Mi bombero ibicenco [COMPLETADA]

Prólogo

15 de octubre de 1998

En un pequeño colegio en la ciudad de Budapest, niños de entre 6 y 7 años juegan despreocupados como un día más. La pequeña Nusa pega a su compañero de pupitre, Akos, mientras él grita como si estuviese sufriendo la mayor de las torturas. Su profesora, encargada esa mañana de cuidar el patio, les anima a que jueguen con el balón junto al resto de sus compañeros para así lograr separarlos; aliviada suspira al ver que su plan ha funcionado.

Entre tanto, el director del centro se acerca a la profesora y le susurra algo disimuladamente. Ella asiente y acto seguido da unas palmadas animando a los niños a volver a sus clases. Todos hacen una fila ordenada como cada día hasta que la profesora les da paso a que entren.

Una vez sentados cada uno en su sitio, la misma profesora se pone al frente de la clase.

- Niños, atención- poco a poco fueron guardando silencio para atender a la maestra.- Quiero deciros que el director me ha informado de que tendréis una nueva compañera de clase- todos comenzaron a murmurar emocionados.- ¡Silencio, por favor! Espero que todos seáis amigos suyos y la hagáis sentirse cómoda.

En eso, llaman a la puerta de clase y el director entra junto a una niña. Nusa abre los ojos sorprendida. ¡Es la niña más guapa que ha visto en toda su vida! Tiene el pelo largo, de un color rubio precioso, unos ojos verdes agua mar que nunca antes había visto y una piel de porcelana. Parece una muñeca de las que su bisabuela la regala cada Navidad.

La desconocida camina hacia el frente de la clase algo asustada mirando hacia todas partes. Los al menos 20 niños a su alrededor no quitan sus ojos de ella. Nunca antes se había sentido tan intimidada.

- Cariño, ¿por qué no te presentas?- le dice esa profesora con esa sonrisa tan bonita que es su seña de identidad.

- Me llamo Moon, tengo 6 años y soy de Londres- dijo con su húngaro difícil de comprender para el resto de los niños.

El padre de Moon es húngaro, la madre inglesa. Moon sabe lo poco que le enseñó su padre de su idioma años atrás. Por circunstancias de la vida, toda la familia tuvo que dejar Inglaterra y mudarse a Hungría.

- ¿Por qué no sabes hablar?- dijo un niño sentado al fondo de la clase.

- Bartal- le interrumpe la profesora- Moon sí que sabe hablar, pero en su país hablan otro idioma y por eso entre todos la tenemos que enseñar el nuestro. ¿Lo haréis?- toda la clase asintió.- Muy bien.

Moon se sentó sóla detrás de Nusa y Akos. Estos dos se giraron y se presentaron. Moon entendía alguna que otra palabra de lo que la decían, pero la dijesen lo que la dijesen, ella asentía sin hacer preguntas.

- Esta chica es muy rara- le dijo Nusa a Akos.

- Pues a mí me gusta- dijo Akos ruborizándose.

Nusa rodó sus ojos al ver al enamorado de su amigo, apoyó su barbilla sobre sus brazos en el respaldo de su silla y miró fijamente esos ojos tan bonitos de ese color hasta ahora desconocido para ella. Moon no apartó su mirada de los ojos marrones de Nusa.