Capítulo 7

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"Yo no necesito hablar para expresar una emoción, me basta sólo con mirar".

Estamos tardando mucho en llegar al apartamento; yendo andando tardamos a penas diez minutos.

Cuando quince minutos después veo que pasamos por tercera vez por la misma tienda, comienzo a sospechar.

- Fabián...

- Amore...

- ¡Déjate de estupideces!- alzo la voz.- ¿Estás dando rodeos por algún motivo en particular?

- Sinceramente creí que aguantarías mucho menos- ríe.

- ¿Cómo dices?

- No puedes echarme en cara que quiera disfrutar de tu presencia- sonríe.

- Son las cinco y media de la mañana, Fabián,- le digo cansada,- lo único que quiero es meterme en mi cama y dormir.

— ¿No prefieres dormir acompañada?— dice alzando varias veces sus cejas.

— ¡Fabián!

- Está bien.

Dos minutos después estamos en la puerta del hostal. Abro la puerta para salir pero él me detiene.

- ¿No me vas a dar un beso por la carrera?- pregunta guiñándome un ojo.

- Vete a la mierda- salgo del coche dando un portazo mientras el ríe a carcajadas.

- ¡Te amo!- grita y yo camino de espaldas para mostrarle mi dedo corazón.

28 de junio de 2016

- ¡Kira, date más vida!- le grita a mi amiga uno de los camareros.

Como cada noche, Kira es un desastre. Es mi amiga y la quiero, pero si es un pato mareado, lo es. Encima hoy no es un día con mucho jaleo comparándolo con otros, aunque sigue estando lleno pero se puede respirar.

Un par de horas después, el encargado de la planta de abajo me dice que puedo tomar un descanso. Subo al piso de arriba dejando a Kira desesperada. Allí me encuentro con Martha, Moon, Xavier y unos cuantos de sus amigos de la noche de las hogueras.

- Dadme alcohol ya o creo que me tiraré por el hueco de las escaleras- digo dejándome caer junto a Moon.

- Aquí tienes, preciosa- alzo mi cabeza y veo a Sergio ofreciéndome de su copa.

Me mira de forma lasciva y a mí, sinceramente, no me llama la atención. De todas formas, acepto su ofrecimiento y doy un trago a la bebida.

- No está Fabián- me sorprende Xavier.

- ¿Y eso por qué me tendría que importar a mí?- le digo de mala gana.

No me hace nada de gracia su comentario.

- No lo sé- se encoge de hombros.- Me dijo que la otra noche que salimos te llevó a casa.

- ¡Eso no nos lo habías contado!- se indigna Martha.

- No creí que fuera importante- digo quitando hierro al asunto.

- Lo es- dicen al mismo tiempo Martha y Moon.

- No me digas que te gusta Fabián- dice divertido Sergio.

- No- espeto.

- Tampoco habría ningún problema- dice Moon.- Parece un hombre encantador y se nota que le gustas.

- ¿Tengo que ponerme celoso?- le dice Xavier a Moon.

- Como si es Sor Lucía, no me interesa ese desdentado pesado- digo cabreada.

Sergio suelta una carcajada escandalosa por mi comentario. En serio, ¿alguien me puede decir qué narices vi en este personaje para acostarme con él? Xavier en cambio me mira serio.

- ¡Cada día me gustas más!- dice Sergio y se acerca a la barra para pedir otra copa.

- Éste es subnormal- murmura Martha y yo coincido.

- No deberías tratar a Fabián de esa forma- dice Xavier seriamente llamando mi atención.- Es una de las mejores personas que he conocido en mi vida, por no decir la mejor.

- Si no me gusta, ¿qué quieres que haga?- le digo enfadada.

- Nada pero tampoco le hagas daño; no se lo merece- dice y da la conversación por zanjada.

•••

- ¿Por qué crees que Xavier se ofendió tanto cuando hablé de Fabián?- le pregunto a Moon en un susurro.

Aún tenemos que dormir juntas en la misma cama. Estoy deseando dejar este apartamento dejado de la mano de Dios y tener mi propia cama.

- ¿Aún sigues pensándolo?- me pregunta.

- No, sólo es que no me esperaba esa reacción por su parte. A Sergio no pareció importarle mi comentario.

- Nusa, Xavier es su mejor amigo. Es normal que le defienda. Sólo fue un comentario, no te lo tomes como algo personal.

- Moon,- le digo poniéndome de lado, con la mejilla apoyada en mi mano para poder mirarla a la cara y ella hace lo mismo,- sabes que me gusta divertirme y pasármelo bien pero... no quiero herir a nadie.

- No lo haces- dice sonriéndome con cariño.- Sólo es que Xavier a veces es algo extremista.

Asiento poco convencida. La próxima vez que vea a Fabián le dejaré las cosas claras.

29 de junio de 2016

Estamos Martha y yo en el supermercado comprando la comida que haremos hoy. Creo que iremos a lo fácil y barato y haremos pasta. Llegamos a la caja para pagar y volver al... diría hotel pero le da un glamour que no merece. Chabola sería más apropiado.

— Nos hemos olvidado del tomate— dice Martha.

— Voy a buscarlo— la digo.

Camino entre los largos pasillos pero no encuentro la zona de las salsas. Voy distraída mirando hacia los estantes y terminó chocando contra alguien.

— Lo siento— alzo mi cabeza y me encuentro con Sergio, el amigo de Xavier.

— Vaya, mira a quién tenemos aquí— me dice pasando su mirada por todo mi cuerpo.

— Oh, hola. ¿Qué tal te va?— le pregunto, más por educación que por interés.

— No me puedo quejar— se encoge de hombros.— Justo estaba pensando en llamarte.

— Seguro...— murmuro.

— ¡Es cierto! Palabrita del niño Jesús— dice poniéndose una mano sobre su pecho y alzando la palma de la otra.

No puedo evitar reír.

— ¿Y para qué querrías llamarme?

— Para invitarte a cenar y tener una cita contigo como Dios manda— dice como si resultase obvio.— ¿Qué te parece esta noche?

— Lo siento pero tengo trabajo— me excuso.

— No me vale eso. Ayer dijiste que hoy tendrías el día libre.

— Pillada.

— ¿Entonces?— pregunta haciendo un puchero.

Pensándolo bien, no tenemos ningún plan para esta noche y Sergio, a pesar de que es bastante fanfarrón, parece un buen tío y me divierto bastante con él.

— ¿Por qué no?

— ¡Perfecto!— sonríe arrogante y yo ruedo mis ojos.— ¿Te paso a buscar a las nueve?

— ¿Por qué aquí cenais tan tarde?

— Pues a las nueve me parecía hasta pronto; si quieres quedamos antes— dice rascándose la nuca.

— A las nueve está bien. Nos vemos— le digo y me marcho sin más.

Llego a la caja y me coloco junto a Martha.

— ¿Y el tomate?

Mierda...

Mi bombero ibicenco [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora