Capítulo 45

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"Y aunque me apunto, nunca disparo. Siempre me suelo perdonar".

Salgo de la empresa de Xavier muy alterado. ¿Cuándo terminará todo esto? Necesito que alguien me detenga. Estoy completamente solo, o al menos es así como me siento.

En estos momentos solo se me ocurre un sitio al que puedo ir. Seguramente vaya a cometer un error, pero ya no me importa nada.

•••

Cuando llego a su portal, no dudo y llamo directamente al telefonillo. "Segundo C", aún lo recuerdo.

— ¿Sí?— contesta al otro lado.

— Soy Fabián,— abre directamente sin añadir nada más.

19 de agosto de 2016

Estoy esperando en el parking, apoyado en el coche de Xavier a que termine de trabajar. Soy consciente de que estoy perdiendo la cabeza, pero no sé cómo zanjar esta situación. Necesito tener a mi amigo cerca, como siempre ha estado, para que me ayude a diferenciar el bien del mal, como siempre ha hecho.

La puerta de las escaleras se abre y de ella sale Xavier tecleando en su teléfono móvil. Cuando está cerca del coche, levanta la cabeza y me ve.

— ¿Qué narices haces aquí?— dice frunciendo el ceño.

De acuerdo, tiene razones para estar enfadado; no le culpo.

Quiero hablar contigo,— mi tono suena mucho más calmado que el que he usado antes en su despacho.

— Nosotros ya no tenemos nada de lo que hablar,— dice mientras da la vuelta a su coche y montarse en él ignorándome, pero yo soy más rápido y sujeto la puerta del conductor antes de que la cierre.

— Necesito tu ayuda.

Ya te la he ofrecido muchas veces y todas ellas la has despreciado,— intenta hacer fuerza para cerrar la puerta, pero yo hago aún más.— Suéltala,— me ordena serio.

— Me he acostado con Carla,— detiene sus intentos por cerrar en seco y me mira con los ojos de par en par.

— ¿Qué?— murmura.— Dime que es una broma Fabián. Dime que solo lo has dicho para llamar mi atención,— agacho la cabeza sabiendo que no le podré dar la contestación que él quiere.— No... No, no, no,— niega repetidas veces.— La has cagado, Fabián...

Lo sé, soy perfectamente consciente de lo que he hecho. Por eso te estoy pidiendo tu ayuda.

— ¡Mierda, Fabián! ¡Te has acostado con tu exnovia! Encima no una cualquiera, sino que has ido a escoger a la causante indirecta de que Nusa y tú rompieseis vuestra relación.

Lo sé...— murmuro avergonzado.

— ¿Lo sabes?— sale de coche tremendamente enfadado y me empuja por el pecho.— ¡Eres idiota, Fabián! Nusa está en su pueblo sufriendo, intentando olvidarte de una manera sana, cosa que no va a conseguir porque se muere de ganas de estar contigo...— ahora soy yo quien le mira sorprendido.

— ¿Ella te ha dicho eso?— pregunto esperanzado.

— No ha hecho falta que me lo dijese. Eso se ve. Todos lo vemos con ella, al igual que contigo.

— Yo no...

— ¿¡Quieres parar de una Maldita vez!?— grita exasperado.— Deja de negarlo, ¡joder! Eres un muerto en vida sin ella aquí. ¡Mírate!— me señala de arriba a bajo.— Das asco, Fabián y lo sabes,— no sé qué contestar, tiene razón.— Escúchame bien porque solo te lo diré una vez,— pasa las manos por su pelo e intenta tranquilizar su tono de voz,— así como yo lo veo, solo tienes dos opciones. Te las voy a plantear y después de hacerlo, no quiero saber nada más de ti,— trago saliva al darme cuenta de que Xavier está más enfadado conmigo de lo que pensaba.— Una de dos: puedes dejarlo todo atrás, olvidarte de ella y comenzar una nueva vida.

Mi bombero ibicenco [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora