John Howell

Epílogo

Ha llegado el día de la despedida. Todos los Blacks nos vestimos con nuestra característica chaqueta negra de cuero y vamos a casa de Seth, donde Fani se encuentra desolada.

- ¡John! – grita entre lágrimas mientras cae sobre mis brazos. – Mi hermano, era mi hermano. – golpea mi hombro.

Lena le mira con lastima en su mirada mientras aguanta sus lágrimas y la compostura tras perder a un gran amigo.

- Lo entiendo... tranquila. – intento tranquilizarla mientras acaricio su pelo. – Para mí también ha sido una gran pérdida.

- John... Seth siempre quiso que tuvieras esto... - dice Fani apartándose ligeramente. Contemplo su mano, la cual guarda cerrada sobre su pecho. La extiende frente a mí, y finalmente la abre. En su mano me muestra una foto. La misma foto que nos tomamos cuando compré la cabaña y por lo tanto, cuando realmente inauguramos el grupo de los Blacks. – Siempre la guardaba bajo su almohada y sé que la miraba antes de salir de casa, cuando teníais algún pedido peligroso. Era su amuleto, pero se lo dejó aquel día...

- N-no sé qué decir... - tartamudeo.

- Solo quédatelo.

Vuelvo a contemplar la imagen. Ya tenemos nuestras chaquetas de cuero negras, ambos con la chaqueta colgada del hombro por el calor que hacía aquel día. Nos habíamos bañado en cava, y nuestros cabellos se mantenían mojados y chafados. Recuerdo aquel día como si fuese el último que viví con él. Te voy a echar tanto de menos rubiales...

- John, es la hora... - avisa Levi extendiéndome unas gafas de aviador negras, que todos tenían puestas. No dudo en ponérmelas yo también, e irme hacia donde se encuentran los demás. No sin antes, despedirme de Fani, quien se queda con Lena.

Acaricio el ataúd donde descansa el cuerpo de mi amigo, aguantándome las ganas para no sufrir un ataque de ira en estos momentos.

- Lo siento Seth... - susurro acercando mi rostro al ataúd de madera. Lena coloca su mano en mi hombro, consiguiendo que me desprenda de él. Y entonces coloco la chaqueta de Seth sobre el ataúd, y todos los Blacks, lo levantamos hasta llegar a la fosa donde descansará por siempre. No puedo negar que pesa, pero aún es peor el dolor que siento tras su perdida, el hueco que ha dejado en mí.

Los encargados de la funeraria, bajan el ataúd hasta la fosa pero antes de proceder a enterrarlo, nos dejan unos minutos para poder depositar sobre él aquello que queramos.

- Siempre estarás con nosotros hermano. – digo mientras dejo caer uno de sus paquetes de regalices que siempre comía.

No puedo retener mis lágrimas, y mucho menos cuando veo el sufrimiento de todos a los que quiero, Lena, Levi, Kenner, Dick, e incluso Fani...

- Siempre serás ese rubio hermano que me protegió. – dice Fani entre lágrimas lanzándole una rosa roja.

- Hermano, siempre seremos uno. – dice Levi dejando un paquete de cigarros en honor a nosotros.

Kenner deja un coche en miniatura con el que Seth siempre había soñado tener, pero no le dedica más palabras. Se ve superado por la situación.

- Siempre te recordaré como el hermano que me habría gustado tener. – dice Lena depositando una carta sobre el ataúd.

- Es la hora chicos. – nos dice el hombre de la funeraria. Y entonces, mientras entierran el ataúd, mis recuerdos con él empiezan a florecer. Recordándome lo feliz que era, las sonrisas que consiguió robarme, las carreras en las que siempre intentaba vencerme, las veces que me ayudó para salir de la droga, las veces que cuidó de mí tras una borrachera y el vacío que ha dejado en mí y que nadie jamás podrá llenar.

****
Continuará en Lena Bennett.

Muchas gracias a todos por el gran apoyo que me habéis ofrecido durante el largo transcurso de esta primera parte 😙😄😗