Capítulo 79

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Han pasado ya unos días, y la verdad es que no me arrepiento de haberme quedado.

Obviamente echo de menos el cariño humano, pero los secretos que conozco han sido la razón por la cual esto merece la pena.

Si fuera al Ministerio sería capaz de enviar a Azkaban prácticamente a todo el ejército oscuro... aunque seguramente yo iría detrás.

No estoy orgullosa de mis acciones, pero no podía dejarles saber que en realidad sí tomé en cuenta la rotura del juramento.

Hoy va a ser la primera vez que veré a mis antiguos amigos en casi seis meses. Los mortífagos quieren atacar de nuevo la Madriguera, debido a que es la boda de Bill y Fleur, y todo el mundo estará allí.

Voldemort sigue queriendo que me mantenga alejada de este tipo de ataques, lo cual me da una oportunidad para irónicamente ir allí y avisarles:

-Quédate aquí. Volveremos en cuanto acabemos con ellos -dice Charles.

Hace bastante que la amabilidad ha pasado a ser historia, pero prefiero que sea borde a que finja alegrarse de ser mi padre.

Asiento, mientras cierra la puerta con llave. El odio recorre mis venas cada vez que utiliza mi cuarto como una cárcel, es un ser despreciable.

Bellatrix habla con él en susurros, y aunque me acerco lo único que logro captar es "lo sé".

Vete tú a saber qué estarían diciendo. Seguramente sería algo sobre mí, pero prefiero estar en el anonimato sobre esas cosas por el momento.

Las luces del pasillo se apagan, y no se capta ninguna evidencia de que alguien siga fuera, así que me siento en la silla que hay al lado de mi mesa.

Tengo los ojos cerrados para concentrarme plenamente en el sonido, y sonrío al saber que ya no han abandonado sólo el pasillo si no la casa.

Vale, tengo unos veinte minutos antes de que lleguen a la Madriguera... Vamos Emily, tú puedes con esto..

Aparezco a una enorme distancia del lugar, ya que no quiero llamar la atención demasiado.

Todo está alegremente decorado, y las amarillentas luces que salen del toldo dan una cálida sensación de alegría.

Doy unos cuantos pasos, quedando al borde de plantas que rodean el lugar.

Sonrío al observar a Bill y Fleur bailar, felices como nunca. Sin embargo, me veo obligada a secar una de mis rebeldes lágrimas.

Pasa el tiempo, y no me atrevo a moverme lo más mínimo. Están... despreocupados, dentro de lo que cabe. Este es su día, y es horrible que se lo vayan a estropear.

Sé que mi presencia no les va a agradar, pero tengo que avisarles... Le llevo dando demasiadas vueltas a esto. No puedo quedarme mucho más, o mi padre sabrá que me he escapado.

A punto de salir de mi escondite, una voz conocida hace que me gire rápidamente:

-¿Qué haces aquí?

Llevo una mano a mi pecho, y aún acelerada intento darme prisa en explicarme... pero entonces:

-Oh Merlín, te dieron a ti...

Observo con horror la venda que tapa su oreja. Algo se prende en mi interior al saber lo que han sacrificado para salvar a Harry. Podrían haber tenido mucha menos suerte, y aun así lo han hecho.

Sacudo la cabeza, no estoy aquí para buscar más razones para traicionar a Voldemort:

-George, tienes que escucharme, yo-

Jokes And Sugar (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora