Capítulo 17

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"Y que el mundo nos recuerde por soñar despiertos".

Corremos hacia dentro de la casa, dejando a Moon con Xavier. Nos empujamos unos a otros para subir a uno de los balcones que da hacia la calle y así tener una vista privilegiada de la escena que se va a desarrollar allí abajo.

— ¿De dónde vienes?— dice Xavier con cara de pocos amigos.

— Dios mío, si me habla así yo me cago de miedo— susurra Kira.

— De donde me da la gana— le responde Moon dejándonos a todos con la boca abierta.

No me puedo creer que Moon le haya contestado a Xavier de esa forma. Parece que el alcohol le ha dado la valentía que necesitaba.

— ¿Estás borracha?— pregunta incrédulo ganándose un bufido por parte de mi amiga.

— ¿Has venido aquí para preguntar lo obvio?— se cruza de brazos en actitud chulesca.

— Moon, por favor,— él se pasa una mano por su pelo exasperado,— ven conmigo a casa y allí hablamos tranquilamente.

— Si quieres hablar con alguien, ¿por qué no llamas a tu amiguita?

— ¡Toma ahí!— susurra Martha.— Ésa es mi amiga.

— Ella no significa nada para mí— intentar hacerla entrar en razón.

— Eso no es lo que parecía la otra noche.

— Moon, yo nunca haría nada que te pudiese perjudicar,— deja caer sus brazos abatido,— tienes que creerme.

— Me está dando hasta pena— murmuro.

— ¡Pena es la mujer del pene!— dice Kira indignada.— Si hubiese mantenido sus manos quietas esto no estaría pasando.

— ¿Queréis callaros de una vez? Al final nos van a oír— nos regaña Akos.

— ¿Y por qué tendría yo que creerte?— pregunta Moon seria.

— Porque te quiero.

— ¡Oooh!— decimos las tres desde el balcón llamando la atención de la pareja que está abajo y nos tiramos al suelo intentando escondernos.

— ¿Nos han visto?— susurra Martha.

— ¡Creo que es obvio!— dice Akos caminando hacia el interior de la habitación.

Kira vuelve a asomarse.

— No están— comenta.

— ¿Dónde habrán ido?— pregunto.

— Pues a un lugar libre de mirones— Akos se tira sobre la cama.— Si no les importa, señoritas, me gustaría dormir.

— Bueno, tranquilo,— dice Kira,— ¿qué mosca le ha picado a éste?— Martha y ella salen de la habitación y yo me tumbo junto a Akos de lado para mirarle a la cara mientras él se queda mirando al techo con las manos debajo de su cabeza.

— ¿Estás bien?— le pregunto preocupada.

— ¿Por qué no iba a estarlo?

Muy fácil: porque llevas desde los siete años enamorado de Moon, por ejemplo.

— No te tienes que hacer el duro conmigo— le aparto unos mechones de pelo que caen por su cara y él suspira resignado.

— ¿Cuándo llegará mi oportunidad, Nusa?— se le rompe un poco la voz y yo sufro por verle de esta manera.

Paso un brazo por su cintura.

— Eres una buena persona, Akos. No te tortures pensando en eso.

— No puedo. Deberás que lo intento pero no puedo. Espero que Xavier no sea tan idiota de dejar escapar la oportunidad tan grande que tiene— aprieta sus ojos con fuerza.— Por no arriesgarme, mira dónde estoy. Amargado y llorando por una mujer que no me ve como un hombre.

— Akos...

Se gira para estar cara a cara conmigo.

— No desperdicies las oportunidades, Nusa. No querrás acabar tan amargado como yo— me dice reflejando dolor en su rostro.

Akos no tarda en dormirse y yo me quedo junto a él. Sus últimas palabras rondan mi cabeza. Dicen que las cosas las comienzas a valorar realmente cuando las pierdes. No quiero sufrir lo que sufre cada día Akos al ver a Moon y saber que nunca la podrá tener.

15 de julio de 2016

Resaca histórica, señores— dice Kira entrando a la cocina mientras frota su cabeza.

— Siempre dices lo mismo— le digo divertida.

— Porque siempre es igual— me contesta cogiendo una tostada de la mesa.— ¿Y Moon?

— No está en casa,— habla Martha.— Seguro que se marchó con Xavier y se habrán reconciliado.

— Me alegro por ellos— asiente Kira.

— Ayer no decías lo mismo— río.

— Ayer era ayer y hoy es hoy— se encoge de hombros y yo niego con la cabeza.

Mi teléfono suena y contesto rápidamente al ver que es Moon. Me cuenta que esta noche le Xavier ha organizado una fiesta de cumpleaños en su casa para Fabián y que estamos todos invitados.

— ¿Otra fiesta?— Martha se deja caer sobre la mesa cansada.

— ¡No seas aburrida!— se levanta Kira como si le hubiesen inyectado un chute de adrenalina.— ¡Ya tendrás tiempo de descansar cuando estés muerta! Preparaos.

— ¿Para qué?— pregunta Akos riendo por la actitud de Kira.

— Para comprarle al chico un regalo.

Y ahora voy a comprarle un regalo a Fabián. Soy patética.

•••

Recorremos las calles peatonales de la isla, rebuscando en todas las tiendas que hay para encontrar un buen regalo. Akos y Martha me están sacando de quicio porque nada les parece lo suficientemente bueno por lo que me alejo de ellos tres y busco por mi cuenta. En un pequeño puesto de cosas artesanales, veo una pulsera de cuero marrón y me la imagino puesta en él. No es muy cara para ser de cuero verdadero por lo que decido comprársela.

En la noche, llegamos a casa de Xavier y él y Moon nos abren la puerta abrazados.

— Por Dios,— ruedo mis ojos,— ¿ahora vais a estar siempre pegados como una lapa?

— Tendremos que recuperar el tiempo perdido— dice Xavier mientras entramos.

— ¡Si sólo habéis estado separados un día!— exclamo y ellos me ignoran.

El amor...

Estoy nerviosa por ver a Fabián. No sé cómo reaccionará al verme. A lo mejor no le hace gracia que haya venido a su cumpleaños. Puede que haya sido un error venir. La invitación ha sido tan repentina que ni siquiera me había parado a pensar en ello.

— Hola, gente— saluda Fabián acercándose a nosotros.

Ya es demasiado tarde para planteármelo.

Mi bombero ibicenco [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora