Capítulo 56

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"Aparco toda mi rabia solo para verte sonreír".

Día... ¡Yo qué sé ya qué día es!

Estamos ya todos los que vivimos fuera de Ibiza en casa de Xavier y Moon. Estos dos se marcharán de Luna de Miel el fin de semana. Yo me quedaré aquí hasta el día antes junto a Kira y Martha se irá un día antes que nosotras.

— Chicas,— dice contenta Moon saliendo al jardín en donde estamos todas tumbadas tomando el sol,— Xavier ha estado hablando con Sergio de hacer hoy una barbacoa de despedida aquí. ¿Qué os parece la idea?

Kira y Martha asienten eufóricas.

— ¿Quién vendría?— pregunto sin poder disimular las ganas que tengo de volver a ver a Fabián antes de regresar a Hungría.

Moon se encoge de hombros.

— Pues no sé. Supongo que estaremos nosotras, los amigos de Xavier y no sé si Sergio traerá a más gente.

De acuerdo. Eso quiere decir que Fabián estará aquí.

De pronto Sergio se asoma al jardín y desde la puerta grita:

— ¿Quién será la afortunada que tendrá el gran honor de acompañarnos a Xavier y a mí a comprar la comida?— miro hacia Kira y Martha y éstas se hacen las sordas.

— Yo tengo que preparar las cosas aquí,— dice Moon y yo suspiro con resignación.

— Está bien,— me levanto a regañadientes y voy hacia la puerta pasando al lado de Sergio.

— ¿Piensas ir así?— pregunta Sergio con su habitual tono pervertido mirando mi bikini.

— Claro que sí, cariño,— le digo apretando sus mofletes con la mano, haciendo que ponga morros de pez,— si no te gusta, puedes acompañarme a la habitación y me ayudas a cambiarme de ropa.

— ¿En serio?— pregunta sorprendido.

Ruedo mis ojos y ni me molesto en contestarle.

Bajo de mi habitación vestida con un vestido deportivo blanco con franjas negras y unas Vans negras.

— ¿Lista?— pregunta Xavier poniéndose unas gafas de sol y yo asiento colgándome una mochila pequeña a la espalda.

No vamos en el coche porque el supermercado está bastante cerca. Sergio camina distraído un poco más adelantado que nosotros, distraído tecleando en su teléfono móvil.

— ¿Cómo estás?— me pregunta Xavier.

— Bien,— le sonrío.

— Sabes a lo que me refiero, Nusa,— yo suspiro sabiendo que a Xavier no le puedo mentir.

— No lo sé, Xavier,— le soy sincera.— Estoy intentando asimilar que todo esto se acaba y que ya no volveré por aquí en seguramente mucho tiempo.

Quizás estaría mejor decir que es difícil convencerme a mí misma de que me marcharé después de hablar con Laia y ahora sé lo que sé.

— Sabes que aquí puedes venir cuando quieras, ¿verdad? Las puertas de nuestra casa siempre estarán abiertas para ti,— sonrío y le doy un pequeño apretón en el brazo.

— Lo sé, pero me refiero a que ya no tendré ninguna razón para darme prisa por venir,— mentirosa.— Estáis Moon y tú, de acuerdo, pero bueno, os puedo escribir o hacer videollamadas...

— Creo que a Fabián le gustaría mucho tenerte por aquí más a menudo,— que bien me conoce y, sin poder evitarlo, resoplo sabiendo por dónde va a ir la conversación; es el tema favorito de Xavier.

Mi bombero ibicenco [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora