Capítulo 53

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-Muy bien, nuestro próximo partido es contra Inglaterra, así que habrá que andar con cuidado.

Mi corazón salta por un momento. Sigo prestando atención a Kratos, pero por otra parte, pienso en lo poco que queda para que veamos quién es el mejor, si el león o la pequeña tejón:

-Su defensa es muy buena, así que habrá que andar con cuidado.

Me mira:

-Tengo entendido que conoces al guardián.

Ruedo los ojos, deseando con todas mis fuerzas que no haya leído el artículo de Skeeter y se haya enterado de otra manera:

-Sí, era el capitán de Gryffindor.

Me miran algo confusos, así que se lo explico:

-El guardián de un equipo en el colegio.

-Entonces, sabes cómo juega.

Asiento con la cabeza:

-Pero no estoy segura de si habrá cambiado su técnica. Siendo sincera, no le seguí demasiado cuando salió de Hogwarts.

-Da igual. No hay jugador que no deje rastro de cómo ha jugado toda su vida. Tendrás que guiarnos un poco.

Asiento con la cabeza:

-Bien, entrenamiento toda la semana, no estamos para perder el tiempo. Vamos chicos ¿¡Quiénes somos!?

-¡¡Los Nundus!! -gritamos animados.

-¿¡Quiénes!?

-¡¡Los Nundus!!

-¡Así me gusta! Ahora coged vuestras escobas y entrenar como nunca habéis entrenado.

(...)

Siento que me falta el aire, y más que gotas de sudor caen por mi frente... Es como si me hubiera bañado en una piscina, creo que tengo un problema con esto de sudar:

-Tres horas seguidas de entrenamiento intensivo... No era lo que tenía pensado para la tarde del lunes -digo riendo un poco.

-Admite que ha sido divertido -exclama Megara.

-Excepto cuando ha soltado a los duendecillos, sí.

-Suele hacer cosas de esas. Su lema es que si sabemos defendernos y jugar con criaturas en el campo, podemos hacer cualquier cosa.

-No irá a ponernos dragones, ¿verdad?

-No está tan loco, tranquila.

Asiento, aunque no acabo de creérmelo del todo... ya me espero cualquier cosa de Kratos.

Llegamos a nuestra habitación, y lo más rápido que puedo, entro en el baño.

(...)

Bien, el día ha llegado. Mi respiración es acelerada debido a los nervios, pero intento no dejarme llevar por ellos.

Aprieto el palo de la escoba y me concentro, dispuesta a darlo todo:

-¡¡El árbitro se dispone a dar comienzo a este emocionante partido, donde los búlgaros y los ingleses se enfrentarán por un puesto en las semifinales!!

Muerdo mi labio inferior, dispuesta a darlo todo.

Elevo la escoba por orden del árbitro, quedando cara a cara con uno de los cazadores ingleses. Creo que se llama Stuart.

Me mira con el ceño fruncido, pero yo sonrío. Al fin y al cabo, no hay que perder los modales:

-¡¡El árbitro tiene la quaffle preparada!!

-Bien, juego limpio -dice.

Durante una milésima de segundo, pienso en mi profesora de vuelo, la señora Hooch, y una ola de morriña llena mi estómago.

Sin embargo, me obligo a concentrarme, aunque casi no me da tiempo:

-¡¡Y empezamos!!

No consigo coger la quaffle, así que en seguida comienzo a persigo al chico.

Ivan aparta una bludger de mi camino, y prediciendo la jugada de los ingleses me acerco a los aros de nuestro equipo:

-¿¡Pero qué haces!? -grita Meg- ¡¡Vuelve aquí!!

-¡¡Confía en mí!!

Ella se detiene, pero asiente. Espero durante un par de segundos, hasta que veo a uno de los cazadores acercarse.

Está preocupado por la exhaustiva persecución de Vasily, por lo que no me presta demasiada atención.

Vamos Emily, ya has hecho esto antes... respiro profundamente. No sé qué sucederá esta vez... pero merece la pena intentarlo.

Vuelvo a ponerme en marcha, poniéndome delante del chico justo cuando va a lanzar.

No pierde el equilibrio, pero frena repentinamente, soltando la quaffle, que yo cojo con rapidez.

Sin embargo, el frenazo no ha evitado que nos empujemos, y me desequilibra.

Quedo colgando de un brazo... todo este partido hace que sienta un deja vu terrible. Le paso la bola de cuero a Vasily, que cruza el campo y marca 10 puntos.

Sonriente, intento volver a subir. Pierdo un par de minutos, debido a los constantes esquivos de jugadores que me veo obligada a hacer, pero lo consigo.

Vuelvo a jugar como antes, aunque hago todo lo posible por ser impredecible. Algunos periódicos ya me han llamado irracional y "mal ejemplo", pero es lo efectivo.

Al fin y al cabo, ¿desde cuándo una jugadora de quidditch sale de los terrenos para sorprender al equipo contrario?

Seguimos durante dos horas... maldita snitch. Pero marcamos de nuevo.

Vamos perdiendo por veinte puntos, y todos empezamos a estar agotados:

-Sí, sí, me lo confirman ahora. El buscador Víktor Krum tiene la snitch.

Suspiro aliviada, y me uno a todos los fans que dan vítores ante nuestra victoria. Meg vuela hasta mi lado para darme un abrazo.

Damos una vuelta alrededor de las gradas. Los chicos hacen algunas acrobacias, y nosotras chocamos los cinco con los fans.

Miro fugazmente a Oliver, que aplaude de manera cortés.

Sonrío, y empiezo a aplaudir también. Por ellos, por nosotros, por los equipos.

Jokes And Sugar (Fred Weasley)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora