Jokes And Sugar (Fred Weasley)

Capítulo 41

*Una semana después*

Hice las maletas esta mañana... ya estoy lista para marcharme.

Estamos en la chimenea conectada a la red flu que más cerca estaba. Me estoy despidiendo de ellos:

-Ha sido un placer conocerte, Emily.-dice Elijah amablemente mientras me da la mano

-Lo mismo digo. Ha sido un placer conocerlos a los dos.

Sonríen:

-Ven aquí, hija.

Maya me abraza:

-Mamá, necesita respirar -ríe Oliver.

Nos soltamos, y abrazo a Oliver:

-¿Y esto?-ríe

-Demos a Rita la portada que se merece -bromeo.

Él me abraza un poco más fuerte:

-Recuerda, tienes que aguantar hasta que compitamos.

-Eso también va por ti.

-Pues hasta entonces.

-Hasta entonces.

Camino hacia la chimenea, y cojo un puñado de polvos flu. Digo el nombre del campo lo mas alto y claro que puedo.

Me mareo un poco, así que cierro los ojos. Por suerte consigo mantenerme en pie.

En cuanto abro los párpados sonrío, estoy de vuelta:

-¡Emily!

Alguien al que no consigo verle la cara se tira a mis brazos. Me sorprendo un poco, pero en seguida río:

-¿Quién eres, persona misteriosa?

-¡Soy Meg, tontina!

Entonces, Kratos entra por la puerta. Sonrío, pero él tiene el ceño fruncido, lo que me preocupa un poco:

-¿¡Dónde estabas!?

-Tomándome un descanso, como me dijiste. He vuelto a Londres -explico manteniendo la calma.

-¡¡Mañana empieza el campeonato!!

-Dije que estaría aquí para entonces.

-¡Y también dijiste que mandarías una carta y todavía no me ha llegado!

-Las cosas se complicaron ¿vale? Además, puede que se me olvidara... pero ¿no es eso lo que querías? ¿Que me despejara?

No dice nada. Se limita a mirarme mientras se acerca lentamente:

-Sí, pero nunca dije que descuidaras a tu equipo. Ahora ponte el equipamiento y saca tu culo al campo. Toca entrenamiento.

Sale sin decir nada más. Parece como si el suelo que pisara se fuera a caer a pedazos.

No sé cómo reaccionar, me he quedado totalmente paralizada ante todo esto...

En cuanto se le deja de oír, Megara se acerca y pone una mano sobre mi hombro:

-En realidad no está tan enfadado. Los inicios de temporada siempre le sacan de sus casillas.

-...

-Bueno, eso y las finales. Pero te acabas acostumbrando. Simplemente no te lo tomes tan en serio en esas épocas. Parece un basilisco -ríe.

Asiento mientras aprieto los labios:

-¿Estás segura de que no está enfadado?

Ella sonríe:

-Sí. Venga, vamos.