Capítulo 14

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"Tú eres la Coca-Cola, yo soy el whisky barato".

- ¿Qué crees que estás haciendo?- digo separándole de mis labios de un empujón.

- No huyas de mí, Nusa- se tropieza con sus palabras y me doy cuenta de lo que le ocurre.

- No me lo puedo creer...- murmuro.- ¿Estás borracho?

- Como una cuba- asiente.

- Ya me lo parecía a mí- camino hacia la casa que alquiló Akos.

No sé muy bien dónde se encuentra. Tenía pensado volver en taxi pero no me quiero quedar ahí parada por lo que caminaré hasta encontrar alguno. Fabián me sigue.

- Una cosa no quita a la otra- me dice.- Los borrachos y los niños siempre dicen la verdad- camina tranquilo con sus manos metidas en los bolsillos.

- Estás muy borracho- le digo mientras veo como camina haciendo eses.- Seguramente te caigas al suelo así que libera tus manos porque las necesitarás.

- ¿Te estás preocupando por mí?- pregunta divertido.

- Claro, no quiero que estampes tu preciosa carita contra el suelo y te partas otro diente- me burlo y él no dice nada.

Acabo de recordar lo que me dijo su compañero de trabajo y me arrepiento de lo que le acabo de decir.

- Olvida lo que he dicho- murmuro.

- ¿Por qué?- pregunta con curiosidad.- ¡Si tienes razón!- alza sus brazos al aire de forma dramática.- No puedo permitirme algo que me haga más feo de lo que ya soy si quiero estar con una chica tan preciosa como tú.

Estará borracho, pero es la cosa más bonita que me han dicho en toda mi vida. Él siempre consigue hacer que me sienta así; que me sienta bien.

- No eres feo, Fabián- las palabras salen de mi boca sin poder detenerlas pero siento que se lo debo.

- ¿Piensas que soy guapo?- una sonrisa se forma lentamente en su cara.

- Yo no he dicho eso.

- Técnicamente sí lo has dicho- dice feliz.

- Dije que no eras feo.

- A mí me sirve con eso- una pequeña risa se me escapa y él se burla de mí, diciendo que había conseguido hacerme reír.

Para mí es inevitable no reír cuando estoy junto a él. Es un tipo muy divertido y estoy a gusto con su compañía.

- ¿Por qué no vienes a mi casa?- me pregunta.

- ¿Eres imbécil o yo lo soy más por preguntártelo?- el enfado vuelve a mí.

- ¿No quieres pasar el rato conmigo?- pone voz de cachorrito y hace un puchero.

- Fabián, ya hablamos sobre esto...

- ¡Qué aburrida eres!- se detiene y comienza a caminar en dirección contraria.

- Espera un momento...- corro para alcanzarlo.- ¡Yo no soy aburrida!- grito ofuscada.

- Si tú lo dices...- murmura y esa es la gota que colma el vaso.

Le empujo provocando que se tropiece pero consigue mantener el equilibrio. Se gira y abre sus brazos.

- ¿Qué crees que haces?

- ¡Deja de confundirme!- le empujo por el pecho.

- ¿De qué hablas?- pregunta arrugando su frente.

- De que no paras de presionarme, de buscarme, de estar constantemente pendiente de mí, de besarme, de besar a otras...- exploto sin que nadie pueda pararme.

Mi bombero ibicenco [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora