Capítulo 33

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NOTA:
"La amiga de la protagonista" pasa a llamarse: "Mi bombero ibicenco". Más comercial; ya sabéis...
En fin, disfrutad del capítulo.
Un abrazo,
BaccelliMSR









"¿Por qué los sueños se rompen de golpe?"

30 de julio de 2016

Me he comprado un vestido blanco de tirantes, con algunas flores estampadas por la parte superior. Me he esforzado más que nunca en mi pelo y he decidido dejar la muleta en casa. El doctor me recomendó llevarla conmigo cuando saliese fuera, pero ni en broma me presento a esta cena con ella. Tengo un mal presentimiento. Normalmente no suelo aceptar, pero la familia de Fabián tiene algo que no me gusta. Cuando les conocí, salió todo mal. No lo voy a negar, en parte fue mi culpa. Yo iba con unas expectativas muy altas y la vida me dio un golpe en la cara con la mano abierta. Voy a ir con la mejor de mis intenciones, dejando atrás los rencores y puede que así les empiece a caer bien. Para mí es muy importante esto, ya que Fabián significa mucho para mí y su familia siempre estará ahí.

— Estás preciosa,— sonríe Fabián estrechándome entre sus brazos.

— Tú tampoco estás mal.

Decir que no está mal es quedarse corto. Lleva puesto un traje de dos piezas azúl marino, sin corbata, y una camisa clara. Se ha engominado el pelo hacia atrás y yo muero de ganas por alborotárselo.

— ¿Estás lista?— me susurra y aunque intenta disimular su preocupación, se le nota mal.

— Creo que eso te lo debería preguntar yo,— le doy un suave beso en los labios y él lo recibe con gusto.

— Lo estaré si tú lo estás.

— ¡Entonces estás genial!

— Mientes,— niega con la cabeza mientras ríe,— pero te quiero por mentirme.

Le sonrío como una tonta enamorada mientras caminamos hacia el coche.

Quince minutos después, llegamos al restaurante en donde se celebrará la cena.

— ¿Lista?— me pregunta cuando ha apagado el motor.

Asiento en respuesta con una sonrisa, intentándole hacer ver que todo está bien. No confía en mí y no le culpo; yo tampoco lo hago.

Entramos al restaurante y está repleto de gente riendo y charlando de forma animada. El ambiente es agradable. Seguramente sea la única persona del lugar que esté en tensión.

Esto lo haces por él, Nusa. Relájate, todo saldrá bien.

Me doy ánimos mentalmente e intento quitar hierro al asunto. ¡Soy una dramática! Seguro que todo sale bien. O no...

— ¡Hombre, Fabián!— Sergio nos sorprende.— ¿Me puedo acercar a tu novia sin que me des una paliza?— bromea, pero noto un trasfondo en su comentario que no me gusta.

No le doy más importancia.

— Hola, amigo,— le da un abrazo y se palmean la espalda.

— No sabía que estarías aquí,— le digo después de darle un beso en la mejilla.

— Conozco a Mónica desde hace años. Antes éramos muy buenos amigos, ¿verdad, Fabián?— dice y el citado rueda sus ojos.

Mi bombero ibicenco [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora