"Las cosas importantes aquí son las que están detrás de la piel".
24 de Julio de 2016
Unas caricias en mi cara hacen que abra los ojos cansada. Me doy cuenta de que sigo en el salón de la casa de Fabián.
— Lo siento,— susurra con voz ronca,— no te quería despertar.
Está serio y puedo ver la tristeza en sus ojos. Me resulta tan raro verle así. Él, que era la personificación de la felicidad y el optimismo, ahora está totalmente abatido.
Cuando me habló de todo lo que quería hablar, nos mantuvimos abrazados por no sé cuánto tiempo y debí caer dormida. Ya es de noche y es raro que mis amigas no me hayan llamado. Supongo que tenían claro que me reconciliaría con Fabián y que todo sería maravilloso.
— ¿Cómo estás?— le pregunto tanteando el terreno y él se encoge de hombros.
— No sé qué contestar a eso.
— Sólo dime cómo te sientes,— me incorporo en el sofá y apoyo un codo en el respaldo, mientras Fabián se distrae con un mechón de mi pelo.
— Como siempre,— dice serio.
— Yo no te veo como siempre. Si estuvieses como siempre te estarías riendo, besándome o haciéndome rabiar,— intenta sonreír, pero no lo consigue.
— ¿Cómo te sientes tú?— me pregunta mirándome por fin a los ojos.
— Como siempre,— digo y por fin me regala una pequeña sonrisa; está tan guapo cuando sonríe.— Sé que ha tenido que ser muy duro para ti recordar todo eso, pero no quiero verte así,— niega con la cabeza.
— No me encuentro mal por recordar. Estoy acostumbrado a que las imágenes del pasado vuelvan a mi memoria cada día. Lo que me preocupa es que nuestra relación haya cambiado. No quiero que pienses que soy una mala persona por lo que hice en mi pasado, ni que sientas lástima por mí.
¿De verdad que está preocupado por mí?
— ¡Ya está bien, Fabián!— me pongo en pie con ayuda de mis muletas cabreada y él se asusta.— Por una maldita vez deja de preocuparte por los demás y piensa sólo en ti. Tú eres el que lo ha pasado mal, no yo, así que no te tiene que importar cómo esté o deje de estar,— he alzado la voz más de lo que pretendía.
Fabián también se pone de pie y coge mi cara entre sus manos.
— Pienso en mí. Te puedo asegurar que estoy siendo tremendamente egoísta. Necesito saber que tú estás bien para poder estarlo yo.
— ¿¡Por qué siempre tienes que ser tan malditamente perfecto!?— sonríe, pero a mí no me hace gracia.— ¡Joder! Me pone de los nervios que no tengas ni un solo defecto.
— Estoy seguro de que todas las mujeres del mundo se compadecerían de tu sufrimiento,— se burla y yo me aparto de él enfadada.— Hey,— coge mi mano y tira de mí para acércame a él y sujetarme por la cintura.— nadie es perfecto,— bufo de forma sarcástica.— No sé jugar al FIFA, como fatal, no sé cuando la gente me miente, cuando canto, llueve, prefiero ver dibujos animados con mi sobrina que una película de Vin Diesel, bailo como si tuviese dos pies izquierdos y me quedé dormido en un concierto de ACDC. ¡Ah, y por cierto! Por si no te habías dado cuenta, me faltan un par de dientes. Así que no vuelvas a decir que soy perfecto, ni que no tengo defectos porque los tengo, ¡y muchos!
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Mi bombero ibicenco [COMPLETADA]
Roman d'amour[COMPLETA] Nusa viaja hasta Ibiza para pasar el verano junto a sus amigas. Siempre se sintió el segundo plato, hasta que conoce a alguien que le hace sentir el centro de su mundo. Él es perfecto para ella, pero como todos, también tiene sus fantasma...