~Capítulo 8~

13.8K 1.1K 543
                                    

No paro de tartamudear, me he puesto nerviosa:

-¿Q-qué? ¿Yo? ¿Qué o-os hace pensar eso?

El grupo se vuelve a reír, y noto como mis mejillas arden por enésima vez:

-Simples deducciones -dice Hermione.

-Y bien, ¿cuál? -pregunta Harry con cierta intriga.

-No os lo pienso decir, que luego sois capaces de contárselo.

-¡Somos una tumba! -dice Ron.

Ruedo los ojos:

-¿Te tengo que recordar aquella vez el año pasado que...

-Si, si, ya nos acordamos, no sigas.

Sonrío ante la repentina vergüenza del pelirrojo:

-Igual algún día lo sabéis, pero ahora en serio ¿dónde están?

-Creo que en su cuarto, aunque se supone que no puedes entrar.

-También se supone que no debería estar aquí y ya me ves. De todos modos llamaré a la puerta.

Me levanto del sillón y me dispongo a subir las escaleras. Estoy a punto de chocarme con alguien, pero consigo apartarme a tiempo. Entonces se gira y puedo ver que es Angelina.

La sonrío por educación más que nada, pero ella se pone a gritarme en frente de todos... otra vez:

-¿Qué haces aquí?

Me encojo de hombros y se dirige al resto de leones:

-¿¡Qué hace esta tejón aquí!?

Ellos también se encogen de hombros:

-¿¡No te es suficiente con arruinarme la vida!?

-¿De qué estás hablando?

-¡¡Sabes perfectamente de qué te estoy hablando!!

Frunzo el ceño, extrañada:

-Llámame loca, pero creo que si eso fuera así no te habría preguntado.

Me mira con rabia, y se acerca poco a poco a mí, dejándome sin escapatoria, atrapada contra la pared de la escalera:

-No sé como entraste, pero ya da igual. Lo único que importa aquí es que no te la voy a pasar esta vez.

-¿Pero qué...

-¡Y no me niegues ahora que no estas aquí para ver a los gemelos Weasley!

Mi corazón late a toda prisa, mis nervios aumentan por momentos. En verdad parece un león rugiendo para marcar su territorio, y eso hace que un escalofrío recorra mi espalda.

Sin embargo, consigo sacar un atisbo de valentía de alguna parte de mi interior:

-¿Y a ti eso que te importa? ¿Tú que vas a saber?

-¡Todos lo saben, por el amor de Merlín!

-Bueno, al fin de al cabo soy su amiga, ¿no? No sería raro.

-¡Estoy harta de ti! ¡De tu sarcasmo! ¡¡Y DE TODO!! ¡¡TE ODIO EMILY!!

Alza la mano derecha, para pegarme un bofetón, a lo que yo agacho la cabeza y cierro los párpados con fuerza, pero ese manotazo no llega.

Lentamente abro los ojos y veo a Angelina retorcerse, ya que Fred la está aguantando la muñeca:

-Angelina, ¿qué te crees que estás haciendo?

No es lo más cómodo del mundo que esta escenita la esté viendo toda la sala, pero ahora mismo estoy más preocupada de que el corazón no se me salga del pecho.

Cuando Fred pregunta esto, George aparece a su espalda, y Angelina sólo es capaz de balbucear:

-Yo... yo no...

-¿Acaso ibas a pegar a Em?

-¿Qué? ¿Yo? Eso nunca... somos amigas.

Me sonríe, pero yo tengo el ceño fruncido. No la pienso salvar:

-Si somos tan amigas, ¿por qué me chillaste antes por pasar el tiempo con MIS AMIGOS? -digo señalándolos.

Los gemelos abren los ojos y me miran. Asiento disimuladamente con la cabeza:

-Pues... por-porque... ¿Y qué haces aquí? Esto es sólo para leones.

-En realidad nosotros le dimos la contraseña, y dijimos que podía venir si se le antojaba.-sigue hablando Fred, George no ha abierto la boca todavía.

Angelina, aún con el brazo apresado, abre mucho los ojos, y sin saber muy bien qué decir, intenta zafarse de él, pero éste antes dice:

-Si vuelves a hablar, acercarte o siquiera mirar a Emily con la más mínima expresión de odio no respondo de mis actos.

Entonces suelta su brazo. Ella sale corriendo hacia su cuarto, probablemente llorando, aunque yo debo de tener los ojos bastante cristalizados.

Fred y George me miran, se miran entre ellos y me abrazan:

-¿Estás bien? -dice Fred.

-Por fin te has atrevido a venir... -suspira George.

-No la hagas caso, está celosa.

-Porque tú eres la mejor.

Entonces intervengo yo:

-... ¿No has sido un poco duro con ella?

-Ella lo ha sido contigo -dicen los dos.

-Y no me vas a hacer cambiar de parecer, por más que quieras -exclama Fred.

Sonrío ante lo cabezota que es, y les correspondo el abrazo. Cuando nos soltamos, limpio mis ojos y digo:

-¿Qué estabais haciendo antes de esta escenita?

-Preparábamos más turrón sangra narices, poción vomitiva y unas gominolas en la que estamos trabajando -responde George.

-¿Y qué hacen esas gominolas?

-Harry una vez nos dijo que la primera vez que vio a Hagrid, éste le puso una cola de cerdito a su primo, y eso es lo que harán. A quien las coma, le saldrá una cola de cerdo -explica Fred.

-Pues voy a dejar de comer chucherías por un tiempo, sólo por si acaso.

Los tres nos reímos:

-¿Quieres ayudarnos?

-Encantada.

Jokes And Sugar (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora