Capítulo 20

12.2K 920 294
                                    

Llevo un par de días sin querer hacer nada... a penas me he levantado de la cama. Se han cancelado las pocas clases que quedaban, lo cual agradezco, porque no hubiera ido de todos modos...

Hoy por la noche habrá un discurso del director sobre lo ocurrido... creo que eso merece que me arregle.

Mi pelo está enredado. Me dan ganas casi de cortar los terribles nudos, pero mantengo la calma y los deshago uno por uno. Me voy a lavar los dientes... el aliento de las mañanero no es demasiado agradable.

Son las diez y ya estoy duchada y preparada para ir a desayunar... aunque mis ojos siguen rojos a más no poder.

Empujo débilmente las grandes puertas de madera, que sueltan un chirrido. Genial, ahora todo el mundo me está mirando...

Paso lo más rápido que puedo y me siento con Brooke, que también está muy triste..:

-Me alegra verte aquí.

-...

-Mañana irás a la Madriguera con los chicos... si no tienes ánimos podemos hablar con Dumbledore...

-Creo que lo que más necesito ahora es el amor y comprensión de los Weasley.

-...A Cedric no le gustaría verte así...

Sus ojos están cristalizados, al igual que los míos:

-El problema es que ya no está aquí para decirme eso.-Mi voz se quiebra a media frase.

Quedamos en silencio por el resto del desayuno. Una vez lista para volver a mi sala común, Potter se me acerca corriendo:

-Emily...

-¿Sí?

-Te va a sonar raro, pero poco después de... de lo que pasó-dice evadiendo soltarlo directamente-se me apareció y... es una larga historia, pero me dijo que miraras en la mesa de su cuarto.

-¿Algo más?

-No, sólo le dio tiempo a decirme eso.

-... Me alegro de que estés bien.

No puedo evitar abrazarle, y unas lágrimas bajan por mis mejillas. Nos separamos, asiento con la cabeza y me alejo, dispuesta a hacer lo que me ha dicho Harry.

Muchos pensarían que lo que acaba de decir es estúpido, y seguramente falso, pero estos años he desarrollado una confianza ciega en él.

Entro con determinación, bajo la mirada atenta de algunos compañeros, pero como no hay nadie en los cuartos, no dudo en abrir la puerta.

Todas las camas están deshechas, con las sábanas arrugadas, a excepción de una, que permanece intacta desde hace dos días...

...

Sacudo la cabeza, intentando dejar de pensar en eso para no volver a llorar, y empiezo a mirar en su mesa.

Desde luego encima no hay nada, y en los cajones tampoco... pero entonces recuerdo que el cajón de arriba está hechizado.

Es un simple encantamiento, en el que lo que haya en su interior sólo se muestra si en el cajón de debajo hay una pertenencia del que hizo el hechizo.

Cojo su bufanda, que descansa junto el resto de sus cosas, y la coloco en el cajón.

Al abrir el de arriba, no veo nada más que una carta sellada con lacre rojo, en la que pone Para Emily.

Agarro el sobre con cuidado y salgo corriendo, con dirección a mi cuarto.

Cierro la puerta tras de mí y salto sobre la cama.

Jokes And Sugar (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora