Capítulo 64 - Ella hace tiempo que ha dejado de ser mi objetivo

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Los coches de los Blacks desaparecen. Parece que por fin, ya se han dado por vencidos.

Arreglo mi vestido con mis manos y me dispongo a salir junto con Abie. Entrelazo mi brazo con el suyo y, con una sonrisa en el rostro, salimos de la gran mansión azul para poder disfrutar del caluroso sol que hoy nos acompaña.

— No creas que se me ha olvidado. — comenta Abie.

— ¿Qué? No sé a qué te refieres.

— ¿Qué ha pasado en tu cita con Gregg Pemberton? — pregunta la pelirroja alzando ambas cejas.

Sonrío pero sin saber el motivo. En realidad, no sé si me agrada la idea de iniciar una relación, o algo similar, con Gregg.

— No tengo mucho que contarte... — empiezo a decir — Solamente nos besamos.

— No puedo creerlo... ¡Estas hecha una casanovas! — bromea Abie.

— Calla, tonta. Fue un beso sin importancia, nada de lo que pueda enorgullecerme.

— ¿Por qué dices eso? — pregunta Abie buscando mi mirada con la suya.

— Vi a Seth, y ése fue el motivo de mis actos. — confieso.

— ¿Ahora te gusta el rubio?

— ¡No! Pero sé que irá corriendo a contárselo a John.

— No me gusta nada esa sonrisa maliciosa. — dice Abie intentando ocultar la suya.

— No intentes disimular, sé que tú también eres como yo.

— Posiblemente, aunque yo hubiese sido más cruel. — confiesa mi amiga pelirroja.

Es un ruido estruendoso el que impide que podamos continuar la conversación. Un coche, el cual no logro identificar, se detiene con brusquedad delante de nosotras, haciendo chirriar los frenos.

— ¿¡Que haces, loco?! Vigila por donde vas. — masculla con furor Abie.

El coche queda encarado a nosotras y es inevitable que por mi mente pase un nombre. Aprieto con fuerza el brazo de mi amiga, intentando disimular el miedo que recorre mi cuerpo. Mis manos sudan, al igual que mi espalda y no puedo negar, que son mis piernas las que empiezan a temblar.

Las puertas traseras del coche se abren, mostrando unos arreglados y caros zapatos, unos Tanino Crisci.

— ¡Pero que sorpresa encontrarte! — exclama con euforia.

Eureka, era Patrick, tal y como sospechaba. Trago saliva notando el espesor de mi garganta.

— ¿Quién es este viejo? — me susurra Abie.

— Tranquila, todo estará bien. — miento.

— Hacia mucho tiempo que quería verte. — anuncia Patrick mientras camina hacia mí con seguridad.

— Es una lástima que yo no pueda decir lo mismo. — afirmo.

— Es una lástima que tú amiga haya decidido ir contigo. — imita mi tono de voz dirigiéndose a Abie.

— No la toques — mascullo.

— ¿Y eso quien lo ordena? – pregunta Patrick sin apartar los ojos de ella.

— Yo. — escucho desde mi espalda esa voz ronca e inconfundible. John. Llega rodeado junto a su equipo, los Blacks. Su rostro frio, junto con su mirada intimidante en Patrick muestran esa actitud ruda que consigue impartir el miedo. Sus chaquetas negras a juego, manifiestan la unión que supone su equipo. — He dicho que no la toques. — recalca cuando Patrick le ignora e intenta poner su mano sobre el ombro de mi amiga.

— Creo que no te ha quedado claro, pequeño Johnny, yo no hago planes con las personas que me traicionan. — comienza Patrick mirando a John fijamente a los ojos. — Y tú lo has hecho, y ahora pagaras por ello.

— Que equivocado estas... — susurra John con seguridad. — Seth, llévate a Abie, creo que Patrick y yo tenemos que resolver unos cuantos asuntos.

Seth asiente y se acerca a ella desde la espalda. Con suma delicadeza, pasa su mano por la cintura de ésta y la aparta de Patrick, acompañándola de nuevo a su casa.

— Mejor, me quedaré con lo que me debes y esto se habrá acabado.

— No tan deprisa escoria. Ella no se moverá. — me defiende Levi sorprendentemente.

— Creo que no te ha quedado claro... — comienza John a decir mientras camina hacia Patrick — Se vendrá conmigo y tú, si quieres seguir con vida, tendrás que buscarte a otra presa a la que perseguir.

— Tranquilo pequeño Johnny, creo que al que no le ha quedado claro a quien persigo es a ti. Ella hace tiempo que ha dejado de ser mi objetivo. — confiesa Patrick con una sonrisa ladeada.

— ¿Y ahora quién es? — pregunto intrigada y algo temblorosa.

— Lo tengo delante. — concluye él sin apartar la mirada de John.

— Se acabó la tontería ya. — dice Kenner — O acabamos con todo o cada uno vuelve a lo suyo.

— Como dice tu amigo, acabemos con todo esto. — le desafía Patrick.

— No es el momento ni el lugar, y lo sabes. — afirma John.

— Despacio pequeño Johnny, pero sin pausas. Así es como yo trabajo. Nos veremos pronto. — finaliza Patrick antes de volver a su coche.

Miro a John, quien contempla con irritación la marcha de Patrick.

— Será mejor que nos vayamos... — susurro acariciando su brazo, intentando que desconecte de la situación.

— ¿Vendrás con nosotros? — se limita  a preguntarme John.

— Sí, iré con vosotros. — afirmo con una sonrisa introvertida en mi rostro.

Inmediatamente los Blacks se separan, dividiéndose en dos grupos los cuales, ocuparan los coches para volver a la cabaña, ese lugar de protección del que no tendría que haberme marchado.

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Uops! Mañana másss😊

Besiiiiis 😄

John HowellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora