Capítulo 9 - El 7 papeles

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Kenner llega con la comida rápida. La deja sobre la mesa, pero es poco el tiempo que tarda en llegar a ser devorada.

- ¿Entonces cuál es el plan? – pregunta Kenner antes de morder su hamburguesa.

- Ya te lo he dicho tío. – le digo con la boca llena.

- Nosotros no tenemos planes – dice Seth comiéndose una de sus patatas fritas con kétchup – actuamos según las circunstancias.

- ¿Te crees que soy nuevo en esto? – dice Kenner buscando un mechero en el bolsillo trasero de sus pantalones para encenderse el cigarro de después de comer. – No me refiero a eso, y lo sabéis. – continua mientras enciende su cigarro. – Me refiero a que cuándo iremos a por Cedric.

- Pronto. – sentencio.

Seth ríe mirándome de reojo. Es consciente de lo que odio las preguntas y más cuando se trata de mi propio clan, donde ya me conocen.

- ¡Eh tío! - llama nuestra atención Dick. – ¿Al final qué pasó con la pelirroja? – le pregunta a Levi.

- Por culpa de ese subnormal – dice Levi mirando fulminantemente a Seth – no conseguí tirármela. Y eso que estaba a punto ya.

Me carcajeo.

- Se te resistió una pija de Monte Azul... que poco entrenado estas – le chincho.

- Al menos me la tiraré, pero tú ¿hace cuánto no mojas eh, John? – me desafía.

- ¡Desde que se tiró a la hermana de éste! – grita Kenner señalando a Seth.

Seth niega con la cabeza mirándome con odio. Fue así como nos conocimos, aunque evidentemente no fue ese mi último polvo. Yo acababa de perder a mi padre y en lo único que pensaba era en la fiesta y las chicas. Una de las noches, me ligué a Fani y fui a su casa para rematar la faena, con la mala suerte que en medio del polvo llegó Seth bastante borracho. El cabrón quería dispararme, pero se sorprendió al ver que me daba igual que lo hiciera. Mi vida dejó de tener sentido cuando mi padre se fue y así ha sido hasta ahora. No le temo a la muerte, o al menos, no dejo que se muestre. Si he de morir, moriré pero siempre sin arrepentirme de lo que he hecho.

- Recuerdo que cuando fue la fiesta aquella en tu casa hace... ¿Cuánto Kenner? ¿Tres semanas? Me tiré a tu madre. – le digo serio.

Kenner se lo cree. Sus puños se cierran sobre el reposabrazos de su silla.

- ¿¡Qué hiciste qué?! – grita enfurecido.

Seth ríe cada vez más intensamente.

- Vamos Kenner relájate, te está tomando el pelo. Se tiró a Sindy en el cuartillo del jardín. – aclara Seth.

- ¡Que callado te lo tenías! – grita Levi. – Un momento – Levi se muestra serio llamando la atención de todos y haciendo que nos serenemos. – ¿Mojaste y no te fumaste el porro de la victoria?

Hacía un par de meses, preparamos un 7 papeles que juramos fumárnoslo cuando hubiésemos conseguido tirarnos a un determinado número de tías. Con Sindy yo cumplía la cantidad de tías que marcamos en la lista, pero no me veía capacitado para fumarme tanta cantidad, siendo consciente de que volvería a caer en las drogas.

- ¿Cuántas os quedan? – intento desviar la pregunta.

- Cuatro – dice Seth.

- Una, la pelirroja – dice Levi.

- Siete – dice Kenner – soy muy exigente – aclara.

- No he empezado la lista. – dice Dick.

- Vamos tío... ¿acaso no las cuentas? – le pregunta Seth a Dick.

- No tío, siempre se me olvida.

- Esta lista – comienza Seth levantándose y echando mano a su bolsillo trasero, sacándola de allí – tienes que llevarla siempre encima ¿entiendes? – se acerca a Dick, poniendo la lista delante de él. – Es muy importante, nunca sabes cuándo vas a tirarte a cualquier tía.

Dick asiente, y entonces, decidimos empezar su lista haciendo memoria de las tías que se ha tirado mientras era uno de los Blacks.

- Entonces te quedan unas siete. – digo yo. – Empate con Kenner, a ver quien acaba primero.

Kenner le dedica una mirada intimidante a Dick.

- Ten por seguro que ganaré yo.

Enciendo uno de los cigarros del paquete de Dick.

- Chicos me piro, ya iremos hablando. – digo dirigiéndome a la puerta - ¡Dick! Te debo uno – le muestro el paquete y salgo.

Estos tíos me volverán loco algún día.

Ésa misma noche, decido llamar a Seth para jugar un rato a la play station, pero éste me propone un plan mejor, ayudar a Levi para asaltar la casa de la pelirroja y que la pija de Monte Azul sea la deshonra del vecindario cuando todo el mundo vea la clase de persona que es.

Seth y yo siempre le habíamos tenido repugnancia a esa clase de personas. Él conocía mi pasado y sabía que yo había sido así durante muchos años, pero ahora, también era consciente de que lo había dejado atrás y por ello, les guardaba tanto rencor. Eran personas que solamente miraban en su beneficio propio, sin importarles cuánto daño pueden hacerle a otras personas, y con esos mismos ideales, criaban a sus hijos. Odiaba sus fachadas de familias sin problemas y adineradas. Sus comidas caras y en cantidad, sin importarles dejar los platos enteros sabiendo que hay otras personas que lo necesitan. Los colegios o universidades prestigiosas a las que asistían intentando ser superiores a cualquier otra persona. Todo eso, tenía que acabar. Y si en mi mano está poder fastidiar la vida de alguno de ellos, con la repercusión que eso traería, no dudo en hacerlo.

Seth por lo contrario, jamás tuvo una vida fácil. Siempre vivió en uno de los barrios con más delincuencia, y sin embargo, es la persona que más fidelidad y más valores tiene de las que he conocido. Odió durante toda su vida el barrio de Monte Azul, pues su madre les abandonó para ser la amante de uno de los ricos de allí. No le importó su marido, su casa y mucho menos sus hijos. Seth, tuvo que criar a su hermana él solo, ya que su padre iba siempre drogado, y tras años de adicción,  acabó muriendo de sobredosis. Aun y así, aunque Seth lo intentó lo mejor que pudo, Fani se desvió un poco del buen camino. O al menos, el buen camino para nosotros.

Seth y yo, fundamos a los Blacks con el principal objetivo de aterrorizar a todos aquellos que no considerásemos que mereciesen vivir en paz, pero la cosa no surtió como teníamos planificado y, en vez de aterrorizar a aquellos, conseguimos imponernos a toda la sociedad, llamando la atención de muchos de los magnates de drogas, armas y prostitución, para que les ayudáramos, pero solo nos mostramos interesados en las drogas y las armas, pues chicas las conseguíamos de cualquier lugar y en cualquier momento.



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ACLARACIÓN: Un 7 papeles = Un porro elaborado con 7 papeles de fumar.


Por la hora que es, a lo mejor a alguien le pilla un poco tarde, pero... ha entrado dentro de la hora del lunes, en horario de España! jajaj:P

Espero que os guste y feliz semana:)

John HowellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora