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El silencio se hace presente mientras bajo las escaleras.

Miro asombrada a mi alrededor.

Esto no es una casa. Es una mansión. Al estilo antiguo, pero preciosa.

Sigo investigando, tratando de encontrar la cocina.

Acostumbrada al pequeño chalet en el que vivo yo y mi madre, esto se me hace demasiado grande.

Mi madre, recuerdo.
Tengo que volver a casa pronto. Debe de estar preocupada.

Abro una puerta más, pero tampoco es la cocina. Estoy a punto de volver a cerrarla cuando veo algo que me llama la atención.

Vigilando que Rebekah no esté por ninguna parte, entro sigilosamente.

Observo, admirada, los cuadros que hay repartidos por toda la habitación.

Me acerco al más pequeño para observarlo detalladamente.

Es algo oscuro para mi gusto, pero indudablemente bello.

- Cotillear en casas ajenas está mal, amor.

Me sobresalto por el susto y respiro profundamente para tranquilizarme.

Avergonzada, me doy la vuelta hacia la voz.

- Lo siento, buscaba la cocina - me excuso sonrojada.

El hombre se acerca sin decir nada, con los brazos detrás de la espalda, e inspecciona el cuadro que yo estaba observando.

- Es muy bonito - le digo con una sonrisa - ¿ quien lo ha pintado ?

- Yo - resuelve tranquilamente, y lo miro sorprendida - Puedes quedártelo, si quieres.

- Oh, no, no- niego amablemente - no podría. Tiene que quedarse aquí, junto a los demás.

- Bueno - se encoge de hombros, girándose para mirarme. Por un momento me quedo perdida en sus ojos azules oscuros- Quizás cuando tengamos mas confianza.

- Quizás - asiento con una sonrisa. Hago una pausa, y me decido a preguntarle por fin- puede que te sorprenda pero... ¿ Quién eres ?

El rubio me observa durante largo rato, haciendo que mi corazón bombee con fuerza en mi pecho.

- Niklaus Mikaelson- se presenta,y tomándome del brazo, me dirige hacia la salida- Veo que mi hermana no te ha contado sobre la familia.

- No solemos hablar de ello- confirmo sus sospechas - ¿ Así que sois tres hermanos ?

- ¿ Tres ? - se ríe suavemente.

- Kol, Rebekah y tú. ¿ Es que sois más ?

- En realidad, éramos siete hermanos Mikaelson. Finn y Henrick murieron hace años.

- Vaya. Lo siento - digo, aunque él no parece estar muy afectado. Espera, ha dicho siete. Y los dos que quedan son...

- Supongo que aún no conoces a Elijah y Freya. Ahora mismo Elijah está de viaje. De Freya no sabemos nada desde hace mucho tiempo.

- No. Con esos nombres, me acordaría - sonrío tratando de parecer amigable- Aunque tú tampoco es aue tengas un nombre muy normal.

- Ya- abre la puerta y lo sigo al interior de la habitación. Rebekah está sentada en la encimera de la cocina- Puedes llamarme Klaus, si lo prefieres.

- ¿ Y Nick ?

Él se dirige hacia el portón de la casa, caminando hacia atrás para poder mirarme.

- Como quieras, amor- dice con una diminuta sonrisa.

Asiento satisfecha y me vuelvo hacia mi amiga para pedir algo de desayunar.

Frunzo el ceño al encontrarme con su mirada confundida.

- ¿ Qué ?

- Nada - sonríe alzando las manos en son de paz - Nada, nada.

Always and ForeverDonde viven las historias. Descúbrelo ahora