Narra Emily
Me hace ilusión saber que los gemelos y yo vamos a volver a las viejas costumbres. Antes de la hora, ya les estoy esperando sentada a orillas del lago negro.
Tengo los pies metidos en el agua, y miro mi reflejo, pensando en que ayer estaba sumergida ahí dentro... da algo de cosa.
Antes de que me pueda dar cuenta, oigo a los chicos, por lo que me levanto y les sonrío, mientras corro para abrazarlos:
-Hace mucho tiempo que no hacíamos algo así.
-Cierto -dice George.
-Ya se necesitaba -puntualiza Fred.
-¿Habéis traído la comida?
-Nos duele que dudes de nosotros.
No puedo evitar reírme al escucharles hablar a la vez:
-Vale, vale, lo siento.
En seguida preparamos la comida debajo de nuestro árbol favorito, como siempre.
Ellos empiezan a mordisquear algunas galletas, o a mascar algunas gominolas, pero yo apenas cojo nada:
-¿Pasa algo? -dice Fred.
-¿Quién me dice que no habéis hecho algo a la comida?
-Quizás el hecho de que la estamos comiendo -ríe George.
-... Tengo que dejar de hacer eso -ahora yo también estoy riendo.
Sin embargo, sigo sin fiarme del todo, así que sólo como aquello que ya han probado.
Nos lo pasamos muy bien, y nos ponemos un poco al día, ya que últimamente he estado mucho con Ced y con Brooke:
-¿Y si jugamos un poco?
-No hemos traído nada.
-Vamos, que somos magos, ni que tuviéramos que volver para coger las escobas.
Los tres dejamos un accio escoba en el aire, y al poco rato ya tenemos nuestras preciosas escobas en las manos.
Nos dirigimos a un pequeño lugar del bosque prohibido donde no hay árboles, dejando un terreno genial para el quidditch, y pasamos unas dos horas allí.
Al descender, lo primero que me dicen es:
-Normal que te haya cogido el equipo búlgaro, dos contra uno y aún así has ganado.
-No me pongáis tanto por las nubes anda -digo apartando mi pelo en plan diva-. Me apetece hacer una broma, ¿y a vosotros?
-Ya sabes que sí.
(...)
-¡Hola Rita!
-Buenas tardes, Emily.
Los tres entramos a la sala común. Cada vez me gusta más este lugar:
-¿Desde cuando sois tan amigas?
-Desde que soy amable con ella.
-Está en tu sangre, al fin de al cabo -dice George con una sonrisa.
-Bueno...
Parece darse cuenta de lo que acaba de decir, y abre los ojos mucho ante su error:
-¡Por la sangre de tu maravillosa madre, ella y sólo ella! ¡De nadie más!
Río ante sus adorables intentos de disculparse:
-No te preocupes, sé que no te referías a Charles. Al fin de al cabo, casi no cuenta. Ya os he contado muchas veces que desapareció cuando nací.
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Jokes And Sugar (Fred Weasley)
FanfictionSupongo que no fue sorprendente el darme cuenta de que me he enamoré de mi mejor amigo... pero no esperaba que el destino nos lo pusiera tan complicado... ---------------------------------------- Personajes de J.K Rowling, a excepción de algunos...