Capítulo 67 - Primero tenemos que conocernos a nosotros mismos

1K 51 1
                                    

- John... tengo que decirte algo... - comienza a decir Kenner algo preocupado.

- Creo que es la primera vez en años que veo como gesticulas. - comenta Seth - John, esto es algo gordo. - concluye golpeándole con el codo delicadamente.

John mira a Kenner y de inmediato su rostro cambia.

- ¿Qué pasa? - pregunta John con desgana, intentándole quitar peso a la situación.

- Bien, como todos sabéis, nunca he dejado de buscar a mis padres...

- Yo no lo sabía. - interrumpo alzando tímidamente el dedo índice. Todos me miran con la peor de sus miradas y es John quien lentamente baja mi mano para evitar que siga haciendo el ridículo.

- Como iba diciendo... Por fin he encontrado pistas sobre mi padre.

- ¿Que dices tío? ¡Enhorabuena! - comenta Seth levantándose para chocar ambas manos.

- Felicidades tío, es lo que querías. - continua John. Éste se levanta y con una mirada de orgullo por el hallazgo de su "hermano" se dirige hacia él para abrazarle. Pero Kenner, antes de que John logre hacerlo, le detiene. Planta sus manos sobre los hombros de John y le mira fijamente a los ojos.

- Pero Howell, no todo acaba ahí. Sigue trabajando como traficante de armas. - continua Kenner.

- Alto, alto... - interfiere John, zafándose de las manos de Kenner. - No pretenderás que tu padre sea nuestro nuevo distribuidor...

- No. - niega rotundamente el semi-ruso. - Quiero decir, que he encontrado todas las ventas que ha realizado y John... la última de ellas se trata de un pedido gordo. - continua Kenner angustiado.

- ¿Quien ha hecho el pedido? - pregunta John con valentía.

- Patrick... - susurra Kenner. - Lo siento, Howell.

- Tranquilo. - dice John apoyando su mano en el hombro de éste. - Saldremos de esta. - intenta tranquilizarle.

El silencio ha inundado la cabaña. Cada uno de nosotros navega por el mar de dudas que se han formado tras conocer ese pedido, porque si de algo estábamos seguros, es de que Patrick lo utilizaría contra nosotros.

- ¿Cuánto ha pedido y el qué? - rompo el silencio intentando hacer que los demás reaccionen. Se supone que son ellos los que manejan estos asuntos...

Kenner me mira incrédulo, transmitiéndome la sorpresa que le han producido mis palabras.

- Reacciona y haz lo que pide. - le ordena John. Enseguida asiente y busca en su ordenador la información.

— La verdad es que ha pedido bastante cargamento... — decir Kenner sin apartar la mirada de la pantalla.

— ¿Qué es lo que ha pedido, cojones? — pregunta John empezando a impacientarse.

— En cuanto a armas... — empieza a decir Kenner — Uf... encontramos AK-12, SCAR-H, M416, SAR21, AEK-971, AUG A3, M16A4...

- Es demasiado... - susurra Seth contemplando su paquete de regalices pero sin sacar ninguna de allí.

— ¿Y cantidad? — insiste John.

— Suficiente como para acabar con un ejército entero... — comenta Kenner dando la información necesaria para saber que hay en abundancia.

Miro a Levi intentando buscar algo de esperanza en él, pero es imposible. A todos se les ve abatidos, confusos o puede que preocupados por lo que puede llegar a pasar. John mira pensativo un rincón de la cabaña frotando su nuca desquiciadamente. Así que, decido que es el momento de actuar o tal vez, de darles un pequeño empujón.

- Bien, si nadie hace nada... gobernaré yo. - digo sonriente poniéndome en pie.

Consigo la atención de Levi, quien enarca una ceja con disconformidad.

- Levi, ¿cuánto armamento tienes y de cuanto puedes disponer? - pregunto con firmeza.

Levi resopla y vuelve a apartar su mirada, ignorándome por completo.

- Vamos capullo responde. - dice Seth quien me mira intrigado por mi iniciativa.

- Le daremos un tiempo para meditar... Las mentes cortas no dan para más. - vacilo intentando provocarle para que suelte la información. - Seth apunta cuantas armas dispones, cantidad y nombre y de cuantas podrás disponer, así como también el cargamento.

- A sus órdenes. - dice éste con un toque de humor en sus palabras.

- Vas bien... ¡vas bien pequeña Lena! - comenta John orgulloso por ser mi mentor. - Agrupemos nuestras armas. Primero tenemos que conocernos a nosotros mismos.

Tras media hora contando el armamento y buscando cuantas posibilidades hay de conseguir una cantidad superior a la que Patrick a demandado, nos damos cuenta que no hay ninguna posibilidad de superarlo.

— Bien, pues si no tenemos nada que hacer... será mejor interrumpir ese pedido o actuar antes de que llegue. — ordena John.

John HowellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora