Mi bombero ibicenco [COMPLETADA]

Capítulo 28

"Nunca dejaré que nada me cambie".

— ¡Suéltame!— grita Fabián mientras es sujetado por Xavier.

Unas de las amigas de los chicos se acercan a comprobar cómo está Sergio.

Estoy bloqueada. No sé cómo actuar. Nunca había visto a Fabián de esa forma y estoy asustada.

— ¡Reacciona, joder!— le grita su mejor amigo.

Xavier le suelta y le pega un puñetazo en la cara a Fabián. Yo contengo un grito y tapo mi boca con mi mano. Al hacerlo, una de mis muletas cae al suelo y el sonido llama la atención de Fabián, quien me mira con sorpresa pero luego cambia su gesto a un de enfado y rabia. Intenta ir a por Xavier pero éste tiene que sujetarle entre sus brazos al tropezarse con sus propios pies. Está borracho, muy borracho.

— Déjame...— se pone en pie y camina tambaleándose hacia fuera de la casa, con Xavier pisando sus talones.

¿Qué ha ocurrido aquí?

Cuando todo termina, salgo de mi bloqueo y con ayuda de Moon salgo por donde ellos se fueron.

— ¡Que me des las putas llaves!— le grita trabándose con las palabras a Xavier y él le mira con un gesto impasible sin contestarle.

— Fabián...— su nombre sale de mis labios como un suspiro pero al no haber nadie fuera me escuchan perfectamente.

— Vete— su rechazo me duele.

— ¿Qué te ha pasado ahí dentro?— pregunto reteniendo mis lágrimas.

— ¡Que te vayas!— doy un respingo por su grito pero su semblante pasa a uno lleno de tristeza nada más hacerlo.— Por favor...— agacha su cabeza derrotado.

— No puedes conducir,— dice Xavier,— mejor quédate aquí esta noche,— le mira.

— Llévame tú hasta mi casa.

— He bebido y yo, a diferencia de otros, no conduzco habiéndolo hecho,— Xavier cruza sus brazos poniendo el punto y final a la discusión.— Ya solucionaremos el lío en el que te has metido mañana.

— Hay habitaciones libres,— le dice Moon,— no hay problema por que te quedes,— Fabián asiente y camina hacia dentro de la casa sin siquiera mirarme.

— Vamos,— Moon me abraza por los hombros.

— ¿Qué ha ocurrido?— no puedo hablar sin que mi voz suene quebradiza.

— No tengo ni la menor idea, Nusa. Yo estaba hablando con Xavier y de repente todo empezó.

Esta noche no he reconocido a Fabián. Él no es así, siempre ignora los enfrentamientos.

¿Qué ha pasado por tu cabeza, Fabián?

•••

Me despierto en medio de la noche. Aún no ha amanecido pero me he desvelado por completo. El calor es insoportable y las sábanas se me pegan al cuerpo resultándome incómodo permanecer en la cama. Me levanto y voy a la cocina a beber un poco de agua. Me encuentro mal, pero no físicamente ni por mi pierna; mi malestar es diferente. Lo que ocurrió anoche me pilló totalmente de improvisto y me dejó descolorada. Necesito respuestas pero no le quiero agobiar.