Capítulo 62

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-Emily, tengo que hablar contigo.

Alzo la vista, dejando de dibujar, para encontrarme con Remus mirándome de manera seria:

-¿Ocurre algo?

Aprieta los labios durante un instante, y suspira:

-Se podría decir que sí.

Asiento con una expresión seria, y me levanto. Le acompaño hacia fuera, donde la arena no tarda en rozar mis pies.

Han pasado ya unos cuantos días desde la quema de la Madriguera. Los gemelos y yo decidimos alargar un poco nuestras vacaciones para ayudar a reconstruirla, así que por ahora tenemos que vivir en la casa de las conchas.

Es pequeña, pero apartada. Acogedora, y lo suficientemente grande para que podamos estar aquí todos, así que por ahora estamos bien.

Lupin mira fijamente el horizonte, como si esperara a que algo apareciera de repente. Sin embargo, conociéndole, estará sumido en sus pensamientos:

-No venían sólo a por Harry esa noche.

Mi corazón se encoge, y no sé cómo reaccionar. Sin embargo, el silencio permite que él siga hablando:

-Cuando volvíamos... Vi cómo Greyback te miraba fijamente desde las hierbas. Apuesto a que estaba pensando en la manera de capturarte... conseguí espantarle antes de que pudiera hacer nada, pero menos mal que estabas con Fred.

Noto mis mejillas enrojecer un poco, pero pensándolo en perspectiva, yo también lo agradezco:

-Voy a serte sincero, no sé qué tienes de especial, pero te quieren para algo. No pretendo asustarte, pero simplemente ten cuidado. Nunca estés sola, ¿me entiendes?

Asiento, con la mirada puesta en la espuma que forman las suaves olas:

-Entonces, ¿todo esto ha pasado por mi culpa?

-Es una estupidez culpar a alguien por lo ocurrido. Querían secuestraros a ti y a Harry, esa gente está loca.

Aprieto los labios:

-Esto ha dejado de ser un aviso... ¿Verdad?

-Tarde o temprano... Estoy bastante seguro que tendremos que luchar por nuestra libertad.

Solamente de pensarlo me entran escalofríos, pero no puedo decirle nada, porque sé que es verdad.

El trío ya ha vuelto a la escuela, por lo que ya no estamos tan preocupados por otro ataque pero... ¿Significa esto que podrían volver a por mí?

Empiezo a darle vueltas. Para ser sinceros, tuvimos suerte, quizás la próxima vez no salga todo tan bien...

-Creo que es hora de que vayamos yendo, ¿no crees?

Asiento, y los dos aparecemos en la Madriguera (o lo que queda de ella). Todos están haciendo algo, así que ayudo a Molly a recuperar todo lo que haya sobrevivido a las llamas:

-¡Merlín! ¡Menos mal! -dice cogiendo el "reloj" de la familia.

Río un poco, yo también me alegro de que siga bien. 

Sigo buscando y ni fotografías, ni libros, ni... nada. Pocas cosas están sanas y salvas. Sé que en realidad no había nada realmente importante, pero años de recuerdos estaban aquí dentro... 

Encuentro una caja de metal chamuscada por las esquinas. La elevo un poco para verla mejor, pero no consigo reconocerla:

-Molly, ¿sabes qué es esto?

Ella me mira de manera fugaz, para luego posar su vista en el objeto que sostengo:

-No lo había visto en años... ¿No te acuerdas?

Niego con la cabeza:

-Eras muy pequeña, creo que teníais siete años cuando-

-Espera, espera, ¿es nuestra cápsula del tiempo?

-¡Sí! Para serte sincera, ni siquiera recordaba tenerla guardada.

La abro con cuidado, encontrándome con parte de mi infancia. Río al ver las cartas con las que jugábamos. Decíamos que eran tan especiales que tenían que durar para siempre, por eso las guardamos:

-¡Chicos! -grito.

Ellos se giran, y yo les hago un gesto para que vengan. 

(...)

-¿De dónde habéis sacado esas cartas? -pregunta Arthur.

Nosotros reímos, y no le damos una respuesta. Se va rodando los ojos, mientras seguimos con nuestra partida:

-Bueno, muchas gracias por dejar que nos quedemos aquí estos días -agradece Tonks.

-No es nada. Sabéis que nuestras puertas siempre van a estar abiertas para vosotros -dice Molly.

Sonríen, y Remus se acerca para susurrarme:

-No te preocupes por lo que te he dicho esta mañana.

Le sonrío, pero en el fondo ya es demasiado tarde... Ellos dos se marchan, dejándome sola con los Weasleys.

La noche termina por ser tranquila, pero no paro de darle vueltas... Si no hubiera estado aquí ¿la Madriguera seguiría en pie?

Es algo que me está atacando... Suficiente tienen ya con Harry como para preocuparse por mí también.

Una vez en la cama, abrazada a Fred, no consigo conciliar el sueño. No paro de fruncir el ceño, intentando pensar en motivos, posibilidades, razones...

-¿Estás despierto? -susurro.

Mi novio suelta un gruñido que tomo por un sí:

-¿No puedes dormir? -pregunta con la voz ronca.

-No...

Se pasa una mano con la cara, supongo que con la intención de desperezarse:

-¿Qué te ocurre? -pregunta de manera cariñosa.

-Estoy pensando en algo que me preocupa bastante... 

-Cuenta.

-Si... Si yo hubiera sido el motivo por el cual quemaron la Madriguera... ¿Qué harías?

-¿De dónde has sacado eso?

-Lupin me dijo que también iban detrás de mí... Quizás quemaron la casa porque pensaban que yo seguía dentro o... No sé... Solamente de pensar que os podría haber puesto en peligro me entran escalofríos.

-Pequeña, esa gente actúa casi sin motivos.

-Casi...

-Todo ha salido bien, estaremos preparados para la próxima.

-Pero si yo no estuviera no tendríais que estar alerta...

-Preferiría tener que enfrentarme a Voldemort antes que perderte por esa tontería.

-No es una tontería, ¿y si vuelven a atacar y alguien muere? No podría vivir con eso.

Oigo cómo ríe de manera suave:

-Estás haciendo una montaña de un grano de arena. Aunque te fueras, esta familia siempre estará relacionada con Harry Potter.

-Supongo que tienes razón...

-Repito, prefiero luchar contra Voldemort antes que perderte. Si hace falta, te pondremos un ojo encima.

-...

-Intenta dormir un poco. Te vendrá bien -exclama, para después besar mi pelo.

-Sí...

Cierro los ojos, al principio sufriendo debido a la lentitud con la que pasan los minutos, pero termino por caer en un profundo sueño.

Jokes And Sugar (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora