Capítulo 2

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"No es porque digas la verdad, es porque nunca me has mentido".

14 de junio de 2016

- ¿Lo tenéis todo preparado, chicas?- pregunto a mis amigas.

Estamos en el bar donde trabajo tomando algo. Mañana salimos de "vacaciones" a Ibiza. Trabajaré durante el verano allí junto a Kira. Tiene un amigo en la isla que nos ha hecho un hueco en su discoteca durante los meses de temporada alta allí.

- ¡Sí!- corean todas al unísono.

- ¡Muero de ganas!- añade Martha.- Un verano entero en la isla de la fiesta por excelencia.

Martha y Moon se apuntaron a un curso de español para así amortizar el viaje. A mí ese idioma no me interesa. ¡Bastante me costó ya aprender inglés! Ellas no han mirado ningún trabajo allí. Martha aseguro que en cuanto lleguen les resultará fácil encontrarlo. Yo tengo mis dudas sobre ello...

- Y estará lleno de hombres guapísimos- digo yo.- Ya verás, Moon, ¡será el verano de nuestras vidas!

- Ya puede serlo,- dice Pol apareciendo por detrás de nosotras con gesto hosco,- me dejarás tirado tres meses.

- ¿Tirado?- pregunto girándome para mirarle a la cara.- ¡Pero si he buscado una sustituta!- digo indignada.

De repente se escucha como un vaso se estrella contra el suelo rompiéndose en pedazos. Miramos hacia la barra y vemos que ha sido Emily, la chica que venía a sustituirme.

- Sí... Muchas gracias- dice Pol sarcástico y se marcha resoplando a recoger el estropicio

En realidad estoy muy agradecida de que Pol me haya dejado marcharme en verano. Sé que esa época es en la que más jaleo hay y aún así me lo ha permitido, y no porque nos acostemos sino porque con el tiempo nos hemos convertido en muy buenos amigos. Somos como novios pero sin exclusividad, y eso es lo que más me gusta de nuestra relación.

- ¿Ya sabéis como será el bar en el que trabajaréis?- nos pregunta Moon.

- Oscar no me ha dicho mucho, sólo que empezamos en dos días y que mañana pasará a buscarnos para explicarnos cómo funciona todo en el local- explica Kira.

- ¡Creo que no puedo esperar para estar allí!- digo botando en mi sitio de la emoción.

15 de junio de 2016

Llegamos a El Prat, el aeropuerto de Barcelona, a las diez en punto de la mañana. A las once cogemos otro vuelo allí mismo que nos lleva directamente a Ibiza. Nos montamos en un taxi y Kira le da la dirección del hotel en el que nos vamos a hospedar.

Por el camino disfruto de las maravillosas vistas que nos ofrece la isla. Nunca había venido a Ibiza pero ahora que lo veo en persona creo que es lo que más se puede asemejar al paraíso. Quince minutos después el taxista detiene el coche, le pagamos y nos ayuda a bajar las maletas para luego marcharse.

- Oye, Kira...- dice Martha.- Dime que esto es una broma y que no nos vamos a quedar aquí.

Miramos el hotel y la cara de felicidad que teníamos desde que salimos se esfumó al instante. Más que un hotel, es una pensión, pero una pensión de mala muerte. Parece que se va a caer a cachos.

- Quizás por dentro sea más acogedora- dice Kira intentando ser optimista.

Entramos y si por fuera tenía mala pinta, por dentro parece sacado de una película de Tarantino.

Vamos a la recepción.

- Hola,- habla Kira con el recepcionista,- tenemos la reserva de una habitación a nombre de Oscar.

El hombre mira en su viejo ordenador y asiente.

- Sí, aquí está- dice con acento colombiano.- Tercera planta, al fondo a la derecha- nos dice dándonos las llaves.

Kira las coge y se queda absorta mirando el llavero con un colgante rosa de plumas muy extravagante.

Subimos por las escaleras; el ascensor está averiado. Llegamos a la puerta que nos ha indicado el recepcionista.

- Quizás la habitación esté bien- dice Kira encogiéndose de hombros pero no nos convence a ninguna.

Abre la puerta y si creíamos que lo habíamos visto todo, estábamos equivocadas.

- Este es el sitio más hortera que h e visto en toda mi vida- digo y Moon asiente.

La decoración es estrafalaria. Cuadros siniestros adornan todas las paredes. Está lleno de polvo y desordenado.

- ¿Qué esperábais?- dice resoplando Kira.- Os recuerdo que no somos ricas, esto es lo más barato que hay en toda la isla.

- No hace falta que lo jures...- murmuro y Moon me da una mirada reprobatoria.

- ¡Venga, chicas! Tampoco está tan mal- dice Moon echando una mano a Kira.- Además, ¡hay piscina!- dice con entusiasmo pero ni ella se lo cree.

- No creo que sea verdad...- escuchamos decir a Martha desde una habitación.- ¡Sólo hay dos camas de noventa!

- Sí, bueno... pensé que no pasaría nada porque durmiésemos juntas. Ya sabéis, ¡como cuando éramos pequeñas!- dice Kira y todas la ponemos mala cara.- ¡Jope! Es que los alquileres aquí son carísimos y esto es lo único que nos podemos permitir- dice excusándose.

- Bueno, de acuerdo,- dice Moon,- no es el Palacio de Buckingham, pero no tenemos ni un céntimo así que nos adaptaremos. Dentro de unos años nos reiremos al recordarlo- dice y finalmente nos convence.

•••

Después de comer, Oscar viene a buscarnos a Kira y a mí y nos lleva hasta el local donde trabajaremos en el verano. Yo pensaba que sería un bar normal y corriente pero no. Es una macrodiscoteca.

Nos explica que a parte de trabajar como camareras, tendremos que ayudar en todo lo que sea necesario. A las dos nos parece perfecto. El sueldo es bueno y no nos podemos quejar. Mi mayor motivación es cobrar a final de mes y poder pagar un hotel en mejor estado.

Oscar nos manda venir mañana por la noche y que debemos venir maquilladas y arregladas porque la imagen en este sitio es muy importante. Nos dice también que libraremos dos días a la semana, pero que jueves, viernes y sábado será obligatorio ir porque son los días en los que mayor afluencia de gente hay.

Dos horas y media después nos despedimos y volvemos a la pensión donde Martha y Moon nos esperan para ir a la playa.

Tumbadas tomando el sol sobre la arena caliente pienso que quizás lo del hotel no sea tan malo como pensé al principio y que disfrutaría al máximo esta experiencia.

Mi bombero ibicenco [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora