Jokes And Sugar (Fred Weasley)

~Capítulo 12~

Narra Fred

Tengo la mirada perdida en el fuego de la chimenea. Estoy sumido en mis pensamientos, viendo el crepitar de las llamas, hasta que oigo unos pasos que me hacen volver a la normalidad.

Compruebo quién es, sólo para ver que es mi hermano gemelo:

-Qué raro que estés aquí... -dice George.

-No quería volver tarde.

-No me lo creo, ¿qué ha pasado?

A veces fastidia tener un gemelo que te entienda tan bien que ni siquiera te pasa una... suspiro y le empiezo a contar:

-Todo ha ido muy bien... Miranda, la chica de Beauxbatons estaba preciosa, y me siento realmente afortunado de haber ido con ella pero... -suspiro antes de seguir.

-¿Pero qué?

-En cuanto vi a Emily apoyada en la pared, embobada perdida pensando en Cedric Diggory, sentí algo, y no sé el qué. Fue una punzada... es difícil de explicar.

-¿Algo más?

-... Me han dicho que... que se han besado. Y no sé porqué me ha parecido... ¿mal? No estoy seguro... Me alegro mucho por ella, pero hay algo que... que no me acaba acaba a gustar de esa idea.

Flashback

-Preciosa Miriam, ha sido un placer pasar esta noche contigo.

Hago una exagerada reverencia, a lo que ella suelta una risita adorable:

-Lo mismo digo "Fged" -contesta con su acento francés.

Me da un beso en la comisura de los labios, y entra en su sala común. Me quedo allí por unos minutos, mirando cual imbécil la puerta de Ravenclaw.

Cuando reacciono, me encamino de vuelta al baile, y al pasar cerca de las cocinas encuentro a Emily, sonriendo como nunca:

-¿Qué me he perdido? -digo alegre.

-Cedric se... se ha declarado.

-¿En serio?-intento fingir emoción, pero dentro siento algo... y duele.

-¡Si! Y adivina, ¡me ha besado! Cedric Diggory me quiere... -dice con tono soñador.

Fin del flashback

George me da una palmada en la espalda:

-Siento ser yo el que te lo diga, pero creo que estás enamorado.

-No seas estúpido...

-Voy en serio.

-¿Ni siquiera varías más posibilidades?

-Estas hablando con tu gemelo, te conozco tanto como me conozco a mi mismo, y eso no lo haces por cualquiera.

-¿No puedo estar preocupándome de mi amiga/hermana de otra madre?

-No, en estos momentos no. Lo que sientes, esa "punzada" -dice empujando ligeramente su dedo índice contra mi pecho-, son celos.

-¿Seguro?

-Tan seguro como que soy un Weasley.

-Pues estoy apañado... justo hoy se echa novio.

-No puedes culparla, al fin de al cabo, sólo sois amigos. Tiene derecho a hacer eso.

Aparto la mirada, sé que tiene razón, pero oírlo en voz alta hace que me fluya el odio por las venas. Aprieto los puños, interiorizado mi ira, y luego me relajo: