisilla que ya me conozco bastante bien. Pone esa cara cuando no hay nada más que decir, porque ya sabe de lo que hablo:

-¿Crees... crees que me podría invitar al baile? ¿Por remota que fuera la posibilidad?

-¡Claro que sí! ¡Eres su mejor amiga! Y encima con lo que ha pasado hoy...

-¿Te imaginas? Yo con mi vestido, bailando al son con Fred...

-Si que estás enamorada...

-¡Hola chicas!

-Hola Cedric.

-¿Has bailado con Cho?

Él asiente:

-Y ya he visto que tú has estado con Weasley.

Sonrío:

-Por cierto, ya descubrí la pista del huevo.

-¿En serio? Estoy muy orgullosa de ti.

Se acerca a mi oído:

-Mantengo mi promesa, como Harry me ayudó con los dragones, le he ayudado con el huevo.

Me abalanzo a su cuello:

-Gracias.

Narra Fred

Me he sentido bien bailando con Emily. Noté cómo se estremeció cuando puse mi mano en su cintura, aunque no supe diferenciar del todo si era por el corte que le dio la situación, o porque se puso nerviosa de emoción.

Cosa rara, porque llevamos tanto tiempo juntos que somos como un libro abierto para los otros. Los tres tenemos una gran relación en ese sentido:

-¿En qué piensas hermano?

Giro la cabeza para darme cuenta de que George me está mirando fijamente. Habla de nuevo:

-Estabas mirando al infinito con una sonrisa en la cara, dime ¿en qué piensas? O mejor aún, ¿en quién piensas?

-¿Con una sonrisa? ¿En serio?

-En serio Fred.

-...

-¿Quién te quita el sueño?

-¿Qué?

-Si que estás empanado. ¿Te has vuelto a enamorar pillín?

-No -suelto cortante.

-Tampoco hace falta que me mates por preguntar... -se ríe-. Admite que estabas muy contento en la clase de baile, y sé que no era por ver a Ron agarrarle la cintura a McGonagall.

-Deja de decir esas cosas o acabarán por parecerte reales.

-¿Acaso no lo son?

Ruedo los ojos, mi hermano suele hacer este tipo de cosas a menudo:

-Anda, mejor vamos a preparar más caramelos trucados.

-Vale... ¿A quién invitarás al baile?

Jokes And Sugar (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora