"La mejor marca de ropa que conozco se llama: tu piel".
Mi gesto se descompone por completo y me giro lentamente para enfrentarme a mi metedura de pata.
Miro a Sergio que está con una ceja alzada hacia mí. Detrás de él están Fabián y Xavier, quienes hacen esfuerzos por no reír.
— Oye, Sergio, yo no...
— ¿Podemos hablar?— me corta.
Yo le miro. Creo que está enfadado. Yo y mi enorme boca.
— Claro— me levanto y camino junto a él hacia los baños.
Entramos a los de hombres, ya que es imposible entrar a los de mujeres, para variar... Entramos en uno de los cubículos y miro a la cara a Sergio. Por su gesto me parece que no le ha hecho gracia mi imitación. Ahora me siento mal por ello.
— Siento lo de antes,— comienzo a hablar,— sólo estaba bromeando. No quería ofenderte...
— No estoy enfadado contigo, Nusa— me dice serio y yo frunzo el ceño.— Estoy enfadado conmigo mismo por lo que pasó la otra noche. No te mereces que nadie te trate como lo hice yo— me sorprendo por sus palabras.
— No te preocupes. Está todo olvidado— le digo.
— Para mí no— me dice sujetándome de los brazos suavemente, bajándolos hasta llegar a mis manos.— Déjame recompensarte.
— No hace falta.
— Sí hace falta— acaricia mi mejilla.
No entiendo por qué está tan cariñoso conmigo.
— ¿Cuánto has bebido?— le pregunto intentado apartarme.
— No estoy borracho, Nusa. Soy perfectamente consciente de lo que digo. Quiero que me des otra oportunidad. Te prometo que esta vez haré las cosas bien— me dice mirándome de forma intensa.
— Sergio, no me caes mal,— le digo,— a pesar de que eres aún más bocazas que yo, de que eres un egocéntricos y que te crees superior a cada ser de la Tierra...
— Muchas gracias— ríe.
— Lo que quiero decir es que no estamos hechos el uno para el otro— aprieta sus labios.— No soy la persona que buscas.
— ¿No crees que yo sabré mejor que nadie lo que busco?
— Hazme caso, es lo mejor para los dos— él asiente serio y agacha su cabeza.— Ey,— pongo mi dedo sobre su barbilla y le obligo a mirarme,— ¿estás bien?
No pensé que le afectaría tanto a Sergio mi rechazo.
— Lo estaré— me dice.
Saco una pequeña sonrisa y le doy un suave beso en la mejilla. Abren la puerta del baño sorprendiéndonos.
— Eh... perdón— dice Fabián y sale cierra la puerta.
— Tendré que dejar el camino libre para los demás— ríe.
— ¿De qué hablas?
— Nada,— niega con la cabeza,— vayamos con los demás.
•••
— Nusa,— me sorprendo al escuchar a Xavier dirigiéndose hacia mí, cosa que pocas veces ocurría,— necesito preguntarte algo.
Busco a Moon con la mirada y la veo bailando junto a Akos.
— Tú dirás— le digo sonriendo.
— Necesito que me des una sola para no ir ahora mismo a por Moon, cargárla en mi hombro y llevármela como un cavernícola a mi casa— dice apretando su mandíbula.
— Espero que no hagas eso— le digo frunciendo el ceño.
— Por eso te pido que me tranquilices. Normalmente es Fabián quien me ayuda a controlarme pero se ha encontrado con una amiga y no sé dónde se ha metido.
Siento una punzada de celos al oír que Fabián está con una mujer. Sé que no debería ser así pero no lo puedo evitar. Además, fui yo quien quiso marcar una distancia entre nosotros.
— ¿Y qué hace para evitar tus arranques de ira?
— Distraerme en el mejor de los casos; en los peores me arrastra a golpes fuera del lugar. Esperemos que éste sea de los primeros— alzo una ceja.
—Llevo dos años trabajando en un bar. Te aseguro que con tíos más grandes que tú me he tenido que enfrentar— una pequeña sonrisa se forma en su cara y yo sigo seria pero por dentro estoy satisfecha por conseguir apartarle de discutir con mi amiga.
Moon es muy inocente y después de su última relación y de lo mal que lo pasó, no permitiré que vuelva a sufrir. Yo no toleraría a nadie posesivo pero sé que este hombre es el único que ha conseguido que mi amiga vuelva a confiar en el sexo masculino, así que por ahora esperaré a ver qué ocurre y la apoyaré haciendo todo lo que esté en mi mano.
— Vaya, Fabián debería tener cuidado contigo— murmura divertido pero llama mi atención.
— ¿Qué quieres decir?— le pregunto frunciendo el ceño.
— Nada, olvídalo.
— No, no, esto me interesa— le digo apoyando un codo el la barra.
— Pues que tienes loco a mi mejor amigo— dice sin quitar la mirada de Akos y Moon.— ¿Quién es ese tío? Y quiero la verdad, no la versión de Moon— me dice cambiando de tema y a mi me mosquea.
— No tienes que preocuparte por él.
— Contesta a mi pregunta— me mira ahora a los ojos.
— Akos y yo nos conocemos desde que nacimos, prácticamente. De pequeños éramos vecinos y en clase siempre nos sentábamos juntos— recuerdo con cariño.— Luego llegó Moon y nos convertimos en Los Tres Mosqueteros. Íbamos juntos a todos los lados, éramos inseparables.
— ¿Por qué hablas en pasado?
— Porque Akos se marchó de Hungría para perseguir sus sueños, los cuales cumplió, y nos separamos. Cosas que pasan— me encojo de hombros.— Aunque hemos seguido en contacto.
— Y entre Moon y él, ¿qué hay?— susurra acercándose a mí.
— Lo mismo que entre Fabián y yo— él frunce el ceño; no le ha gustado que le haya dicho eso— ¿No decías tú que nada?— le digo saliendo la víbora que hay en mi interior.
Está furioso. Cuando creo que está a punto de estallar, su gesto cambia a una sonrisa ladeada mirando detrás de mí.
— Nada, ¿verdad?— dice riendo de forma maliciosa y yo me giro para seguir su mirada.
Abro mis ojos sorprendida al ver la escena que se desarrolla ante mí. Fabián besa a una chica rubia mientras acaricia su mejilla con una mano y sujeta su cintura con la otra. Me quedo parada al verlos. No puedo reaccionar. Su beso termina y ambos se sonríen con demasiado cariño para mi gusto. La chica le dice algo y él suelta una carcajada. Cuando va a volver a mirarla me ve y su gesto se descompone pero vuelve a recomponerse y sigue hablando con la chica como si no me hubiese visto.
— Ahora eres tú el que me va a tener que controlar— digo mientras me giro a ver a Xavier pero el ya no está.
Busco a Moon y a Akos pero tampoco les localizo. No aguanto más por lo que cojo mis cosas y me marcho del bar.
Cuando ya estoy fuera alguien me sujeta del brazo.
— ¿A dónde vas?— escucho la voz de Fabián a mis espaldas.
Me giro para encararle y veo su rostro serio.
— ¿A ti qué te importa?— digo zafándome de su agarre de forma brusca.
— Pues bastante más de lo que tú te piensas— dice acercándose a mí.
— Cualquiera lo diría. Parecía que estabas muy entretenido allí adentro— le digo cruzándome de brazos.
— ¿Celosa?— río sin gracia.
— Más quisieras— le digo y doy media vuelta pero el tira de mi brazo, me gira y me planta un beso en la boca.
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Mi bombero ibicenco [COMPLETADA]
Romance[COMPLETA] Nusa viaja hasta Ibiza para pasar el verano junto a sus amigas. Siempre se sintió el segundo plato, hasta que conoce a alguien que le hace sentir el centro de su mundo. Él es perfecto para ella, pero como todos, también tiene sus fantasma...