Jokes And Sugar (Fred Weasley)

~Capítulo 7~

Mi respiración es fuerte, y noto los latidos de mi corazón golpear contra mi pecho.

Ahí está Cedric, huyendo de un dragón amarillo cinco veces más grande que él. Se acaba de esconder tras una roca. El dragón la ha cubierto de llamas, menos mal que ha sido rápido.

Cedric susurra algo, aunque no consigo averiguar qué. Sin embargo, al instante aparece un gran perro que ladrando, distrae al dragón, haciendo que mi amigo se haga con el huevo dorado con cierta facilidad.

Todos aplaudimos y yo suspiro algo más aliviad que antes.

Sin darme cuenta, Viktor y Fleur vencen a sus dragones, es el turno de Harry... un momento, cuando los gemelos me enseñaron los dragones, lógicamente sólo había tres, ¿cuál más han traído? Sinceramente, no tengo un buen presentimiento...

En cuanto veo que sueltan a un gran colacuerno húngaro, puedo asegurar que el corazón se me para por un instante. Un día de estos me da un infarto. No pude ser... como que no hay especies...

A pesar de todo, yo creo que Harry es muy inteligentse. Con un accio coge su escoba y, obviamente como buen buscador, esquiva todos los ataques.

En cuanto coge el huevo, grito de alegría. Sinceramente, tengo miedo de lo que le pueda pasar a partir de ahora, pero al menos esto ya lo ha pasado.

Brooke al ver mi reacción se ríe:

-¿Pero tú con quién estás?

Sin perder un segundo, le respondo:

-Con Hogwarts.

(...)

-He intentado abrir antes esto, pero sólo ha producido un ruido muy estridente...

-¿Hasta cuándo tienes para descubrir de qué irá la siguiente prueba?

-Hasta después de Navidad.

-Mejor, tenemos tiempo.

-...¿te puedo contar algo?

-Claro.

-Harry me chivó que iba a haber dragones.

Me sorprendo ante esa afirmación, y me siento dolida al pensar que yo también lo sabía y me lo callé:

-Se supone que debería enfrentarme a esto sólo, y mira lo que estoy haciendo...

Se coloca los codos sobre las rodillas, y sus manos jugetean con los mechones castaños que tiene:

-No te sientas así, a la hora de luchar sí que estás sólo.

Tiene la mirada fija en el suelo, y parece tan sumido en sus pensamientos que dudo si me ha escuchado. Antes de marcharme, decido acercarme:

-Un soldado por sí sólo no puede vencer la guerra.

Acto seguido me marcho, dejándole allí. Sé que lo que más necesita ahora mismo e pensar.

Los pasillos están llenos de gente, al fin de al cabo son horas libres. Reconozco a algunos chicos de mi casa, aunque no veo a Brooke. Decido ir a felicitar a Harry, así que camino hacia los jardines, con la esperanza de que esté por allí:

-¡Emily!

Giro la cabeza, y veo a dos pelirrojos acercarse a mí. Al instante sonrío:

-¿Qué pasa chicos?

-¿Buscas a alguien?

-A Harry. Quería darle la enhorabuena, Y asegurarme de que está bien.

-Pues nosotros te aseguramos que está perfectamente.-afirma Fred.